Más del “South China Morning Post”.
Y finalmente los muertos.
Un nicho “privado” (no sé qué entienden aquí por “privado”) en Hong Kong cuesta unos 300.000HK$, 34.000€.
Hay tanta escasez de columbarios que van a abrir unos 20 mil públicos en alquiler y admiten peticiones hasta junio.
Dicen que faltarán unos 400 mil en 2023, pues cada año mueren de 40 a 50 mil personas. Se alquilarán por un periodo de 20 años con un pago único de 270€ a 350€, dependiendo del tamaño.
Advierten que cuando rellenes el formulario de petición proporciones información de personas relacionadas contigo pues, muy previsores ellos, cuando lo necesites puede que sea difícil ponerse en contacto contigo. O imposible si te has muerto.
En el mismo periódico hay casi una página de publicidad del “Food and Environmental Hygiene Department” (que no sé cómo traducir y colocar la palabra “food”) sobre esas peticiones, como rellenar los formularios y adonde dirigirlos.
Lo más curioso para mí es que hay “smoke-free niches” y “non-smoke-free niches”.
Pues ya lo digo a mis seres queridos: a mí uno de “no fumadores”. Que vaya putada pasarte la eternidad al lado de uno que apesta a tabaco.
NB.
La foto no es de un cementerio de Hong Kong, como podrás imaginar por la cruces y por el espacio libre, que es de un pueblecito de Teruel donde sí hay mucho espacio para esos menesteres.
Manuel Vicent.
Manuel Vicent escribe en un artículo de porqué le gustaría “resucitar “cada diez años como dijo Buñuel”: “Por mi parte, lo haría para oír ‘La muerte y la doncella’ de Schubert, leer algunos versos de Dante, contemplar ‘La danza’ de Matisse, saber si siguen las risas de verano de unos niños en el jardín, celebrar un amanecer en el mar tomando un ron con amigos en un velero.”
Yo me apuntaría a lo de Schubert, aunque también me conformaría con un cuarteto de Beethoven o una suite para violonchelo de Bach y el ron lo cambiaría por un malta y el amanecer por el atardecer, que tampoco es caso de levantarse de muerto y tener que madrugar, que bastante lo he hecho de vivo. El Matisse también lo cambiaría por alguna fotografía de Marisa, quizás un bodegón o una suya acarreando la mochila en algún viaje.
Pero sí, me gustaría cada diez años.
PS
Creo que añadiría un mapa y un par de guías de viaje.
Nivel de usuario.
Lo que me pasó me recuerda esa contestación de las entrevistas de trabajo: “¿Office? Nivel de usuario”.
En el barco del crucero por el río una señora me pregunta en inglés al tercer día de no hablar con nadie de los pasajeros, que de dónde somos. Y casi me caigo de culo.
“¿Cómo es que habla inglés?”
“Es que soy profesora de inglés en la universidad de Pekín”.
Estaba retirada y ganaba 8.000¥ al mes, unos 1.100€.
Lo mejor es cuando se despide al acercarse un señor y me dice: “He is my wife”.
A los 5 metros se percata del error y se vuelve riendo: “My husband”.
A lo mejor era profesora de mecánica cuántica y su nivel de inglés le ha hecho confundir su materia lectiva.
Etimología y casi homofonía.
En la crónica 52 escribí: “¿Por qué a los militares y eclesiásticos les gustará tanto el oropel? ¿Y hay alguna relación entre oropel y oropéndola?”.
No digo que me haya dejado sin dormir esta duda, pero sí que encontré una foto de Marisa de una oropéndola en una sesión de anillamiento (no, nosotros no anillábamos, que éramos meros espectadores) y me volví a acordar del tema.
Y gracias a la etimología (¡qué gran ciencia!) descubrí que no tienen nada que ver.
Oropéndola: del latín aureus, ‘dorado’ y pinnŭla, ‘pluma’.
Oropel: del francés antiguo oripel.
Fácil. Pues no, que resulta que este antiguo “oripel” viene del latín “aurea pellis”, o sea “piel de oro”.
En resumen, que militares, eclesiásticos de toda religiones y oropéndolas tiene similares gustos por la “aurea pellis”.
Mamá de Teruel.
Cuando leía las crónicas de nuestro viaje a Nueva Zelanda me aparecía una propaganda con el siguiente mensaje: “Gana más de 438€ a diario. Millonaria mamá de Teruel expone como gana 500 €/hora desde casa”.
Y me sorprende primero que elijan a “mamá de Teruel”. Y segundo que solo trabaje 52,56 minutos cada día. ¿Por qué no redondea la hora? Un misterio.
Claro que no me atreví a hacer clic sobre el anuncio pues podría entrar en un camino de avaricia y prefiero estar como estoy.
Y casi se me olvidaba: la mamá del anuncio. Resulta que es una joven rubia estupenda de unos 18 años, con dos niños rubios estupendos y con un par de tetas todavía más estupendas.
NB
Esta ”mamá” no es la de Teruel, que podría serlo, pero es de Hong Kong.
Amazon.
Soy un cliente fiel de Amazon y, como en algunos artículos de los periódicos, son más interesantes los comentarios de los clientes sobre los productos que califican que el producto mismo.
Así este es el de una ginebra: “Está buena con una tónica neutra y unas rodajas de fruta para ponerse castaña”.
Eso es ser un gourmet.
Final.
Mi última crónica de mi último viaje publicado antes de este finalizaba así:
“Acabo las crónicas de este viaje con una preciosa frase de José Carlos Llop:
“Recuerdo ciudades que no he pisado jamás”.
En este viaje he visitado solo tres ciudades, he “pisado” las tres y recuerdo las tres, pero quizás dentro de unos años las recuerde como si no las hubiese pisado”.
Pues bien, durante la pandemia encontré una pastillita de jabón de un hotel de Stuttgart, y no recordaba haber estado nunca en esa ciudad.
Si no fuese por estas crónicas no recordaría casi nada de mis viajes, así que ahora mismo me pongo a escribir las del viaje a la India del 2019.
Coda final.
Estas crónicas de este viaje las he podido escribir gracias a la pandemia de la COVID-19, pues nos impidió viajar a China de nuevo en la primavera de este año como teníamos previsto.
Así que “no hay bien que por mal no venga” y “mal que cien años dure”.
¡Cómo odio los refranes!
Pues seguimos con la pandemia, aunque no con el confinamiento.
Y también con la “epidemia” de insultos y descalificaciones como la de la Sra. Olona al Sr. Illa:
“Los corruptos como las ratas buscan la oscuridad”.
¡Que Dios nos coja confesados!
PS
La señora del sacramento de la confesión no es la Sra. Olona, pero podría serlo.
Evangelio según San Mateo:
“5:22 Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, será condenado por el tribunal. Y todo aquel que lo insulta, será castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, será condenado a la Gehena de fuego”.
Así que vete preparando a lo que te espera.
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