Pues además de que podemos decir que hemos estado en un pueblo cuyo nombre tiene 5 consonantes seguidas, también porque según dice la guía “ha sido el corazón espiritual de Georgia desde que se estableció el cristianismo en el año 327 y mantiene una significado casi místico en la cultura de este país”. Más o menos.
Y en nuestro deambular por la ciudad damos con la primera iglesia, que es por supuesto ortodoxa, “Iglesia de San Jorge de Kashveti” (Kashueti St. George Church).
Y el primer encuentro es con San Jorge. Vaya, no el primero, que ya lo habíamos visto en lo alto de una columna. Y es que aquí hay un verdadero culto por ese santo.
El entorno donde tenemos el alojamiento, como dice la guía, está “dilapidated”.
Y nada más salir a la calle nos “enfrentamos” a la difícil, más que difícil, “jodida” escritura georgiana, que para hacerla más fácil (a algunos) añaden al nombre de la calle su equivalente en cirílico. O eso imagino.
Las crónicas de este viaje tienen la particularidad de que aunque se refieren a unos días del mes de marzo del 2014, han sido escritas en la primavera del 2021 aprovechando las restricciones de movimiento de la pandemia de la COVID-19.
Otra particularidad es que a diferencia de otros relatos en este no tengo borrador de todos los días por lo cual deberé echar mano de las fotografías que tomamos y de los lejanos recuerdos de aquellos días.