Al llegar al aeropuerto de Delhi y nada más salir del “dedo” una azafata nos conmina a los que estamos en tránsito que esperemos allí. Luego nos coge (en Méjico “toma”) a los 30 ó 40 (lo del “coge” mejicano hubiese sido un disparate) y nos lleva a la zona de “International Transfer” y no sé qué nos hubiese pasado si hubiéramos ido solos pues no pensé que de “Delhi a Calcuta” se considerase ”International” y habríamos cogido el camino de “National Transfer”.
NB
Lo siento pero es la única fotografía que tengo de un dedo. (Ya sé, muy mal chiste).
Así hemos sido sometidos a un minucioso control de equipajes de mano y registro personal a todos aunque no pitase en el arco detector. Y a algunos el cacheo ha sido muy, muy cuidadoso. Diría que exagerado. Y siempre por policías.
Y como estos indios son tan pudorosos a las mujeres se los hacían en una cola especial para ellas y en un habitáculo cerrado y por supuesto una policía.
El recorrido por el aeropuerto es larguísimo y si me había sorprendido de la T1 en Madrid aquí incluso hay un letrero de publicidad que alardea de lo larguísimo que es.
Llegamos a la “zona convencional” sin haber pasado por un control de pasaportes. Y si te acuerdas de como era este aeropuerto hace unos años te caes de culo. No es el lujo y derroche del de Qatar pero nada que ver con el pasado.
Escribí que allí, en Doha, había empleados a cascoporro, lo mismo aquí. La diferencia es que allí los “cascoporrianos” eran morenitos y extranjeros, vaya, que eran nepalíes, indios o paquistaníes y aquí también son morenitos, pero indios.
Y a pesar del lujo de las tiendas ya estás en la India: un empleado limpia el techo con un cepillo al final de un larguísimo palo. Y otro lo controla.
El suelo sigue siendo de moqueta, un hecho que me sorprendió en el viaje de 2010 cuando conocimos por primera vez el nuevo aeropuerto.
En mis anteriores viajes a la India siempre guardo unas cuantas rupias para poder pagar el taxi a la llegada y así evitar el robo que supone (o suponía) cambiar dinero en el aeropuerto, pero es que entre nuestro último viaje en 2013 y este ha habido un cambio de billetes de banco. O algo así. Le pregunto a un empleado que está alegremente charlando con media docena más en un punto de ayuda y me confirma que mi billete de 500 es “only paper”, pero los otros que tengo sí que valen, pero me temo que no será suficiente para el taxi. Y menos mal que no tengo de 1000 rupias, que me parece que tampoco valen.
En uno de los largos pasillos dos policías fuertemente armados detrás de un parapeto de hierro. Miedo me da pensar en un ataque pues no se ven más uniformados que esos dos. Claro que el control de accesos es muy exhaustivo. Y es que aquí están muy preocupados por el peligro de un atentado.
Compruebo los precios de una máquina expendedora de bebidas y patatas fritas: bolsa de patatas 25 INR, Pepsi de 0,5 l 60, agua de 0,5 l 60, zumo pequeño 20 INR.
(Tengo que buscar el signo de la rupia india pero mientras tanto escribiré el utilizado en los cambios: INR).
NB
La moneda india se identificaba a veces con las siglas INR (Indian Rupee) y otras con la abreviación Rs (Rupees). A partir de ahora será representado con un símbolo que aúna la letra «R» del alfabeto latino con la letra «Ra» de la escritura devanagari.
(Lo he encontrado, pero este editor de textos no lo reconoce).
De Wikipedia:
“El devanagari es una escritura abugida bráhmica utilizada para escribir el idioma nepalí y varios idiomas de India, incluidos el sánscrito, el bhilí, el bhoshpuri, el bihari, el cachemir, el hindi, el konkaní, el marathi y el sindhi”.
Mientras paseo por el aeropuerto Marisa y Luis se dan una buena siesta. Se nota que ellos “se quedaron viendo la tele” en el avión y yo me fui a dormir.
En este aeropuerto hay sillones de esos tipo cama, pero hay muy pocos y están todos ocupados.
Un detalle práctico para cuando vengas: no hay cajeros automáticos, pero es que quizás no los haya en la zona interior de ningún aeropuerto.
Cuando estoy escribiendo esto en la espera del vuelo a Calcuta se me acerca un joven empleado y me pregunta si voy a Melbourne. Ha debido pensar que ese abuelo se ha olvidado de ir a su puerta de embarque, pues a diferencia de Barajas donde no paran de repetir que no se avisa por megafonía, aquí si lo hacen.
Nuestro vuelo sale puntual y “como no podía ser de otra manera” (como dirían los políticos y algunos locutores) todo el pasaje es indio. O por lo menos lo parecen, pues igual la mayoría son de Bangladesh.
Todo el recorrido desde Delhi ha sido una nube y así, a pesar de casi atravesar todo el país de oeste a este no se ha visto nada hasta aterrizar en Calcuta y aquí grandes campos anegados, unos quizás sean de arroz, pero otros de inundaciones y es que estamos saliendo del monzón. Y todo lo que no está inundado está verde.
Y cuando estamos cerca de la ciudad casas, casas y casas. No sé cuántos kilómetros tendrá de superficie habitada, pero son muchos.
Tampoco sé si hay una “Calcuta Central” y una “Gran Calcuta” que integre los Alcorcón, Getafe, Fuenlabrada y Móstoles calcutenses. Lo tendré que investigar. Pero mucha gente y sin apenas rascacielos. Sería el “anti Hong Kong”.
En el vuelo nos sirven una comida. Creo que en estos vuelos de hoy y ayer es la vez que peor he comido. Con diferencia.
Y la “diversión” a bordo ha estado al nivel de la comida. En mi pantalla no se puede ver el mapa del recorrido del avión por un problema de resolución de dicha pantalla. Selecciono música y solo me da la opción de música “hindi”. Acepto. Pues se queda bloqueado con la primera artista que selecciono. Un desastre.
En la revista de a bordo, que como estamos a final de mes está hecha polvo, encuentro una información para los pasajeros que llegan, que llegamos al país en una serie de vuelos y que vamos a seguir con vuelos nacionales, “Domestic Flights”, o internacionales, que vayamos directamente a la zona de tránsito del aeropuerto y que no pasemos por inmigración, ni por aduanas. Y detalla esos vuelos.
Lo anterior explica el porqué no hemos pasado por “Domestic transfer” y nos ha llevado la azafata por otro camino.
Y lo detallo, por si vienes, porque al llegar a Calcuta, aunque vengamos de un vuelo nacional debemos pasar todo el proceso de inmigración y de aduanas.
Etiquetas: aeropuerto, Calcuta, Delhi, India, Wikipedia
07/01/2021 a las 20:45
Qué bonicos : ) !!