Y una vez más me despido de vosotros con la esperanza que haber pasado de «escritor de una página» a escritor de varias. Y como despedida unas cuantas reflexiones que me ha provocado este viaje.
Nada cambia.
En el libro que cité al comienzo de la historia de Bizancio, se lee que en el siglo IV Constantino, el gran emperador, había favorecido a los cristianos y así había eximido al clero de los impuestos municipales y había concedido a los obispos el derecho de actuar como tribunales de apelación en los casos civiles. ¿Os suena? Pues parece que seguimos igual y que hay ciudadanos que suspiran por el siglo IV. (more…)