El parlamento de Gabriel Rufián. ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

by

He escuchado con atención la intervención del congresista de ERC el pasado octubre en la sesión de investidura y he apuntado lo que me ha parecido relevante. He tenido interés en escucharla (no la escuché en su momento) después de leer muchas referencias de articulistas de todo tipo que en gran parte compartían la idea de que un «espíritu valiente» ha dicho lo que ha sentido.

Comienza con insultos a Rivera (no se que quiere decir Maese cuñado, pero no parece bueno) a Susana Díaz (Richelieu), a Felipe Gonzalez (GonzáleX) y a los componentes del PSOE Iscariote, presumiblemente traidores a Pedro Sánchez, alguien a quien él no respetaba nada hasta que le sirvió para lucir su amor a la Verdad.
Después insulta al PSOE cúpula en nombre de los socialistas auténticos. «Traidores es el único nombre que merecen.» Pasa a dar voz a los que no la tienen en el PSOE. Y como en la mala publicidad de detergentes da la palabra con sus nombres de pila a personas «excluidas» por el PSOE. Rubén, José Antonio, Laura, Antonio, Armando. Nombres no verificables, historias no verificables y asco y rabia no verificables excepto la de Gabriel que ataca «Tienen alguna respuesta para ellos? Algo?» y se le nota en su rostro noblemente antitaurino (como luego podemos comprobar) un gesto de valiente larga cambiada ante los morros del herido PSOE que no echa ni espumarajos.

El extraordinario lidiador no dice sus respuestas. ¡Vamos Gabriel!, ¿Cómo haras para que  Armando no cobre 884€ por 168 horas al mes sino un sueldo más «digno», para que la madre de José Antonio que trabaja fregando suelos por menos de 4€ la hora y llora cada vez que los (los los del PSOE no a los Jordi Pujol que no la representan) ve en la tele traicionándola, tenga algo de consuelo y unos ingresos razonables?. Dí algo cierto e inmediato y tendrás un Nobel de Economía en esta década.

Entra después en el terreno impoluto y moral de las sinécdoques; los del PSOE S.A. (todos los del PSOE S.A.) se sientan en los consejos de administración de las eléctricas,  se doblegan sin vergüenza a los designios de una cacique que gobierna la comunidad autónoma con una de las tasas de paro y fracaso escolar más altas de Europa, dan el poder a uno de los partidos más reaccionarios de Europa junto con el cuñadismo neoliberal salvaje (se supone que el cuñadismo de Ciudadanos porque de paso insulta a Toni Cantó), traicionan en general a los suyos en muchos aspectos. Todos ellos hacen todo eso y además sin ninguna vergüenza y otras cosas muy importantes para la derecha que siempre ha sido Esquerra: no prohibir inmediatamente los toros (asesinato de un animal en una plaza pública no como los catalanistas correbous dignificantes), impedir el cambio de sexo en la documentación (obligan que en un carnet de identidad Sonia se siga llamando Antonio), vender la memoria de un partido centenario, no apoyar a las personas emblemáticas que se lo merecen (escupen en la memoria de José Couso).

El estrambote es el de siempre, alabar a alguien a cuyo entorno se denigra: «Si le hacen esto a su secretario general y a su militancia, imaginen qué no le harán a la gente»(como si la militancia no fuese gente que lógicamente es «la gente de Gabriel» y acaba con el insulto a la España no común (curioso que ahora que todos son «…Común» España sea la única que no lo es. «Por cierto, Sr. Sánchez la España que le niega a usted votar en su partido es la misma que nos niega a nosotros votar en nuestro país.»

En suma, discrepo de la mayoría de los analistas, algunos de ellos admiradores secretos, del congresista de ERC cuando afirman que dice verdades como puños. Para mi que dice puños como verdades.

Quede para personas competentes el juicio psicoanalítico acerca de lo que el niño Gabriel habrá sufrido en el cole por los desprecios a su apellido de sus compañeros castellanoparlantes, ni lo que eso ha podido influir en su carácter amenazante  y faltón de hoy. Los que sabemos de la crueldad de los coetáneos niños nos solidarizamos con él y lamentamos los chistes ad nominem.

Una respuesta to “El parlamento de Gabriel Rufián. ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?”

  1. Carmen Says:

    Magnífica crónica parlamentaria que suscribo totalmente

Los comentarios están cerrados.