Hoy desayuno occidental en el hotel. Un desayuno por el que firmaríamos todos los días: una tortilla francesa (o así), pan de molde, mantequilla y mermelada. Y té.
Pero me temo que en algunas ocasiones (espero que pocas) no lo lograremos.
Hoy desayuno occidental en el hotel. Un desayuno por el que firmaríamos todos los días: una tortilla francesa (o así), pan de molde, mantequilla y mermelada. Y té.
Pero me temo que en algunas ocasiones (espero que pocas) no lo lograremos.
Notas del viaje.
-Al llegar a la estación de Howrah veo el banco de trabajo de un limpiabotas y en este caso tiene como adorno un montón de cadenas y candados y es que en algunos trenes son un elemento muy importante para asegurar el equipaje.
La estación de Bishnupur intenta rememorar el antiguo esplendor de esta ciudad. Al repasar un letrero me percato de que está en tres alfabetos y así caigo que uno debe ser hindi y el otro bengalí, y es que estamos en Bengala.
Desde la llegada a Calcuta y el comienzo de la “Durga Puja” teníamos tres días “libres” que pensábamos aprovechar para ir de excursión a los manglares de Sundarbans o bien a visitar los templos de Bishnupur.
Como sigue la amenaza de algún chaparrón cada día, vaya, más que “amenaza” con un 65% de probabilidades, hemos decidido dejar de lado la selva para el final de la “Durga Puja” y venir a Bishnupur, desde donde escribo.
Hoy ha sido un día de poco turismo, vaya, de nada, pero con bastante movimiento pues teníamos que solucionar los planes para los días venideros. El tramo desde el hotel hasta el metro, que ayer por la noche fue horrible hoy de día no es mucho mejor, aunque es Calcuta en estado puro.
En inmigración hay una cola larguísima y tenemos la suerte de que el funcionario que controla la cola de diplomáticos se queda sin clientela y nos mandan allí.
El joven se sorprende de que vayamos a estar un mes. Le pregunto que de donde es y me dice que de Manipur, uno de los estados del nordeste. Le digo que conocemos algunos de ellos, pero no el suyo y que queremos ir a Nagaland. Se alegra de ver a alguien que quiere ir por allí.
Tiene una cámara para fotografiar a los recién llegados, pero es como una caja de 15×15 cm con agujeritos que deben ser las lentes y una pegatina en medio con la figura emblemática de este país: unas manos juntas perpendiculares. Me señala la cámara y yo idiota pongo las manos como en la pegatina. Muy educado me dice que no, que solo mire la cámara para la foto. Pero no se ha reído. Menos mal.
Al llegar al aeropuerto de Delhi y nada más salir del “dedo” una azafata nos conmina a los que estamos en tránsito que esperemos allí. Luego nos coge (en Méjico “toma”) a los 30 ó 40 (lo del “coge” mejicano hubiese sido un disparate) y nos lleva a la zona de “International Transfer” y no sé qué nos hubiese pasado si hubiéramos ido solos pues no pensé que de “Delhi a Calcuta” se considerase ”International” y habríamos cogido el camino de “National Transfer”.
NB
Lo siento pero es la única fotografía que tengo de un dedo. (Ya sé, muy mal chiste).
2013. Delhi. Jama Masjid.
La India es tan grande y tan diversa que tienes que acotar el territorio que quieres visitar.
Nosotros habitualmente empezamos en Delhi y desde allí nos desplazamos a la parte del país que “exploraremos”.
Pero este año dejaremos de lado Delhi, haciendo solo escala allí, y empezaremos el viaje de verdad en Calcuta: vuelo directo de Madrid a Delhi y desde allí a Calcuta y lo mismo al regreso. Esto nos impedirá ver a nuestra amiga Smriti que vive en Delhi y realizar las compras, que en este país es algo casi necesario, también en esa ciudad donde le tenemos cogido el pulso a bazares, barrios y almacenes donde hacerlas.
2005. Templo dorado de Amritsar.
Si hay un país del que he escrito ha sido de este, pues ya no llevo la cuenta de las veces que lo he visitado, pero sí las que he escrito en este blog: desde 2005, que fue la primera y con la que me estrené en este sitio, hasta la última en 2013 han sido 8 veces, un mes cada una.
Curiosamente me encuentro una carpeta en el ordenador con “India 2017”, lo que quiere decir que ese año pensábamos visitar también este país, pero que finalmente no lo hicimos y es que es año fuimos a Nueva Zelanda en el viaje de otoño.