Seguimos en Khonoma.
Una placa muy curiosa es la que confirma el hermanamiento de esta población con otra, que me ha recordado lo que hacen en España algunos municipios, lo que permite a los ediles de ambos visitar al “hermanado” y pegarse unas buenas comidas a costa del erario municipal. Bueno, esto quizás sea una invención, pero no se me ocurre ninguna otra razón para que Ocaña, por ejemplo, se haya hermanado con 16 ciudades europeas.