7. Corea 2017. 16 de marzo, jueves. Cuarto día de viaje. Seúl.

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Segundo y último día en Seúl en nuestra primera etapa en Corea y segundo encuentro con el nutritivo desayuno coreano, aunque dada la semejanza con el japonés de esta cadena de hoteles, no sé si será realmente coreano o japonés, pero en cualquier caso estupendo.


Hoy queremos visitar una oficina de turismo nacional para obtener información de algunos lugares donde no lo tenemos claro como el hotel en Gochang.
Los informadores de esta oficina son eficaces y amables y el entorno está montado con innovaciones tecnológicas y con algo que a los coreanos comprobaré a lo largo del viaje que les encanta: hacerse retratos. Hay muchos lugares donde hay un fondo especial para que te fotografíes. Aquí es con un grupo de maniquíes de cartón y con unas jóvenes digitales. Ayer, en DDP eran unas grandes alas de ángel en la pared.


También compruebo que en este país hay unos grandes diseñadores y no solo por lo de Dongdaemun Design Plaza, es que hasta un sencillo letrero de lavabos se convierte en un objeto artístico.


Claro que quizás por la misma razón, o sea estar sujeto al diseño, colocan los mapas callejeros con el norte hacia abajo, como ya me quejé que sucedía en Tokio.


Después de la visita a la oficina de turismo vamos a dedicarnos a algunas de las maravillas del Seúl moderno: el “City Hall” y el “Citizens Hall”. Camino de ellos pasamos por el Cheong-gye-cheon, que, quizás por ser por la mañana y estar el personal trabajando, está bastante vacío pero me sigue pareciendo una obra estupenda de recuperación ciudadana.


Uno de los iconos de esta zona es la llamada “Spring Sculpture”, una gran caracola multicolor.


Sus espiras son de color azul y rojo y dicen que representan “la unidad de los opuestos en la naturaleza y en el espíritu humano”. ¡Joder con las interpretaciones!
Seguimos nuestro periplo hasta el ayuntamiento de Seúl, el increíble edificio del “City Hall”. Realmente son como dos edificios: el antiguo de piedra, de 1926 y de estilo renacimiento y ahora “Biblioteca Metropolitana de Seúl” y el moderno de vidrio y metal, de 2012 y que parece que también tiene interpretaciones poéticas.
Su arquitecto Yoo dijo: «Las palabras clave del diseño del nuevo edificio son tradiciones, ciudadanos y futuro. Analicé los elementos horizontales, la curvatura y los tonos de las hojas de nuestra arquitectura tradicional y los apliqué al diseño, por lo que rememoro sentimientos positivos de cosas antiguas.»


Total, que para visitar Corea haremos mejor en traernos el tratado de la poética de Aristóteles que una guía de turismo. Pues hasta mi guía la define como “un tsunami hecho de vidrio y acero….la cresta de la ola proporciona sombra (como el alero de los tejados de los templos y palacios) al espléndido edifico del antiguo ayuntamiento”. Lo dicho, mejor con Garcilaso que con Calatrava.
Paseamos por aquel increíble entorno y después nos vamos a su planta baja donde se encuentra el “Citizens Hall”. Un gran espacio donde los seulitas vienen a leer, oír música o simplemente a descansar. Un lugar muy interesante donde pudimos contemplar a un artista interpretar sentidas canciones, acompañado por una guitarra. La verdad es que el personal era un poco soso, pero quizás sea debido a la singularidad del alma coreana.


Pero no solo está el interior. En la calle hay una extraña escultura titulada “Yeoboseyo”, palabra que además significa “Dígame” al contestar una llamada telefónica y también es un “Hola” cuando intentas llamar la atención de alguien que no te escucha.
Pues bien esta escultura, llamada también en algún lugar “Yobosayo” (problemas de la transliteración), parece que tiene como fin que el personal al pasar por allí cuente cosas que luego van a parar a algún sitio. El letrero informa que “estos mensajes pasarán a las futuras generaciones” y también que “serán reciclados y se transformarán en música”. Miedo me da. Por si acaso no decimos nada.


Claro que pienso que quizás lo transformen en música para el teléfono, dado el fervor con los que los asientes al pequeño concierto miran sus terminales.
En la gran plaza que hay delante del ayuntamiento han colocado unas cuantas tiendas de campaña que parecen como de alguna ONG o quizás de una protesta. En algunas hay una bandera americana pero no logro entender de qué va aquello. ¡Cuántos enigmas!.


Muy cerca se encuentra el palacio de Deoksugung, que además de ser uno de los cinco grandes palacios de Seúl, es famoso por su ceremonia del cambio de la guardia.
Realmente es un espectáculo muy vistoso que tiene lugar todos los días excepto los lunes (o si hace mucho calor o mucho frío) tres veces al día y que dura unos 30 minutos. Muy recomendable para los turistas. Los guardias (que no sé si lo son de verdad o solo figurantes) van vestidos de época con ropajes muy coloridos y con barbas y bigotes postizos. Vaya, como los Reyes Magos (antes de la «era Carmena»).
Después visitamos el palacio de Deoksugung, nombre que significa “De la Virtuosa Longevidad”. Es una mezcla de pabellones de tipo coreano junto con otros de tipo occidental.
Una pieza muy interesante es un reloj de sol semiesférico llamado “Angbuilgu» de 1434.


Nuestras visitas son tan largas que cuando nos vamos podemos ver de nuevo otro cambio de guardia, esta vez con más personal desfilando. A diferencia de otros espectáculos semejantes al acabar los asistentes se fotografían con los “desfilantes” y como algunos del público van disfrazados parece que sean todos de la misma “troupe”.


Dejamos el palacio y en el camino de vuelta encontramos a un artesano callejero que fabrica tablillas de madera con escritura coreana. Lo curioso es que en una mano en lugar de su mano lleva un martillo. Como el garfio de los piratas mancos.


Pasamos de nuevo por el sorprendente y maravilloso ayuntamiento y acabamos en la catedral de Seúl.


La catedral de la Inmaculada Concepción o de Myeong-dong.
Es un extraño edifico de estilo neogótico. Aquí fue donde se creó la primera comunidad católica de Corea en 1784. Durante los años 70 y 80 fue un lugar de defensa de los (maltratados) derechos humanos.


En su interior unas bonitas vidrieras con historias de la Biblia y los misterios del rosario. Se cree que las originales fueron creadas por monjes benedictinos pero las actuales fueron restauradas en 1982 por Lee Nam-gyu.


Este artista ha tenido la mala fortuna de llamarse igual que una señorita coreana, actriz y cantante, que ha sido clasificada como uno de las chicas más guapas en 2012 en el puesto 58 del “The 23rd Annual Independent Critics List of the 100 Most Beautiful Faces”.
Te parecerá poco porque Elsa Pataki está en el 34 pero Priyanca Chopra estaba en el 73 y Scarlett Johansson en el 100. Te dejo el enlace.
Total, que el pobre y gran vidriero ha desaparecido del mundo de la fama.
Tampoco sé nada del diseñador del viacrucis, del que os aseguro es un artista increíble.


Aquí tienes la estación octava: “Jesús consuela a las hijas de Jerusalén” .
No me digas que no es algo fuera de serie.

NB
Me he percatado de que algunas fieles están rezando el Viacrucis, pero es que estamos en Cuaresma.

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