Desde la llegada a Calcuta y el comienzo de la “Durga Puja” teníamos tres días “libres” que pensábamos aprovechar para ir de excursión a los manglares de Sundarbans o bien a visitar los templos de Bishnupur.
Como sigue la amenaza de algún chaparrón cada día, vaya, más que “amenaza” con un 65% de probabilidades, hemos decidido dejar de lado la selva para el final de la “Durga Puja” y venir a Bishnupur, desde donde escribo.