
Y con espíritu colmado de los goces de la contemplación de las obra de arquitectura actual nos vamos a ver la catedral de Sameba.
Su nombre oficial es “Catedral de la Santísima Trinidad de Tiflis” y en georgiano “Tbilisis ts’minda samebis sak’atedro t’adzari”, por si tienes que preguntar por ella.
Es la principal catedral de la Iglesia ortodoxa georgiana y la tercera catedral ortodoxa más alta del mundo. Este último dato importante para los seguidores de “a ver quien la tiene más grande”.
Y es curioso porque en el enlace de tan importante información te lleva a una web donde esta ocupa el 9º lugar. Eso en la web en inglés, porque si miras su versión rusa o la armenia dan puestos diferentes.
Y es reciente, porque fue empezada en 1995 y consagrada en 2004. Parece que se salvó (no sé si para bien o para mal) de la reciente fiebre de los arquitectos italianos.
Es una mezcla de diversos estilos y es el símbolo, como luego descubriremos, del resurgimiento religioso de Georgia en la era post-soviética.
Y como no podía ser menos hubo controversia en su emplazamiento, pues está donde hubo un antiguo cementerio armenio con su iglesia. Todo ello fue destruido por orden de Beria, ilustre georgiano como su compadre Stalin.
Antes de llegar al recinto señoras vendiendo velas.
Y digo “señoras”, pero hay de todo, como este vendedor que parece sacado de una peli de esas donde los malos son mafiosos del este.
Seguro que este vendedor es un piadoso georgiano que lo hace para ganarse el cielo ortodoxo, aunque por la expresión por la que te ofrece las velitas parece que no te queden opciones de rechazar la oferta.
Y el entorno, aunque no sea el casco antiguo, también está bastante deteriorado.
Y justo antes de entrar en el recinto un verdadero mercadillo religioso, que recuerda a la entrada de los templos hindúes, pero este con menos colorido.
Vaya, es una entrada medieval con caucasianos modernos.
Y lo que no te esperas es encontrar a aquel gentío delante de la fachada.
(Clic en la foto para que al verla en Flickr aumentada te percates de que no es un trampantojo).
¿Es algo habitual o hemos ido a dar con un día de los de “indulgencia plenaria”?
NB
Los ateos de nacimiento, budistas, protestantes diversos y muchos otros no sabéis de qué os estoy hablando.
Busco en la web una explicación fácil y en una llamada “Catholic.net” empieza con esta disquisición: “Antes de comenzar a hablar de la indulgencia plenaria tomate unos segundos para pensar en las peores cosas que has hecho en tu vida, tus más grandes pecados”.
Ya lo he hecho.
Y sigue: “¿No te parecería genial poder volver al pasado y simplemente no haber hecho eso?”.
Genial no, cojonudo.
Y como son muy modernos acaban así: “Como cuando estás trabajando en el computador y simplemente das Ctrl+Z, o cuando en un video juego regresas al último checkpoint”.
Y, ¡joder!, tengo que reconocer que no sabía lo del “Ctrl+Z”.
Y ahora viene lo de la explicación de qué es la indulgencia plenaria.
“Imagina que tu alma es una tabla, y cuando pecas es como si agarraras puntillas y se las clavaras. Cuando te confiesas estas puntillas salen, pero lamentablemente los huecos que dejaron en la tabla permanecen. La indulgencia plenaria se encarga de quitar esos huecos de la tabla y dejarla como nueva”.
La verdad es que me hasta a mí me ha dolido un poco el alma con lo de los clavos, aquí “puntillas”.
Pero más técnicamente según el derecho canónico: “La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”.
Como te veo muy interesado (y quizás muy pecador) te dejo el enlace donde dan toda la información de cómo conseguir tan preciada “remisión”, pero te adelanto que la clave es la frase de que la indulgencia se “consigue por mediación de la Iglesia” .
Pues aquí no se trataba de nada de eso (o quizás lo era en su versión ortodoxa) sino del padre Gabriel.
Padre Gabriel.
De nuevo Wikipedia: “Gabriel, nacido Goderdzi Urgebadze (no se sabe el año, pero muerto en 1995) fue un monje ortodoxo georgiano venerado por su dedicada vida monástica y piedad. Con muchos milagros atribuidos a él, la tumba de Gabriel en Mtsjeta ha atraído a un número creciente de peregrinos. La Iglesia ortodoxa apostólica autocéfala de Georgia lo canonizó oficialmente como San Gabriel, Confesor y «Loco en Cristo», el 20 de diciembre de 2012”.
Esto de «Loco en Cristo» me parece algo exagerado y busco la traducción del georgiano y dice que es “St. Venerable Padre Gabriel Confesor-Salos”.
Y no logro desentrañar la madeja del “salos”. Pero me sigue pareciendo exagerado lo del “loco”. Pero algo ido sí que estaba, pues se hizo monje en 1955 y en 1965 quemó una pancarta que representaba a Lenin durante un desfile en el centro de Tiflis por lo que fue declarado como psicótico y encerrado en un psiquiátrico durante siete meses.
Fue enterrado en Mtsjeta y su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación.
Su cuerpo fue exhumado para enterrarlo en una cripta especial dentro de un monasterio en febrero de 2014. Pero antes de ello lo llevaron por diversas partes del país y eso es lo que nos encontramos en la catedral de Tiflis.
NB
La perseverancia tiene recompensa. (La mía, no la del padre Gabriel, aunque quizás también él era «perseverante»).
Encuentro esta frase: “During his life, Monk Gabriel was renowned as a «Fool for Christ», which means ‘Salos’ in Greek”.
Solo tengo que poner lo del «Fool for Christ» en el traductor de inglés a griego y obtengo… pues no, que sale “Anóitos gia ton Christó”.
Quizás era “griego micénico”.
Y vista la imposibilidad de acceder al interior vamos a buscar un lugar para comer en aquel recinto, que ya se ha hecho la hora.
A pesar de nuestro nulo georgiano conseguimos comer un par de platos tipo pasteles de queso, o algo así, que estaban muy buenos.
Ha sido un lugar tranquilo y agradable
Pero al acabar las muchedumbres siguen igual de compactas por lo que decidimos dejar la visita para otra ocasión.
Al salir volvemos a pasar por delante de aquella “corte de los milagros” pero en “caucasiano”.
Etiquetas: 2014, Catedral, Dios, Georgia, Stalin, Tbilisi, Tiflis