Los troyanos montan guardia. Agamenón propone abandonar y retornar porque Zeus les ha engañado. Diomedes le dice que si los cree ineptos para el combate que se vaya, que él se queda.
Néstor alaba la posición de Diomedes y dice que Agamenón debe congraciarse con Aquiles a quien ultrajó porque Aquiles es el mejor de los aqueos y su padre (Zeus) está enojado por eso. Agamenón accede a reparar la ofensa y enumera los muchos regalos que aporta para Aquiles, entre ellos Briseida, y hacerle su yerno. Néstor elige a Fénix, Ayante y Ulises como heraldos ante Aquiles. Éste, acompañado de su amigo Patroclo estaba cantando y tocando la fórminge, les recibe con amabilidad y les ofrece una cena con vino y carnes de oveja y cerdo a la brasa. Hay una buena descripción de como debe hacerse la carne en brochetas que siempre viene bien. Ulises es muy elocuente al intentar convencer a Aquiles de que vuelva al combate. Aquiles es igual de elocuente al negarse a aceptar los regalos de Agamenón a quien acusa de haberle robado y de que con Agamenón la misma honra obtiene el cobarde como el valeroso. No me pienso casar con su hija, el propio Peleo (padre de Aquiles) me procurará una mujer cuando yo quiera. Decide volver a Ftía mañana y le pide a Fénix que se vaya con él. Fénix acepta, pero le pide que reflexione sobre la oferta de Agamenón, le dice que los héroes son sensibles a los regalos y accesibles a la razones (¿a qué me suena ésto?). Ayante interviene como amigo de Aquiles, que vuelve a negar su ayuda. Ayante y Ulises regresan con los aqueos y Fénix se queda a dormir en la tienda de Aquiles. Ulises cuenta a Agamenón que Aquiles no apaga su ira. Diomedes dice dejemos a Aquiles, acostémonos y con la Aurora, tú Agamenón forma las huestes ante las naves y lucha entre los primeros.
Etiquetas: Ilíada