Sábado Santo.
Es el día tercero del crucero según el programa, pero será el primer día verdadero para nosotros.
El desayuno es las 6:45, aunque hay un “Early bird coffee in the bar” para los muy madrugadores (“noctámbulos” en España) a las 6 y media.
Hoy es la estrella del viaje pues vamos a pasar por dos de las tres gargantas. La primera está entre la presa y Yichang y para verla hay que coger una excursión desde esta ciudad. Además hoy hay una de las tres excursiones incluidas en el tour: “ShenNong Stream”.
Hemos viajado por la noche y así hemos amanecido amarrados a un pantalán (aquí siempre se hace en este tipo de muelles) en Shen Nong, como está escrito allí.
Nos trasladan a un pequeño barco que nos lleva río arriba por lo que antes era un torrente y que ahora es un río de 20 km bastante grande y caudaloso, debido a la crecida por la presa.
Desde el nuevo barco vemos como aprovisionan o “desaprovisionan” el nuestro.
A nosotros nos recibe una simpática jovencita que es una guía local y que pertenece a una de las minorías de la región y parece que como tal va ataviada. Porque esta zona, como en toda la cuenca por encima de Yichang, ha visto alterada por completo su forma de vida, pero especialmente esta montañosa y apartada región pues había pueblos de minorías que han sido realojados en ciudades y ha aumentado la despoblación, aunque nos dice la joven que sigue habiendo aldeas en las montañas.
Pero si vivir en el Maestrazgo turolense te puede parecer duro por las comunicaciones, vaya, por la falta de ellas, y la escasa población no te puedes imaginar lo que representa esta zona pues no hay puentes que crucen este lugar que antes era un arroyo y así para ir de un sitio a otro que esté próximo necesitan dar un gran rodeo hasta encontrar el sitio de paso. Porque además esto está tan escarpado que son muy pocos los lugares en que hay acceso al agua. Estos suelen ser unas escaleras de cemento que deben ser durísimas de subir cuando regresen cargados.
La guía local me explica cosas de la cultura de la zona, pero desgraciadamente no entiendo la mayor parte. Sí sobre unos ataúdes que situaban en los acantilados metidos dentro de las grietas de estos. Tendré que informarme pues es algo muy especial. Imagino que la mayoría habrán desaparecido con la subida de las aguas, pero aún quedado los más altos y la joven nos los indica cuando pasamos cerca de ellos.
Vaya, también lo sabríamos por la megafonía, pues aunque lo dicen en chino todo el pasaje se vuelve a mirar hacia un punto y diligentes dirigen sus teléfonos celulares hacia allí.
Nos cruzamos con otro barquito con turistas que hacen el mismo viaje y todos nos fotografiamos los unos a los otros. O quizás nos fotografiaban solo a nosotros que éramos los raros, como en el chiste de la autopista y el que va en dirección contraria.
Le comento a la guía que lo chinos fuman mucho y que no hacen caso de las prohibiciones al respecto y entonces se dirige a un grupo de 4 ó 5 que lo están haciendo y los echa de allí. Creo que me odiarán todo el viaje si se percatan de que fue por mi culpa.
En este barco hay una escala que imagino que es para medir la altura de los pasajeros y cobrarles la tarifa en función de ello. Creo que será solo para los niños, porque si fuese para toda la población a algunos adultos no les gustaría pagar menos por ser más pequeños.
También veo un curioso tope para evitar golpes en la cabeza en el extremo de un soporte metálico: la mitad inferior de una botella de plástico. Seguro que no cumple ninguna norma ISO de seguridad pero sí es muy ingenioso.
Pasamos por debajo de un gran puente que salva uno de aquellos valles-desfiladeros y otro que está en construcción. Estos servirán para el desplazamiento en coche por aquella región. De todas maneras hay grupos de casas o pequeñas aldeas que seguirán teniendo muy difícil acceso para llegar hasta allí.
En todo el cauce se ve la línea hasta donde llega el agua pues a partir de allí suele haber una vegetación muy densa.
Nos explica que hay varias clases de monos y de pájaros. Le pregunto si se cazan: no, que es una zona protegida.
Vemos a algunas personas, como estos tres de la fotografía, esperando imagino a algún tipo de barco de línea al lado del agua.
También a alguna pareja pescando con redes en simples barquitas.
O a otra que ha debido mejorar su posición y ya tienen un motor.
Y como siempre, un grupo numeroso estamos en la cubierta exterior superior, pero muchos más sentados tranquilamente en el salón cubierto. Allí una señorita con un micrófono no sé si les habrá explicado las maravillas de paisaje que atravesábamos que era lo que se oía por la megafonía, pero también les estaba vendiendo productos de la zona como té y naranjas. Marisa me recordó los viajes del INSERSO de mis padres donde les intentaban vender mantas, aunque fuese junio en Benidorm.
Acabamos el viaje y al regresar al barco nos están esperando con una toallita húmeda y un té. Aprovechan para vender ese té un par de jóvenes de la tripulación.
Susan nos coge por su cuenta y nos da una charla sobre el río Yangtsé y de cómo la presa ha solucionado el problema de las inundaciones en la llanura que hay entre Yichang y Shanghái. Y también de como el famoso baño de Mao en este río influyó en la solución de ese problema. Es curioso porque este fue un hecho muy importante en su tiempo y que ahora, por lo menos fuera de China está totalmente olvidado.
Nos explica que el río que ahora todos llaman Yangtsé, realmente se llama “Chang Jiang”, que lo de Yangtsé se lo puso Marco Polo porque cuando estuvo aquí preguntó por el nombre y le dijeron que “Río Largo” o sea Yangtzé. Debió ser como la historia del nombre de los tulipanes que el editor de este blog explicó en un post de un viaje a Turquía.
NB
Cundo llego a España busco lo del nombre y debí confundir todo: Marco Polo lo llamó Quian y “Chang Jiang” significa “Río Largo”. Se le llamaba un nombre diferente según el tramo y en uno de ellos era “Yangzi Jiang” o el “río Yangzi” de donde derivó el nombre en inglés.
Una charla muy interesante y es que eso de tener una guía solo para ti durante todo el viaje es un gran lujo.
Llegamos a las 11 y media, más o menos, y como estaba previsto en el programa entramos en la “Wu Gorge”.
El plan del día dice que es la garganta más bonita de las tres y realmente es una maravilla. Pero además debes pensar que ahora el nivel del río ha subido más de 100 metros, o sea que el desfiladero antes debía ser increíble.
Susan habla por megafonía y se supone que estamos todos en cubierta contemplando aquel espectáculo de la naturaleza. Y después de la charla en chino lo hace en inglés y me siento un poco incómodo por la deferencia.
Por ahora no llueve, pero está muy nublado y con bastante neblina, así que podemos gozar del paisaje, pero no hacer fotografías.
Mientras todos estamos arrobados con tanta belleza, un grupo de unos 6 ó 7 pasajeros, todos varones, están en cubierta sentados en una mesa comiendo algo que han debido comprar y bebiendo cerveza. Pero es que todavía no son las 12 y llevan una docena de ellas. Y fumando como locos.
Pasamos por el famoso “Goddess Peak” o “Shen-nu Feng”, con sus pequeños templos colgados en el acantilado.
Siempre me sorprenden los difíciles lugares que escogen los hombres santos para erigir los templos. Seguramente, no, seguro, que no son ellos quienes tienen que subir las piedras y los sacos de material de construcción hasta allí, ni los que se cuelgan de los necesarios andamios para levantar esos edificios. Pero, como me dijo una vez un sacerdote al que le hablé sobre mi confusión por el lujo con el que se construían y decoraban algunas iglesias católicas en la actualidad, aunque esto valdría casi para cualquier religión: “¿Tú no le darías lo mejor a la persona más importante de tu vida?”
Me gustaría encontrármelo ahora para darle la respuesta adecuada.
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