Estoy intentando escribir en el tren que nos lleva de Ajmer a Udaipur, pero se mueve tanto que es tarea casi imposible.
Nos levantamos muy temprano para evitar el susto de Jaipur adonde llegamos con dos minutos al tren, pues las estaciones de ferrocarril de la India suelen ser muy grandes y esta de Ajmer lo es, y los trenes también son larguísimos.
La primera parada del circuito por Jaipur ha sido “Birla Mandir”, uno de esos lugares “reservado para los indios”, pues no ves ni a un occidental, aunque una lápida de mármol (¡todo es de mármol!) en la entrada dice que está abierto a todos los “devotees”.
Y aquí me surge la duda de a quien se le considera un “devotee”, pues busco en el Wordreference y se traduce como “seguidor, aficionado o admirador” y yo no soy ninguno de ellos.
En un foro en ingles dicen que “A devotee is an enthusiastic follower”. O sea, que peor todavía.
¡Qué te voy a contar de la India que no te haya contado ya?
Solo tendría que poner un enlace a similar artículo de los 9 años que he publicado mi viaje en este blog desde el 2005 al 2019.
Echo una ojeada atrás y veo que en 2013 tenía una población de 1.220.800.359 y que ahora según la misma fuente de información (ya sabéis la CIA y sin hacer bromas, por si las flais) son 1.409.128.296 y que China sigue siendo el primero con 1.416.043.270. Lo curioso es que la India es el primero del mundo por número de varones, que le saca 3 millones y medio a China.
Leo en una revista de viajes antigua, GEO, un artículo sobre los pobladores anteriores a los incas en Perú.
Dice que “el emperador inca Atahualpa y sus 30.000 hombres fueron derrotados por el conquistador Francisco Pizarro, sus 168 compañero y 62 caballos”.
Y luego cita a una tal Patricia Mendoza quien dice que “Parece increíble y lo es: en realidad, sin la ayuda de miles de autóctonos que odiaban a los incas, este analfabeto nunca lo habría conseguido”. (more…)