Tsipras ha dicho que no será el primer «Primer Ministro» griego en salir humillado del Gobierno. Varoufakis ha dicho que prefiere que le corten un brazo antes que firmar un acuerdo sin reestructuración (¿quita?) de la deuda. Son declaraciones de auténtica soberbia impropias de quien quiere y necesita ser ayudado, pero además el meter voluntariamente a sus ciudadanos (los más vulnerables lo van sentir mucho más) en un corralito financiero como medida salvadora tiene algo de sadismo. A la victoria por el sufrimiento. ¿Quien dice que la «izquierda radical» (eso significa SYRIZA Coalición de Izquierda Radical) no gusta de cilicios?
Espero que el, por otra parte, apreciable Varoufakis se marche a la Australia en la que se educó o a algún otro de los países en los que ha sido docente antes que abogar por la manquedad. Como dice Varoufakis en Truman «hay una variedad de alternativas de negociación para intentar convencer a nuestros socios de la necesidad de una “conferencia sobre la deuda”… que cambiaría las circunstancias de forma considerable, pues haría que la economía griega fuera sostenible nuevamente (y que podría producir acuerdos útiles para Portugal, Irlanda, Italia, etc.).» Y para convencer a nuestros socios de esa hipótesis y de esa futura sostenibilidad ¿hace falta tanto dolor?
Etiquetas: Grecia
05/07/2015 a las 17:38
Yo, que no tengo conocimientos en economía y que no sigo al detalle los dimes y diretes de la negociación entre Grecia y la Comunidad Económica Europe, no entiendo nada.
Del artículo se deduce que es la soberbia de dos hombres, Tsipras y Varoufakis, la que ha dado lugar al corralito, y sí han sido ellos los que han tomado la decisión del referéndum, pero creo que han sido los de la Troika o los poderes fácticos de Europa los que han decidido no prorrogar el rescate o la agonía de la situación.
Vale son tácticas de dos negociadores, luchadores, que golpean las espaldas de los griegos y del resto, y eso no parece muy correcto.
Pero, ¿puede alguien decirme si estos poderes fácticos, que dirigen la desastrosa situación económica en que nos encontramos y que está completamente sometida a los poderes financieros, de la que sólo podremos salir si se produce un cambio radical, están dispuestos a llevar a cabo ese cambio?, ¿pueden?, o ¿sólo tienen el poder de conservar sus puestos de trabajo con el objetivo de hacer creer a los ciudadanos que esto es una democracia que emana del poder soberano del pueblo, mientras los que mandan se enriquecen sin medida?
Pues eso, que Tsipras y Varoufakis puede que sean unos soberbios pero el resto son unos, vendidos, incompetentes y cobardes
Por cierto, ¿qué sentido tiene la compleja organización de la CEE? ¿Es para hacer más fácil la confusión y la ineficacia mientras los financieros hacen caja?
09/07/2015 a las 18:09
Todos sabemos de economía. Todos hacemos presupuestos y gestionamos ingresos. Mal o bien pero lo hacemos. No quería afirmar que la soberbia de dos hombres ha dado lugar al corralito, pero si lo has entendido así, vale. Es evidente que Tsipras, que debe cargar con la responsabilidad de la decisión, ha preferido meter a sus ciudadanos en el problemón como parte de su jugada y le ha salido bien, él ha salido reforzado y sus opciones han salido reforzadas. Creo que a los griegos les será catastrófico.
En toda decisión hay algo «personal», también la soberbia puede influir. Desde que no es ministro ya se han leído varias cosas sobre los aspectos menos agradables de Varoufakis y él ha salido indemne de esta situación.
Lo que no me gusta de tu comentario como lo de otros muchos que mencionan a los poderosos o los de arriba es el carácter de conspiracion inevitable que concita. Puede que haya ricos que vayan a Davos, pero no toman allí decisiones para joder el mundo. Es lo mismo que cuando se habla de los mercados. Los mercados no son, pero incluyen a nuestros conocidos que cambian su plan de pensiones o que buscan más rentabilidad para las cuatro perras de su madre o al gestor de una compañía de seguros o al piernas del Credit Lyonnais que le hace perder miles de millones a su banco y la conspiración es que hay millones de personas en el mundo que hacen esas operaciones a diario con plena libertad y con desconocimiento de los resultados (como por cierto ocurre en el tráfico de vehículos o en temas complejos en general).
¿Que las personas deberían estar antes que la libertad de movimiento de capitales? Quizá tengas razón, pero está claro que Tsipras no ha respondido a esa pregunta sino todo lo contrario y a la vez. Ha impedido la libertad de movimiento de capitales y ha dañado a todas los griegos. Aclaro, ha impedido la libertad de acceso a los pequeños ahorros, porque en sus cinco meses de mandato no ha impedido una salida de capitales enorme del orden de 70.000 millones y eso sí lo podía haber impedido. La decisión de Tsipras me parece mucho más incomprensible que la de los acreedores.
Para que no creas que desde fuera es fácil tener estas opiniones sobre la responsabilidad de los «débiles» te remito a la muy cualificada y razonada opinión de Markaris que me parece ejemplo de griego sensato.