A partir de ese momento nos dirigimos andando a Tianzifang, donde estuvimos una mañana el año pasado, y eso debe pensar mucha otra gente porque aquello se va animando cada vez más.
A partir de ese momento nos dirigimos andando a Tianzifang, donde estuvimos una mañana el año pasado, y eso debe pensar mucha otra gente porque aquello se va animando cada vez más.
Tianzifang.
Aquello no es el Bund, pero está a rebosar de visitantes.
La guía dice de él que es un complejo de tiendas dentro de una cuadrícula de callecitas tradicionales. Una comunidad de estudios de diseño, cafés y boutiques. El contrapunto de los grandes centros comerciales y de los…pues aquí un par de palabras que no logro traducir: “dwarfing skyscrapers”. Sería algo así como el “enanismo de los rascacielos”. O sea un oxímoron.
Hoy primer día total y verdaderamente chino. Lo que se dice “chino, chino”.
Ayer debía estar un poco (o mucho) atontado y hubo una serie de hechos de los que no me he percatado hasta hoy. Por ejemplo que se conduce por la derecha. ¡Muy bien! Aunque no seré yo quien alquile un coche, pues además del tema obvio del lenguaje, las motos no tienen reglas y son eléctricas. Este último punto, que es encomiable para la calidad del aire y los residuos, es una putada enorme para los peatones pues no las oyes y acostumbran a saltarse los semáforos en rojo. Y de los coches tampoco puedes fiarte mucho y además empieza a haberlos eléctricos. O sea sin ruido. Y las bicis también representan un problema, no por las que hay, sino por sus aparcamientos que a veces te impiden circular por las aceras.