Hoy ha sido el desayuno más multitudinario. En estos hoteles se hace en la sala que hay al lado de la recepción y no suele ser muy grande. Y todo el personal con traje.
Siempre hago alguna jaimitada: hoy he cogido una bandeja para el desayuno de la pila de las sucias. Menos mal que una de las camareras-cocineras ha visto mi impericia y me ha sacado del error. Mientras no coja los palillos del cesto de los usados…
Cuando vamos a coger el ascensor nos sorprende que hagan cola para acceder a él. Aquí hacen cola para todo. Una vez más pienso como un japonés se volverá loco en la India. O como solo en una mañana en Japón un indio trasgredirá todas las normas de comportamiento cívico.
Hoy vamos a visitar la isla de Miyajima, una de las maravillas de este país.
Con la tarjeta “JR Pass” se puede llegar hasta allí utilizando los transportes de esta red aunque hay otros medios para hacerlo.
Así que cogemos un tren tipo cercanías para llegar hasta “Miyajima-guchi Station”. Este sufijo “guchi” aparece en muchas palabras relacionadas con las estaciones. ¿Qué significa? Pues parece que “entrada” o “salida” y “puerta”. Hoy estaba claro pues esa es la estación por la que accedes al ferry para ir a la isla pero en otros casos sirve de sufijo a una palabra que en japonés signifique algún punto cardinal por lo que si te dicen como referencia “Minami-guchi” te quieren decir la “puerta sur”. Así que mejor que esté esa palabra en algún sitio sino tienes un problema.
El tren que nos lleva hasta allí tiene una particularidad: los asientos van calefactados y si eso te pasa en España cuando cambias a uno que acaban de dejar libre tienes una extraña y desagradable sensación, pero aquí lo son todos. Lo cual quiere decir que es una reacción cultural: no al calor animal y sí al producido por otros medios. Lo mismo sucede con la tapa de los inodoros. Al principio lo encuentras un poco desagradable pero luego ves que es un buen invento sobre todo si no te acuerdas de que aquello está calentado por una resistencia eléctrica y muy cerca de partes tan sensibles.
Otra particularidad ha sido que por primera vez en el vagón van varios extranjeros, vaya, occidentales, que si son chinos o coreanos no me entero.
Y del tren en un corto paseo al ferry donde debes hacer la típica cola japonesa para acceder a él. Y en nos cuantos minutos estás en la isla.