De nuevo desayuno en el tranquilo jardín del albergue.
El recinto tiene forma de “U” y en el lado abierto hay una especie de montaña artificial (o quizá sea natural pero recubierta de algo para que no se desprenda) por donde discurre una senda que lleva a un punto más elevado desde el que debe haber una bonita vista de la ciudad, pero nosotros no hemos podido subir todavía. Y esta mañana sería un buen momento, pero debemos irnos.