À la carte.
Recuperé una antigua revista de los años en que las compraba (antes de 1990) y que además era inglesa. La portada, preciosa, y el título no podían ser más sugerentes: “À la carte. The food and wine magazine. Mid-Summer”. ¡Qué cosas compraba entonces!
Pues bien, casi todos los artículos y recetas giraban en torno a la “dulce Gran Bretaña”. Un artículo dedicado a la forma de preparar los bocadillos, “Stuck in the middle”, con un consejo importante: “para hacer un buen sándwich el relleno debe ser abundante, pero lo suficiente compacto para que no se salga del pan, y no tan húmedo que ese pan se transforme en un pudin de leche”. Y sigue una descripción encantadora del arte del bocadillo y sus componentes entre los que no incluye el socorrido salchichón, ni el chorizo, ni siquiera el chóped de pavo. Sí el cangrejo, el calabacín, el paté de arenque ahumado (pero no el de “La Piara”), espárragos, trucha ahumada, berenjenas…
Y en esa magnífica revista encuentro otro artículo titulado “El síndrome de China” cuyo comienzo me ha hecho recordar la llegada a mi casa después de este maravilloso viaje o de cualquier otro cuando regreso del este de Asia: “Mi cocina todavía huele al té y a las especias que no he desempaquetado desde mi regreso del lejano este. Tres orquídeas que me dieron (volarían con Thai Airlines) hace cuatro semanas permanecen en un ramillete. Cada mañana bebemos té con ginseng y estamos rodeados de los recuerdos de nuestra visita. Pero las imágenes todavía están frescas en nuestra imaginación, así como los sonidos y los aromas”.
¡Qué bonito! Pues yo no podría haberlo descrito mejor, aunque el autor lo hace después de visitar China, Singapur, Tailandia y Hong Kong y dedicarles unos cuantos párrafos a las sensaciones percibidas en cada una de las ciudades recorridas. Si tuviese la oportunidad de encontrarlo en la web te dejaría el enlace pues es precioso.
El orden y la justicia.
En mis viajes por Japón y ahora por Corea pienso muchas veces en la honradez pública de aquellos países y en el nuestro. Habrá muchas explicaciones, muchas causas y efectos, y Confucio y la Biblia, y…
Pero estando en la visita a Naganeupseong, en la excursión que hicimos desde Suncheon, pensé si no tendría que ver con la educación que reciben los escolares y el resto de la población a lo largo de toda su vida. Porque allí, e imagino que habrá otros lugares similares, se mostraba en toda su crudeza que le pasaba al personal que delinquía. Y si eso lo ves con frecuencia pues quizá piensas que no merece la pena ser un robaperas o rayar los vidrios de las ventanas de los trenes de cercanías.
Quizás también ayuda el ver al heredero de Samsung entre dos policías entrando en un juzgado. Y nada arrogante.
No sé
El inglés y el castellano.
Aunque a esta entradilla la tendría que llamar “el inglés y el lunfardo”.
Encuentro una palabra en la guía de este país que tengo que buscar: “Far-flung”. Su traducción me da muchas pistas sobre lugares que suelo buscar: “alejado, remoto”. Pero hay otra acepción con la observación “Ar” que podría ser “Aragón” pero me temo que aquí es “Argentina”: “en el culo del mundo”, “en la loma del orto”. Y aquí ya ves que siempre tenemos las de perder cuando nos enfrentamos a un idioma como el inglés.
Porque además desconozco que significa aquí “orto” fuera de la clásica definición del DRAE que es la usábamos en los Padres Escolapios: “Salida o aparición del Sol o de otro astro por el horizonte”. Hay que tener en cuenta que no eran tan científicos nuestros preceptores, sino que era un término usado más bien en la poesía, pero este “orto” del diccionario inglés-español, parece otra cosa que se resuelve con otro click de enlace al español-inglés: “vulgar) SM (Cono Sur) (=culo) arse (offensive) ass EEUU (offensive) (=ano) arsehole (offensive) asshole (offensive)”.
Vaya, que perdemos siempre.
Podemos (ser) consecuentes.
Cuando llegamos a Seúl encontré una información en el periódico a la que hice referencia en la crónica de aquel día: “uno de los jefes de Podemos pide que no se venda Cocacola en el Senado y lo cazan con dos botellas de esa marca en su bandeja de la comida”.
Y he pensado después en el boicoteador, pues el mismo dirigente tuvo otra actuación “consecuente” con la venta de un piso de “protección pública”. En su descarga hay que decir que eso lo hacemos todos. No, no lo de los pisos, en lo de las bebidas, pues cuando sabes que va a haber falta de algún producto te haces con las suficientes reservas. Y así solo dos botellas hasta me parecen pocas.
Yo a lo de los boicots a los productos en función de su procedencia me da un poco de miedo. Pasó con el cava catalán. Además, ¿sabes cuántos productos diferentes comercializa una multinacional con su propio nombre o con otras marcas asociadas? Y no es que crea que no hay que apoyar a los trabajadores de Cocacola en su conflicto de Fuenlabrada, ¡si es que soy de Fuenla! Y no tomo esa bebida, pero es que no la he bebido nunca. Además, si boicoteamos por motivos políticos ¿qué harán esos señores cuando les echen gasolina en su coche? “No, de este surtidor no, que lleva petróleo saudí”. ¿Y los productos chinos? ¿Qué pasa con los derechos humanos en ese país? ¿Y los textiles? Tendrás que vestirte solo con la ropa de los talleres de alta costura de París que seguramente son los únicos que no emplean bangladesíes ni camboyanos.
Y es que es muy difícil ser consecuente. Y más si eres un dirigente político. Claro, que no es obligatorio serlo.
Ni consecuente, ni dirigente.
Viernes de Dolores.
Estando en Seúl caí en que el domingo 9 de abril era Domingo de Ramos y pensé que se sigue celebrando ese día sobre todo por aquellos que no pueden irse a la playa o a la casita del pueblo. O a Disneyland. Pero lo que se ha dejado de celebrar totalmente ha sido el “Viernes de Dolores”. Me juego algo a que le pregunto sobre este día a los españoles de menos de 45 años (católicos, por supuesto) y el 73,48% no saben cuándo es.
Pues se conmemoran los siete dolores de la Virgen María, no todos relacionados con la pasión de Jesucristo. A mí me parece un disparate darle carácter excepcional a ese hecho: ¿qué madre no estaría partida de dolor a ver a su hijo martirizado y ejecutado de esa manera?
Pues resulta que ahora la han suprimido. En el Concilio Vaticano II se consideró suprimir las fiestas consideradas «duplicadas» y esta lo era: se celebraba el viernes antes del Domingo de Ramos y Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre. Así que se dejó la segunda. Pero lo más curioso es que esta última festividad se extendió a toda la iglesia en 1814, por Pío VII, en memoria de la cautividad sufrida por él en tiempos de Napoleón. Pues ya ves, han dejado esta última.
VMP
En mis escritos intento de no solo informar a mis amigos lectores sobre nuestros viajes, sino también darles una formación marginal, que creo que también interesante, haciéndoles partícipes de lo que encuentro en mi camino. Así acabo de descubrir el femtolitro. ¿Qué es esa curiosa unidad? Pues una medida de volumen igual a 10 elevado a menos 15 litros. (Que no sé cómo escribirlo en word). Se abrevia fL o fl.
Si lo queréis en fracción: una mil trillonésima parte de litro. Y si eres un robot americano quien me lee: una cuatrillonésima parte de litro.
¿Lo vais a utilizar mucho? Pues no, pero es la unidad de medida del volumen plaquetario medio (VPM), que a tu hematólogo lo dejarás fuera de combate si le preguntas cuántos femtolitros tienes: lo bueno es de 7,2 a 11.
Por si estás interesado en el tema te dejo el enlace a un interesante artículo titulado “El tamaño sí importa”.
Soy María.
En el final del último viaje a Japón escribí sobre lo que me había sorprendido una noticia de peluquería en un periódico local: “Corto el pelo a hombres a máquina por 7 euros, con final feliz”.
En el mismo medio y en la sección de “Amistad y contactos” encuentro este otro anuncio que por su comienzo de “Soy María” parece un intento de amistad altruista, pero que por las dos últimas palabras ves que no es así: “Hola soy María, española de 38 años. Si quieres un contacto conmigo soy muy simpática pero mis padres viven conmigo tienes que recogerme con el coche e iremos a un sitio muy discreto, solo 30 euros”.
Este otro que le sigue no permite ninguna equivocación en su brevedad: “Te masturbo y te enseño mis grandes pechos, solo 15 euros. Recógeme con el coche”.
¿Qué entenderán en mi pueblo por “amistad”? Miedo me da decir allí de alguien que es mi amigo.
Claro que en la sección de “Animales” encuentro este: “Regalo cachorros, madre pastor alemán”. Espero que los de “Hazte oír” no lean eso de “madre pastor alemán”.
Etiquetas: Corea
09/01/2018 a las 13:40
Bien las fotos, especialmente la final, tan surrealista..
11/01/2018 a las 11:47
Pues, querida Carmen, esa foto se trata nada menos que del palacio de la Virreina de Barcelona. Claro que quizás ahora le hayan cambiado el nombre.