
En el camino de regreso nos encontramos con lo que parece un grupo de trabajadores que van a comer con un extraño uniforme y que dice que pertenecen a “The Halo Trust”.
(more…)En el camino de regreso nos encontramos con lo que parece un grupo de trabajadores que van a comer con un extraño uniforme y que dice que pertenecen a “The Halo Trust”.
(more…)Nosotros llegamos con el coche hasta un aparcamiento que hay cerca del monasterio de Lavra, desde donde sale un caminito que te permite llegar hasta allí.
(more…)Coleridge y yo.
Parece algo presuntuoso el título, aunque lo sería más escrito al revés: “Yo y Coleridge”.
Hace tiempo leí en la reseña de un libro de Hans Magnus Enzensberger que Coleridge, siendo ya un aclamado poeta asistía a las clases de química de ese centro y como decía la crónica, más o menos, “con estupor (esta palabra me encanta, la escribiría todos los días) de los profesores químicos y de sus colegas literarios”.
Y finalmente la última etapa del viaje, o más bien la penúltima pues aún tendremos que ir de Barajas a casa, pero eso ya no es “viaje”; pues ahora la última de Hong Kong a Madrid.