Néstor vé a los aqueos desbaratados y su muro derruído. Va en busca de Agamenón para deliberar cómo obrar. Agamenón dice que puesto que se lucha ya junto a la popa de sus naves, se lleven las varadas en la playa al mar y se dejen fondeadas con anclas y se huya de noche con las restantes naves.
Ulises pone a caldo la propuesta de Agamenón y éste dice que quien tenga una propuesta mejor que la diga. Diomedes dice vayamos al combate aún heridos y estimulemos a los demás. Posidón da un gran alarido que infunde brío a los aqueos. Hera quiere que Zeus cambie de bando y se le ocurre ponerse seductora, maquillada (con ambrosía) vestida y calzada con prendas hermosas y complementos maravillosos (cinturón de cien flecos y pendientes de tres colgantes como moras). Además pide ayuda a Afrodita que le da una correa que contiene todos sus hechizos (el amor, el deseo, la amorosa plática y la seducción que roba el juicio incluso a los muy cuerdos) y al Sueño, hermano de la Muerte, a quien pide que adormezca a Zeus, que en principio se niega y luego accede cuando Hera promete que le dará por esposa a una de las juveniles Gracias, Pasítea, por quien el Sueño anda consumido.
Zeus que vé a Hera tan puesta la estrecha en sus brazos y se duerme sobre un lecho de loto lleno de rocío, azafrán y jacinto, doblegado al sueño y al amor. El Sueño le dice a Posidón que Zeus duerme y Posidón marcha al combate con los reyes heridos Diomedes, Ulises y Agamenón. Se desata un atroz combate. Ayante Telamonio lanza un guijarro que servía como calzo de una nave contra Héctor a quien retiran herido a la ciudad . A ver a Héctor alejarse los aqueos atacan con más brío. Ayante Oilíada mata con su lanza a Satnio Enópida, Polidamante mata a Protóenor, Ayante Telamonio mata a Anquíloco. Y sigue una relación de nombres de quienes la vida se precipitó por las llagas abiertas y la oscuridad les cubrió ambos ojos.
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