Coda lingüística al día 30.
¿Por qué las palabras del comienzo de la crónica de este día? Pues por ejemplo “cerrojo”: pasamos por una puerta del palacio imperial y Marisa me hizo notar el imponente cerrojo y yo aproveché para aleccionar a Hiro: “Si un extranjero es capaz de pronunciar correctamente esa palabra puede pronunciar cualquiera del español”. Y él lo consiguió a la segunda. Y es que los japoneses son muy listos y además tienen una fonética parecida a la nuestra. Así tienen 5 vocales (como nosotros) y con 5 sonidos (también como nosotros). Lo único es que el orden es diferente: a, i, u, e, o.
¿Y “sillón”? Pues porque es de las pocas palabras en que no seguimos la norma de “una letra un sonido” y de la que siempre canto las excelencias del castellano.
Hiro: “sil-lon”.
Yo; “No, sillón”.
Hiro: “si-yón”.
Yo: “No, sillón”.
Al final salió bien.
Y así le explique la diferencia entre “llave y “yave”. Y que ellos pronuncian “gui” cuando escriben gi”, como en “Ginza”. Y que nosotros distinguimos “gue, gui” de “ge, gi”. Y va entonces y me pregunta: “¿Y je, ji?”. Pues no tiene explicación aunque una vez oí que “Jimenez” así con jota es porque era descendiente de gitanos. Pero como debía ser una insidia (pertenecía a un compañero de trabajo con mucha gracia y mucha mala leche) no se lo conté a Hiro.
26/12/2015 a las 11:16
Coda con orquídeas: ¿algún significado que se me escapa?
Porque tampoco las orquídeas parecen ser de Tokio.
26/12/2015 a las 13:11
Alfonso, tienes razón: las flores no tienen relación con el post, pero sí busqué una fotografía de Marisa que tuviese palabras.
Un abrazo