Después de la búsqueda infructuosa de China Mobile nos vamos a buscar una oficina de información turística que está cerca del lago y al lado de uno de los monumentos de esta ciudad que suele ser su emblema turístico, la pagoda de Leifeng. La guía dice de esa oficina que proporcionan “información básica de viajes, mapas y tours”. Como están a punto de cerrar nos pegamos una buena cabalgada hasta allí. (El reloj de Marisa no discrimina entre “tranquilo paseo” y “carrera contra reloj”). Cuando llegamos una displicente jovencita no se digna ni a levantar la mirada.
Hemos conseguido algo de información sobre los próximos transportes, pero ha sido casi peor que sacarte una muela. Sin anestesia.