Hemos comprobado estos días como las coreanas se cuidan la piel y como se maquillan o retocan el maquillaje en cualquier lugar, especialmente las jóvenes. Pues hoy ha sido un señor enfrente de nosotros en el metro quien ha sacado su crema y se la aplicado con cuidado por su cara.
Y otra novedad: a mi lado una joven leyendo en un libro de papel. La primera vez en 29 días de viaje. Bueno, en 28 en Corea.
Hoy vamos a visitar el palacio de Gyeongbokgung del que la guía dice que es el principal de Seúl y en el que “las hordas de turistas han (hemos) reemplazado a los miles de funcionarios, eruditos, eunucos, concubinas, soldados y criados que una vez vivieron aquí”. No sé a cuál de ellos reemplazaré hoy, solo espero que no sea a un eunuco, aunque imagino que vivirían mejor que los criados. Y ni pensar en concubina, aunque si había muchas, que las habría, tampoco vivirían mal, con un “servicio” cada dos o tres meses. Creo que “me pediré” un erudito.
Hemos llegado justo a las 10 que es la hora (junto con las 2 de la tarde) en que se realiza una vistosa ceremonia de cambio de guardia. Está muy bien pero no es comparable al montaje del viernes en el “War Memorial”.
A esta hora todavía había pocos visitantes en relación con los que hubo un poco más tarde, pero de todas maneras muchos más que en cualquier otro lugar turístico de este país.
Incluso hemos encontrado a una “adoradora de la secta del palo”.
El palacio Gyeongbokgung, o Palacio de la Felicidad Resplandeciente (en otro lugar he leído “Bendición Afortunada” y en un cartel del mismo palacio lo traduce como “Palacio Grandemente Bendecido por el Cielo”), fue el principal palacio de la dinastía Joseon (1392-1910). Se construyó en 1395, durante el reinado de Taejo, el monarca fundador de esa dinastía. Y lo fue en este lugar por los auspicios favorables de los geomantes, practicas a las que eran tan aficionados los coreanos. Fue incendiado durante la invasión japonesa de 1592 y permaneció en ruinas hasta su reconstrucción en 1867 y mientras tanto el palacio secundario de Changdeokgung lo reemplazó como palacio principal. Luego durante el periodo de Corea como colonia japonesa (1908-1945) muchas de sus estructuras restauradas fueron desmanteladas y se construyó un enorme edificio para el Gobierno General Japonés, inmueble que fue también removido cuando a partir de 1990 se empezó la reconstrucción del complejo.
Quizás por ello la guía empieza su descripción con un poético “Como un ave fénix, el principal palacio de Seúl ha renacido varias veces de las cenizas de la destrucción”.
Aunque para poesía su nombre en coreano porque llamarlo “Felicidad Resplandeciente” o “Bendición Afortunada” o “Grandemente Bendecido por el Cielo”, signifiquen lo que signifiquen esos calificativos….
Se nota que es Semana Santa en España porque hemos oído a bastantes compatriotas. Hablo con uno que está a mi lado contemplando una habitación y me confirma que está solamente esta semana. Como el complejo de este palacio es enorme sigues paseando y te vuelves a encontrar a los mismos turistas y así sucede con el que he hablado antes y en este segundo encuentro no puedo dejar de decirle que se parece al cura de mi pueblo. Le ha hecho mucha gracia, pero me ha dicho que le habían encontrado parecido con Roldán. Eso es una putada que yo no hubiese hecho aunque se pareciese, que no se parecía.
Más tarde charlo con otro, este de Pamplona y me dice que se agradece hablar con alguien en español. Lo curioso es que lleva aquí solo un día y además viaja con su mujer, su hija y una amiga de su mujer. Será que no habla con ellas o que lo tiene tan asumido que es como si no hablase. Ha sido una charla muy agradable. Parece que no lleva bien lo de la comida y eso que según él siempre le ponen cuchillo y tenedor e imagino que no ha tenido que comer sentado en el suelo ningún día.
En este palacio, como en el primero que visitamos cuando llegamos por primera vez a Seúl, el de Deoksugung, la entrada es gratis para los mayores de 65 años, aunque seas extranjero. También es gratuito para todos los que vistan “hanbok”, el traje tradicional coreano. Y no sé si es por este aliciente o porque les encanta hacerlo, hay muchas jóvenes así ataviadas y también algunas parejas de novios. Porque así como hemos visto parejas de chicas o en pequeños grupos disfrazadas, no hemos encontrado a chicos de esta manera a no ser que fuesen de acompañantes de ellas. Y también, sobre todo por la tarde, a algunas personas mayores. En algunos casos acompañaba a la pareja de novios un fotógrafo no sé si amigo o profesional, lo que me hace pensar que se trataba de fotos “preboda”, pues he leído en algún sitio que las hacen en lugares como este.
De todas las maneras sea así o no, el personal se disfraza para hacerse fotos de esta guisa. Marisa que hace alguna de esas fotos “robadas” se queja de que en todas aparecen con los teléfonos en las manos.
El conjunto de Gyeongbokgung se compone de puertas, palacios, pabellones, jardines…y siempre con unos nombre imposibles de recordar, como por ejemplo Geunjeongjeon, Gyotaejeon, Jagyeongjeon, Gyeonghoeru o Hyangwonjeong.
El pabellón más importante y más imponente es Geunjeongjeon, el salón del trono, que además por ser el primero que te encuentras es donde nos concentramos las “hordas” de turistas a las que alude la guía.
Encuentro una información que dice que el nombre de ese edificio se traduce como “todos los asuntos serán gestionados correctamente si Su Majestad muestra diligencia”. ¡Anda ya!
Hay un pequeño edificio muy bien reconstruido donde la emperatriz Myeongseong fue asesinada, el pabellón Okhoru. Es un recinto precioso donde un vídeo con subtítulos explica como unos asesinos japoneses mataron a la reina. Yo, la verdad, no lo acabo de entender: está la emperatriz con unas criadas en esa casita, dentro del recinto del palacio y entran unos sicarios y las liquidan a todas y encima les prenden fuego con aceite. ¿Es que no había vigilancia? ¿Y los guardias del palacio? ¿Y los eunucos? Porque esto no sucedió en la Edad del Hierro, que fue en 1895. Por cierto, en un bonito folleto dice que fue en 1985. ¿Es que no los repasan?
Tendré que leer más sobre este trágico hecho. La verdad es que les echan la culpa siempre a los japoneses, pero esto es más bien raro. Y sigue el problema, pues un cartel informa que en octubre del 2015 un grupo de ciudadanos coreanos pidieron una disculpa oficial al gobierno japonés por el asesinato de la emperatriz en el 120 aniversario de tal hecho. Un poco exagerado, ¿no?
Otra de las estancias del complejo es la llamada Jibokjoe que fue una biblioteca y ahora sigue siéndolo, aunque para acceder a ella tienes que descalzarte. Su nombre significa “Salón de la colección de jade”. Bonito nombre para llamar a los libros.