Todavía no hemos acompasado nuestros ritmos circadianos a la nueva situación y eso se nota al despertar. Y mucho. Pero hay que desayunar y empezar otro día de nuestro viaje.
En este alojamiento está incluido el desayuno y además tienen una bonita terraza para tomarlo. El año pasado estaban en obras, construyendo un edifico enfrente pero este año ya está acabado y se está francamente bien allí. Pero la dura vida del turista no permite gozar de estas sutilezas.
Hoy vamos a visitar por la mañana el Parque de Hong Kong y el aviario que está en él. Lo visitamos el año pasado y nos encantó.
Para llegar a él atravesamos un centro comercial y volvemos a admirar el lujo y diseño de estos lugares.
Visitamos primero un pequeño jardín botánico y me sorprende que delante de unos grandes cactus con unas formidables espinas un letrero advierta que “no se pueden tocar”.
Coincidimos durante el recorrido con una señorita que no para de hacerse autorretratos. Lo más gracioso es que no deja de sonreír. Mejor, de “sonreírse”. A veces ponía una expresión de que se gustaba tanto a sí misma que solo le faltaba darse un beso.
Que me recordó una peli, de la que no recuerdo el título, en la que Jean Paul Belmondo tocaba el piano sin llevar nada en el torso y de repente se encontraba tan atractivo que se daba un beso en el hombro. Pues hoy lo mismo. Y las preciosas plantas le importaban una mierda.
Vemos a un señor en “posición cigüeña”. No sé si es un ritual religioso, o forma parte de una técnica de rehabilitación. Pero es una figura muy graciosa, además de que va vestido de una forma muy seria.
Un letrero te advierte que no cojas setas para comértelas, ni de este parque, ni del campo, que te puedes envenenar. Y otro letrero te advierte de que las serpientes son ahora muy activas y que si te encuentras una que no la cojas, que avises al personal del parque. Claro que también aprovechan para asustar al personal con ello para que no se meta por donde no debe.
Y como siempre se aprende algo nuevo hoy lo hago con un concepto botánico que debía saber, pero del era ignorante hasta ahora mismo: caulifloria. Según mi querida Wikipedia es un “término botánico para referirse a las plantas cuyas flores y frutos crecen directamente del tallo o del tronco”.
Allí hay algunos árboles de esas características y luego caigo que así es como he visto las papayas: colgadas directamente del tronco.

Ducula bicolor
Y dentro del parque una de sus partes más interesantes es el “Edward Youde Aviary”, que volvemos a ver después de una larga visita el año pasado. Y es que es una maravilla tener allí tantas aves, tan cerca y en aquel recinto tan grande.

Mino dumontii
Que a mí, las jaulas sean de aves o de mamíferos no me parecen bien, pero es que aquí se pueden mover con total libertad. Lo que no me ha gustado es ver algunas ratas moviéndose, estas con más libertad todavía, por las zonas bajas del recinto. Que imagino que pueden atacar a los pollos o comerse los huevos de las aves que aniden por allí.

Ocyphaps lophotes
Una visita que recomendaría a cualquiera que viniese a esta ciudad, la de este parque y la del aviario en particular.
Y para comer elegimos un restaurante cuyo nombre es casi un producto de Zara: “Lumenous Garden”. Por una letra no es “Luminous Garden”. Lo que no sé si ha sido una casualidad o forma parte del vocabulario chino tipo “Adadas”, “Nake”, “Diar” y similares.
Pero sí encontramos una tienda de Zara en ese complejo comercial. Sí, ya sé que no soy el Sr. Ortega, ni siquiera su primo lejano, pero me alegro cada vez que encuentro uno de sus establecimientos.
Regresamos a nuestro barrio al final de la tarde y aquello es Hong Kong en estado puro: gente por todos los sitios, pequeños mercadillos, restaurantes a rebosar, alguno con colas que nunca se acaban y comida callejera servida por puestos de fritangas varias. Una delicia.
Para acabar nuestro día de turistas vamos al muelle de la bahía Victoria para ver y oír el espectáculo de luces y músicas.
Por allí se pasean los fotogénicos juncos iluminados con fuertes colores y compruebo que la mayoría de los clientes son turistas extranjeros, con predominio de jóvenes.
Camino del metro nos encontramos con una novedad: un servicio de préstamo de libros totalmente automatizado. Quizás sea algo habitual, pero nosotros es la primera vez que lo vemos.
Y en uno de aquellos pasillos limpios y luminosos de acceso al metro una sorpresa: unas maletas y otros enseres de algún, o algunos, sin techo.
En el vagón del metro me ceden el asiento. Por supuesto rechazo el ofrecimiento, aunque lo agradezco, dado que los chinos no son nada proclives a hacerlo. ¡Sí que me han visto acabado!
PS
Busqué información de la famosa fragancia de Zara y me encontré lo que debía ser una nota de cata que decía:
-“La Nota de Salida es pera”.
-“La Nota de Corazón es nardos”.
-“La Nota de Fondo es haba tonka”.
Que solo por no escribir esas tontadas no sería catador de perfumes. Mira que decir lo de las habas…
PS
Error, gran error: lo del restaurante.
Resulta que lo del “Lumenous Garden”, escrito así “LUMENous GARDEN” (que los artistas son muy originales con la tipografía, y un tanto gilipollas) es una instalación artística interactiva en ese centro comercial, “Pacific Place”, muy original que consiste en una flor y una especie de setas que reaccionan cambiando la forma y color al contacto del personal.
El restaurante estaba en ese centro comercial, pero no tenía nada que ver.
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