
A partir de ese momento nos dirigimos andando a Tianzifang, donde estuvimos una mañana el año pasado, y eso debe pensar mucha otra gente porque aquello se va animando cada vez más.

A partir de ese momento nos dirigimos andando a Tianzifang, donde estuvimos una mañana el año pasado, y eso debe pensar mucha otra gente porque aquello se va animando cada vez más.

Al pasar por delante del parque Fuxing decidimos dejar el recorrido recomendado y entrar a visitarlo. Y ha sido un acierto.

Parece que el tiempo se va arreglando y aunque no lucirá el sol, o lo hará solo un poquito, no debemos preocuparnos por el paraguas. Este cambio se nota en que nuestros vecinos han aprovechado para tender la ropa en los patios de los bloques que tenemos cercanos.

En el paseo del Bund descubro a un fotógrafo disparando en plan despiste. Está sentado en un banco con la cámara apoyada en sus piernas y dirigida no sé si las piernas de las señoritas que pasan pues si me acerco más a indagar me temo que se hubiese dado cuenta.
Cada pocos disparos levanta la cámara y mira en la pantalla el resultado de la caza.

Si tuviese alto el ego con mis conocimientos de inglés hoy hubiese recibido lo que se llama en la industria del psicoanálisis “a well-aimed kick to the scrotum” o “una patada certera escrotal”.
Voy a la recepción y le digo al joven si habla inglés. Y tenía que haberle dicho: “¿Hablas inglés? Pues yo no”. Porque le pregunto que dado que hoy es el uno de mayo si hay algún acontecimiento en Shanghái tipo concierto, desfiles, festival…Y el joven me saca el menú de los desayunos. Y sin dudarlo ni un segundo.