El tercer punto de ese papel decía: “Have lunch Chinese food”, y hacia allí íbamos cuando la guía reparte una especie de aperitivo entre los pasajeros: unas bolsitas de plástico algunas de las cuales que eran transparentes contenían salsa como la que vimos ayer en Ciqikou, así que educadamente las hemos rechazado, aunque sí hemos podido comer otras que alguien nos ha advertido que no eran “hot spicy”.
Lo que no sabíamos es que la guía a continuación ha cantado las excelencias de esas muestras pues vendía los originales. Y la gente ha comprado.