53. Sri Lanka 2014. Vigésimo octavo día de viaje. 22 de octubre, miércoles. Galle III.

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Sri Lanka. Galle. Fort.

Seguimos recorriendo aquellas calles del Fort que han dejado de ser una ciudad viva y se han transformado en un gueto turístico con hoteles de diseño, tiendas de moda, joyerías, antigüedades,…Una señora muy mayor que está en la puerta de su casa nos dice en un inglés perfecto que ella vive allí y que aquella es su casa. Imagino que será uno de los casos de los que hablaba en mi crónica anterior en que estarán esperando que se muera para transformar la vivienda en una tetería “posh”.

Sri Lanka. Galle. Fort.

Decidimos dar una vuelta por las murallas, uno de los paseos más recomendados y realmente muy bonito. Hoy cada 40 ó 50 metros hay un soldado con un fusil ametrallador mirando hacia el mar. ¿De verdad espera el alto estado mayor de la armada esrilanquesa que por venir hoy el presidente de la república van a invadir la isla por mar desde  Galle? Los militares, sus pensamientos y sus estrategias no dejan de sorprenderme a pesar de que hice el servicio militar y eso me permitió conocerlos bastante bien.  Para compensar debajo de uno de esos vigilantes hay una familia bañándose plácidamente.

Sri Lanka. Galle. Fort.

Vemos una mezquita que parece una iglesia. Un señor que hace publicidad de una heladería me explica muy amable  (vaya, que se  lo he preguntado) que no fue una iglesia cedida al islam y transformada en mezquita, como a mí me pareció, sino que fue construida como tal mezquita durante la época británica y porque entonces los arquitectos coloniales lo hacían todo así. Por cierto, que tiene un nombre horrible: “Meera”.

Sri Lanka. Galle. Fort. Meera Mosque.

Hay una casa que tiene una parte de museo y otra de cachivaches que acaba en una tienda. Son tan amables que me da pena decirles de entrada que no voy a comprarles nada. El señor que nos acompaña resulta ser musulmán. Intento averiguar si todos los mahometanos  de este país se consideran moros, “moors”,  o si estos son una parte dentro de los primeros.  Vano intento, pero sí que me ha dicho que los musulmanes de aquí descienden de los marroquíes que vinieron aquí como comerciantes.  Eso explicaría lo de llamarlos moros, pero no creo que sea el caso.

Sri Lanka. Galle. Fort.

En la tienda alguna exhibición de artesanía como una señora haciendo encaje de  bolillos. Esta es una actividad que había prácticamente desaparecido en mi pueblo pero que ahora ha renacido. Imagino que aquí será de tradición holandesa.

En el paseo por las murallas encontramos unas estatuas de héroes o de guerreros, o ambas cosas, que están inacabadas. A una le falta la parte superior de la cabeza, a otra las manos y a una tercera no le han quitado la camisa atornillada de fibra de vidrio que debió servir como molde. Si hubiesen estado en una galería de arte de una gran ciudad occidental seguro que pasarían como “una evolución inacabada del despertar  iconoclasta del artista” pero aquí es pura dejadez municipal. Si estuviésemos en una ciudad aragonesa podría ser municipal, comarcal, diputacional, autonómica o nacional. Y si estuviese cerca del Ebro la culpa podría ser también de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro). ¡Viva la descentralización (de las responsabilidades)!

Sri Lanka. Galle. Fort.

Pasamos por delante del campamento de los “scouts”. Un letrero dice  que es la celebración del centenario de la “First Galle Mahinda Scouts & Galle District”. A su lado una gran carota del presidente. A lo mejor es verdad que viene aquí a ver a un par de centenares de chicos, pero me parece extraño.

Pues vendrá el presidente pero en las calles del fuerte hay grandes montones de basura.

Tras la comida breve descanso  y nos vamos andando en la misma dirección que ayer pues al pasar con el autobús vimos en la entrada de Galle muchos puestos de pescado al lado de la carretera.

A lo largo del camino hay policías cada 40 ó 50 metros y en todos los cruces policías de tráfico.

Primero hay una especie de paseo marítimo de fácil andar que acaba en un poblado de pescadores. Allí dos filas de 20 hombres cada una tiran de unas redes enormes. Es muy interesante pero aquello va para largo y nos vamos sin ver el resultado de tanto esfuerzo.

Sri Lanka. Galle.

Luego vemos a unos 50 sentados en un lado de la carretera con pequeñas pancartas y vigilados de ceca por la policía. Imagino que querrán que los vea el presidente  pero creo que es una tarea inútil.

Sri Lanka. Galle.

Luego se acaba el paseo y ya es pura carretera y con mucha circulación  y aquellos puestos de pescado nunca aparecen. Vamos preguntando a peatones y policías pero después de andar una hora desistimos.  En el camino hemos encontrado una preciosa mezquita y hemos visto pasar como un rayo a la comitiva presidencial. Poco profesional me ha parecido su escolta: un todo terreno abierto detrás del coche presidencial con media docena de soldados con sus armas preparadas. Que si pegan un frenazo se parten la crisma todos.

En el recorrido hemos encontrado un todo terreno de la armada con dos o tres marinos dentro que acarreaba un cañoncito. Estaba parado en un lado de la carretera y como estaba tapado no sé si era de verdad o formaba parte de la estrategia militar y era solo de atrezo.

Regresamos con un autobús a Galle ya de noche.

PD

Recorriendo las murallas ha aparecido un autobús pequeño, de unas 20 plazas, con turistas occidentales dentro. Vehículo que se veía nuevo, con aire acondicionado, o sea con ventanillas cerradas y que en un lateral llevaba la palabra “Adventure”.

“Adventure” fue lo de Shackleton o lo de Ibn Battuta pero lo nuestro es puro turismo.  Pero seguramente ese letrero, “Adventure”, crea un espíritu de intrepidez en el grupo que les hace sentirse más valientes.

Sri Lanka. Galle. Fort.

“Adventure” era sacar o meter una barca grande varada en la playa a empujones entre cinco hombres famélicos con la única ayuda tecnológica de tres botellas de plástico de agua debajo de la quilla. ¡Eso sí que es una aventura!

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Una respuesta to “53. Sri Lanka 2014. Vigésimo octavo día de viaje. 22 de octubre, miércoles. Galle III.”

  1. Carmen Says:

    Bien, Ángel, que no hay nada más estúpido que emprender un viaje que te cuesta una jartá de dinero por la cantidad de infraestructura de avituallamiento y seguridad que lleva y considerarlo una aventura.

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