En los últimos meses desde el Gobierno y sus ecos se viene insistiendo en que en tal o cual año todos los coches serán eléctricos y el pérfido diesel desaparecerá para convertir el planeta en el Paraíso que fué cuando todos éramos (eran) cazadores (¡Uy, perdón!)/recolectores. Mi sensación al leer o escuchar la afirmación de que todo el parque de vehículos será eléctrico en el 2035 o en el 2040 o en el 2050, que aún no hay acuerdo-acuerdo, es que nadie en el Gobierno o sus aledaños ha usado nunca en serio una hoja de cálculo (Excel me vale o la bonita Lotus del pasado). Todo es falso salvo que los que venden vehículos diesel las van a pasar canutas de ahora en adelante por la inquietud insoluble creada. Claro es que a quién le importan los vendedores de coches diesel.
Dice el gran Hofstadter que todo lo que se hace lleva más tiempo del que crees «It always takes longer than you expect, even when you take into account Hofstadter’s law». Le Pera y Gardel lo decían más breve «que veinte años no es nada».
Creer que en el año 2035 solo se venderán coches eléctricos, sea via precios, sanciones o ejecuciones en la plaza pública es desconocer el tiempo de reposición de inventarios, desconocer la tecnología y desconocer a los ciudadanos.
Unos pocos datos
Hay más de 24 millones de vehículos contaminantes en España, el año que más se han vendido (cuando el inefable Zapatero decía que habiamos superado a Italia y que enseguida pasaríamos a Francia) se vendieron 1,6 millones, en el 2021 se venden menos de 1 millon. Suponiendo que todos los futuros compradores quisieran eléctricos se tardarían mucho más de 20 años en sustituir el parque movil español en el muy improbable supuesto adicional de que todos los coches sustituidos se achatarrasen.
Nunca he tenido un coche de motor Diesel aunque sé que Rudolf Diesel fue uno de los grandes ingenieros de la Historia.