Y ya en el barrio de San Lázaro volvemos a ver su sencilla iglesia y luego el patio del albergue de “Santa Casa da Misericordia”, también llamada “Old Ladies’ House”, pues fue un refugio para los portugueses de Shanghái durante la segunda guerra mundial y más tarde una residencia de mayores. Ahora es un centro cultural y un restaurante, carillo y elegante. En su patio un magnífico ejemplar de alcanforero.
Cerca de allí la “G32”, una antigua casa restaurada donde han almacenado algunos objetos de la clase media de los años 60 y 70.
Eso dice la guía, pero quizás eso fuese en Macao porque en España serían de los 40. Así un divertido futbolín.
Desde allí a la “Fortaleza do Monte”, lugar muy interesante situado encima de la iglesia de San Pablo, que se puede contemplar desde allí.
En la muralla exterior del fuerte una lápida con una proclama patriótica: “Alto! Sentido! Recorda por uns instantes a história linda da nossa pátria. Entra altivo e de cabeça erguida porque és soldado dessa patria”.
Como está en portugués deduces que se refiere a los soldados de esa nación que defendieron este enclave. Vaya, poca defensa porque solo hubo un ataque holandés, felizmente rechazado. Aunque como “proclama patriótica” se podría utilizar para los defensores de cualquier nación. Esto viene a cuento porque no sé durante cuanto tiempo el gobierno chino permitirá la singularidad de este enclave. Y no me refiero al juego, que me parece una magnífica idea, pues de esta manera el gobierno tiene controlada esa válvula de escape para el muy aficionado al juego pueblo chino, sino al hecho diferencial portugués, que ya nadie habla, y a los restos “patrióticos” de la antigua colonia como esta placa o a la de Coloane.
Hay un cañón que parece que esté a punto de disparar contra uno de los extravagantes edificios que han levantado en la ciudad.
Y toda la tranquilidad que habíamos disfrutado a lo largo de la mañana se ha convertido en una multitud de visitantes con muchos niños.
Bajando hacia la iglesia de San Pablo encontramos más vestigios del pasado portugués como estos bonitos azulejos de la “Casa da Rocha” anunciando “confeitos”.
Y ya en la escalinata de San Pablo todavía hay más gente.
Luego en la calle que baja hacia el centro se ha producido un tapón de gente increíble y a pesar de que había varios policías por allí no han hecho nada para solucionarlo, así que a mi calificativo anterior de “jóvenes y esbeltos” habría que añadir el de “ineptos”.
Creo que no había estado nunca en una situación semejante y que podría haber sido incluso peligrosa. Lo he pensado luego y es que se han juntado dos corrientes humanas que han formado un embudo.
Buscamos y encontramos el restaurante donde conocimos a la pareja luso-japonesa. De nuevo una comida estupenda.
Y de allí a la cercana plaza del Senado.
Entro para preguntar en la oficina de turismo sobre el autobús que debemos coger mañana y la joven me dice uno, que, como compruebo luego, no es el más cercano al hotel, ni el más directo al destino. ¡Qué gente más apática!
La plaza del Senado está a reventar de gente y muchos de ellos con maletas. Parece que son turistas chinos que han comprado y están aquí reposando.
Entramos a visitar el senado cuyo nombre oficial es “Leal Senado”. Resulta que los senadores del siglo XVI rechazaron reconocer la soberanía española durante los 60 años que Portugal estuvo unido a España. Los de mi guía dicen que “ocupó Portugal”.
Como recompensa en 1654 el rey portugués le concedió el título de “leal”.
Esta bonita historia (contra España) seguro que le encanta al Sr. Puigdemont y que cuando sea President (de nuevo) vendrá aquí a acerse una fotografía.
Previamente la diplomacia catalana, Diplocat, habrá conseguido que en la universidad de Macao haya un departamento de lengua catalana ampliamente dotado gracias a los impuestos de todos los españoles.
Ah, y en la publicidad de las clases de latín de la catedral también incluirán el catalán como lengua romance. Puede que incluso con el valenciano y el mallorquín.
Es un edifico muy interesante donde se puede visitar el “Salón de Plenos”, en la actualidad un salón de actos, dado que ahora es el “Instituto para os Asuntos Civics e Municipais”.
En este edificio hay una pequeña capilla y en ella una estatua de San Juan Bautista y lo curioso es que tiene los ojos extrañamente azules.
¿Cómo se sabe que es este santo y no otro? Pues porque lleva un corderito y un vestido hecho de piel de cordero, lo que es un tanto chocante: “te llevo cuidadosamente en brazos, pero me cubro el cuerpo no del humilde lino, sino de la piel de tu padre que acabo de desollar”.
Bueno esto último es una licencia poética, pues hasta los santos debían curtir la piel antes de utilizarla, aunque fuese para hacerse sandalias.
Así recuerda la imaginería católica la frase del evangelio atribuida a este santo: “Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
Y un plano más terrenal entre la documentación expuesta al conocimiento público había una interesante acta de reconocimiento de paternidad, de la que no escribo los nombres por lo de la protección de datos.
Dentro del edificio hay una pequeña y bonita biblioteca municipal, con pocos lectores, por cierto, donde hay un par de salas del siglo XVIII muy interesantes de visitar.
Y ya se ha acabado el día y regresamos al hotel.
Sobre España y Portugal.
No en todas las colonias portuguesas tuvieron tantos problemas de reconocimiento de España cuando la “ocupación”. Recuerdo que en Diu había cañones en su fortaleza con el nombre y escudo de España.
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