La sorpresa de la habitación nada más entrar en ella fue por:
1. Es la más grande todas, pero no un poco más: 29 m² frente a los 28 de Boseong, que ya era enorme, pero es que la de Suncheon era de 13 m²: 223% mayor.
2. Hay un jacuzzi en el cuarto de baño.
3. Hay un sofá rojo del que desconozco su uso (como “love motel”). Quizás sea solo de atrezo y en ese caso podrían haberlo hecho de escayola, porque es duro de cojones. Vaya, que no creo que tenga ningún fin sexual.
4. Tiene ordenador en la habitación.
5. Una televisión tan grande que solo las he visto iguales en Media Mart: una diagonal de 1,342 m.
6. Una banqueta de la época pre-Ikea.
7. Un espejo de 1,5×2,5 m en una de las paredes de la cama y otro ocupando toda la cabecera.
8. ¡Un gran espejo en el techo del tamaño de la cama! Por lo menos 2×1,8 m y del que desconozco la utilidad, a no ser que seas contorsionista tú y tu pareja. U onanista.
Tanto espejo a veces era un poco mareante, pues te ves reflejado en todos los sitios. Que hasta me ha recordado a la peli de Orson Welles, “La dama de Shangai”, con la escena de los espejos.
Cosas que descubrí en la habitación después de la primera sorpresa.
1. En “mi” mesilla hay una caja de plástico con una cuerda para que me salve. También estaba en Gochang y también entonces me acojonó un poco. ¿Cómo salto con esa cuerda desde un 5º piso? Y además somos dos y solo hay una cuerda. Vaya, no la he desplegado para comprobarlo, pues seguro que luego soy incapaz de volverla a colocar en su sitio y cuando las señoras de la limpieza lo viesen seguro que pensaban: “¡Vaya, otro aprensivo!”.
2. También en mi mesilla una cajita con compartimentos donde en uno hay una cajita de marca “Stellar” y la leyenda “2 Premium Condoms”. Que yo no sabía que también había “Premium” en esto de las gomas, como ocurre con las ginebras. También un sobrecito negro de una forma muy rara y de la marca “Ssen Nom” y la leyenda “Massage gel” y “Clean&Clear Effect” y “Self confidence”, con la silueta de un musculoso varón. Y finalmente un sobrecito rojo con una silueta femenina de marca “Toto Gel” y la leyenda “Body Massage gel”.
Yo la verdad ando jodido con las lumbares y quizás un masaje con estos sobres hubiese obrado maravillas, pero es que el resto de la información, imagino que las instrucciones de uso y, lo que es más importante las posibles contraindicaciones, estaban todas en coreano. Así que las he dejado donde estaban.
3. Una ducha que para poder utilizarla hay que hacer un máster en fontanería, o por lo menos “ferretería, sección grifos”. ¡No he visto nada tan complicado en mi vida! Y si tienes la mala suerte de acertar con el agua caliente esta cae encima del grifo y a tal temperatura que te abrasas la mano para cerrarlo. Que habrá muchos que después del acto se queden sin ducharse.
4. Hay un panel de luces azules increíble para manejar la iluminación de la habitación. Lo más curioso, vaya que tampoco lo había visto en mi vida, es que además del interruptor del cuarto de baño hay otro del que tardé en descubrir su uso: una lucecita encima del jacuzzi dentro de una esfera con estrellitas que van cambiando de color, pero siempre tirando a fúnebre; que te debe parecer que estás con el conde Drácula dentro de la bañera.
5. Un espray con la leyenda “Super Hard”, que miedo me da pensar donde se debe utilizar con esa sola información.
6. Una botella de plástico con dosificador que contiene un gel azul con la leyenda “Conette Exciter”. Pues lo mismo que en el punto anterior.
NB.
Intrigado por ese “exciter”, pues estaba en una botellita demasiado grande para ser lo que parecía, lo busco en internet al llegar a casa y encuentro su descripción incluso en castellano: “Excitador gel para el cabello”. O sea que nada.
7. Detrás del sofá rojo, en la pared, también roja, un dibujo de una señorita tipo años 70, con un vestido y una postura nada lúbricos con la leyenda “Love Story with U” y debajo “Love is bridge between to heart”. Que con los problemas que tengo para que el personal me entienda los nombres escritos con caracteres latinos, no sé qué les parecerán esas dos frases. Quizás piensen que son una especie de Kamasutra.
8. Diez sobres de diferentes cremas y lociones. Sus nombres empiezan todos con la palabra “snail” y yo sin gafas entendí “nail” y pensé que cuánto se cuidan las uñas estos coreanos cuando vienen a fornicar. Pues no, que era algo de caracol, imagino que baba. Yo los caracoles me los como, que me encantan, pero eso de ponérmelos por la cara, o, peor, por otras partes…, pues algunos sobres dicen “for men”. De cualquier manera, las instrucciones de uso están en coreano, así que ni “nails”, ni “snails”. Por si acá.
Y todo lo anterior que para mí eran novedades y sorpresas, quizás para ti, querido lector, avezado en estas lides, esto te parecerá de lo más normal. No me atrevo a decir “lo habitual” porque tampoco hay que exagerar, porque todos los “hoteles del amor” de España tienen todo esto y quizás más.
Lo siento, es mi falta de experiencia con las “free toiletries”.
PD
Tengo un amigo, Luis, que siempre tiene requerimientos especiales de sillas, banquetas y “chaises longues” en las habitaciones de los hoteles que frecuenta (mucho).
No sé qué hubiese pensado de “l’ameublement” de esta habitación.
Por si me lees Luis (y también para cualquier avispado lector): si quieres quedar realmente bien, como un verdadero “connoisseur” del arte del mueble de los hoteles lo que debes pedir es que la habitación incluya una “Duchesse brisée”, lo último en peticiones especiales de “chaises longues”.
NB.
La foto NO ES una “Duchesse brisée”. Por si hay alguna duda. Que no creo.
NB sobre la NB.
La fotografía no está inclinada como podría pensarse por el precioso sofá. Su correcta posición la podrás comprobar por la verticalidad de los pimientos.
Nota ortofónica (si esta palabra existe).
A los que aprendimos francés, y no inglés, en el colegio, “connoisseur” nos suena como eso, como una palabra francesa (que no lo es) y la pronunciamos como tal. Muy mal.
Pues bien, busca un diccionario inglés donde tengas el sonido de la pronunciación de esa palabra y te caerás de culo: no te lo creerás.
Nota Final.
Parece ser que si quieres quedar a la altura de una estrella del pop lo que debes pedir como dotación de la habitación es un confesionario, o por lo menos un reclinatorio.