33. Georgia y Turquía 2014. 18 de marzo 2014, martes. Décimo segundo día de viaje. Mtskheta. Coda final sobre reliquias y relicarios y otras consideraciones pías.

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En la entrada de la catedral de Mtskheta hay una estupenda oficina de información turística (la primera que veo) con unas guapas señoritas y muy azafatas, pero que apenas hablan inglés.

Además de los consabidos mapas les pregunto por la prohibición de los pantalones femeninos: “es una norma de la Iglesia”.

2014. Georgia. Mtskheta.

Les pregunto también por qué los monjes y curas pueden llevar faldas. No entienden la cuestión. Les explico que quizás es que son hombres a los que les gustaría ser mujeres. Y todavía lo entienden menos.

Para preguntarles algo que sí me comprendan y puedan responderme  y así poder tranquilizar su conciencia profesional, les pregunto finalmente si los curas ortodoxos se pueden casar: sí los curas, pero no los monjes.

De todas maneras lo de las faldas igualmente les debe sorprender a algunas georgianas,  pues vemos como se fotografían disfrazadas de esta guisa.

2014. Georgia. Mtskheta.

Aunque también vemos a grupos de señoras preparadas para la visita y vestidas para la ocasión. O es que van siempre así.

2014. Georgia. Mtskheta.

Claro que hace años para entrar en la basílica de San Pedro también te hacían poner un impermeable para tapar lo que la iglesia consideraba poco decoroso.

Al lado de la Iglesia de Samtavro se encuentra una capillita en recuerdo de Santa Ninó, pues parece que allí es el lugar donde la santa rezó.

2014. Georgia. Mtskheta.

Cerca hay un rosal, creo que silvestre, del que imagino que los fieles quieren llevarse un recuerdo, así que hay un letrero (también la primera vez que veo algo así) que dice que no arranquen las hojas.

2014. Georgia. Mtskheta.

Ese es un tipo de reliquia que no entra dentro de la clasificación que hace la Iglesia de objetos dignos de veneración.

Te la recuerdo:  los principales, o mejores, son los de Cristo,  en segundo lugar los de los santos (“y santas” que dirían los de Podemos -y las de Podemos, añado-)  y en tercer lugar los objetos que han estado en contacto con los anteriores.

¿Dónde entran las hojas  de un rosal?

Pues hace años estuvimos en Bodhgaya en la India, lugar de peregrinación budista muy importante, pues fue el sitio en el que Buda, entonces todavía un príncipe en busca de la verdad, recibió la iluminación.

Pues bien, allí hay un ficus llamado el “árbol Bodhi” debajo de la cual Siddhartha Gautama se sentó a meditar y donde alcanzó la iluminación espiritual.

Los fieles budistas se sientan alrededor del árbol a meditar y cuando cae alguna hoja se apresuran a cogerla y a guardarla con gran veneración.

Cuando estuvimos nosotros un avispado monje (“avispado” porque se adelantó a otros “recoge hojas”)  cogió una antes de llegar al suelo y se la regaló a Marisa.

Fue una pena porque ahora estaría en algún lugar prominente del hogar de algún buen budista y sin embargo está perdida en el interior de alguna de nuestras libretas de viaje.

(Algún día tendría que escribir las crónicas de aquel viaje que fue realmente interesante).

2008 Ayuthaya.

NB

Esta cabeza de Buda no corresponde a ninguno de Bodhgaya, que es una englobada en un ficus en Ayuthaya.

Sobre la “túnica sagrada”.

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En la visita a la catedral Mtskheta acabo de descubrir  la existencia de la “túnica sagrada”, la de la señora Sidonia (¡qué raro que no la hayan hecho santa!, a otras las han hecho sin tantos méritos),  pero tendría que decir que la de “otra túnica sagrada”, pues ya había leído de otras tres  reconocidas como tales, además de la multitud de falsas o “verdaderas falsas” que hay por el orbe católico.

La primera es una que estuvo en Constantinopla  y de la que un trozo llegó a Isabel la Católica, quien la legó  a un monasterio segoviano.

La segunda es la  de la catedral de San Pedro de Tréveris en Alemania, que es la más famosa pues procede nada menos que de Santa Elena, gran abastecedora de reliquias de la Pasión. Vaya, que encontró todas las que se propuso.

La tercera es la  de  Argenteuil con una larga historia detrás, pues sobrevivió nada menos que a las guerras de religión francesas y a  su revolución y ahora de nuevo recosida, aunque sea menos inconsútil, sigue siendo la verdadera.

De la primera no hay demasiada información, pero de  las otras dos se ha llegado  a la conclusión de que son verdaderas y es que una la llevaba Cristo encima de la otra.

2009. Alcañiz.

Pregunta clave: ¿y qué se hizo del “perizonium”?

2019. Sevilla.

Ah, ¿qué no sabes que es el “perizonium”? Obviamente tu formación cristiana no ha llegado muy lejos.

De Wikipedia: “paño, lienzo, pieza de tela o falda corta que, por motivos de pudor, sirvió para ocultar la desnudez de Jesús de Nazaret durante su crucifixión”.

Pues de tan importante reliquia textil no se  sabe nada.

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Error. Uno está en  la catedral de Aquisgrán y hay referencias de otros en otras iglesias aunque algunos autores opinan que  todos son falsos, pues los romanos no se iban a preocupar de cubrir así el cuerpo de uno al que crucificasen.  O sea que es un invento pudoroso de los pintores de cuadros de la Crucifixión.

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NB

Inconsútil.  Esta es una palabra a la que tengo mucho cariño y que he utilizado durante muchos años para probar los conocimientos de mis nietos.

Del DRAE:

“Dicho comúnmente de la túnica de Jesucristo: Sin costura”.

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