Día de la Virgen del Pilar y aniversario de mi partida de Melilla y reincorporación a mi vida civil.
Son las siete de la tarde y estoy escribiendo este borrador en la recepción de un hotel de Dirang donde no estamos alojados aunque hemos cenado y donde hay con un gran trasiego de bengalíes que sí son huéspedes del hotel y que como siempre cuando se mueven por estos o parecidos lugares van vestidos como para atravesar la Antártida a pie y con mal tiempo: gorros de lana, guantes, bufandas, mantas y…chanclas. Y es que todavía estamos en la Durga Puja que acaba mañana y siguen pululando por aquí.

La noche en la gran cabaña de Nameri ha sido estupenda. Yo por lo menos he dormido como un tronco aunque imagino que un entomófobo (y conozco a alguno muy cercano) las pasaría canutas pensando en la cantidad de bichos que pueden entrar por allí. Para mí el único verdadero problema es el jodido “Anopheles” y no creo que aquí los haya pero de todos modos el mosquitero para dormir ayuda bastante a evitarlo.
La mañana era muy agradable y el lugar donde está ese “eco-camp” magnífico y también el desayuno.

Damos un paseo por allí pues ayer era muy tarde para verlo. Las cabañas parecen estar francamente bien. Un señor está arando un campito y lo más curioso para nosotros es que el labrador lo hace con dos bueyes bastante famélicos y con un arado de madera. Uno de los jefes de la organización me explica que quieren hacer un huerto orgánico con algunos vegetales para la cocina de allí y también para que lo vean los clientes y si quieren puedan cogerlos ellos mismos. Y es que siempre pensamos que en estos países el personal es gente del campo o próxima a él pero los habitantes de las grandes ciudades son tan urbanitas como los del centro de Londres o los de las Ramblas de Barcelona.

Este recinto está en el “Nameri National Park”. El jefe (o uno de ellos) me explica las actividades que hacen cuando abren (del 1 de noviembre a abril): visita al parque para observar pájaros y me recalca que acompañados de un guardia armado. No sé si es para indicarme que así no hay peligro o para todo lo contrario, que es tan peligroso que debe acompañarte uno de esta manera.
La guía dice que está especializado en recorridos “low-key” no sé si para decir que los recorridos son suavecitos o que no esperes encontrarte los grandes animales que todos buscan como rinocerontes o tigres. No creo que los pájaros sean tan peligrosos como para llevar el guardia, a no ser que sea algo tipo “Parque Jurásico”. De todas maneras es un sitio precioso para pasar unos días.

Salimos por un camino de tierra que hará impracticable el acceso en cualquier momento de lluvias. Llegamos al fin a la carretera que va hacia Arunachal y pasamos al lado de unos grandes campos de arroz y a lo lejos detrás de unas grandes montañas se divisan otras mayores con picos nevados que pertenecen al Himalaya; lástima que se anuncian lluvias y me temo que no podremos contemplarlos más de cerca. Pero aquí las tierras circundantes tienen un aspecto tropical y sin ninguna presencia de las plantaciones de té.
La carretera está bien pero con cabras por doquier y grandes movimientos de tropas. O es que cuando visito la India coincido con maniobras militares o es que este ejército no para de moverse. Desde luego esta parte del país está muy militarizada y hoy va a ser un día de continuo pase por cuarteles y de cruzarnos con camiones militares.
Al cabo de una hora llegamos a la “frontera” de Arunachal Pradesh, entregamos el famoso PAP que tanto nos ha costado conseguir pero que simplemente es una fotocopia de un impreso que enviaron por correo electrónico desde el departamento de turismo de Itanagar (que como no sabes es la capital del estado).
El agente de la ARP (Arunachal Pradesh Police) apunta nuestros datos en un libro de esos indios de tapas duras y hojas enormes tras conseguir encontrar, con mi ayuda, donde aparecía el número de pasaporte. Firmo y ya estamos en Arunachal, que me parece mentira, pero allí mismo está a punto de malograrse todo el viaje: me pego un terrible testarazo con la barra metálica que impide el paso y que la tienen siempre medio levantada. Y es que iba tan contento que no la he visto. Tanto les ha divertido o sorprendió al retén policial que lo custodiaba que me han saludado cuando hemos pasado con el coche.
He comprobado en el libro de registro el escaso número de extranjeros que pasan por aquí: ayer 3 británicos, anteayer 2 alemanes y hace 4 días 4 británicos más.
El chófer nos advierte que si queremos fruta la tenemos que comprar en ese paso fronterizo (ILP & Vehicle Check Point) porque luego no se encuentra. Y aquí te clavan: unas manzanas grandes y hermosas en Guwahati, que es una gran ciudad, las vendían 80 rupias el kilo, lo que para la India es caro, pero aquí en este polvoriento lugar sin nada más te pedían 140 rupias, o sea a euro y medio el kilo, por unas manzanas pequeñas y rebordencas.
Como vamos con un coche de turistas paramos en todos los sitios donde paran esos coches siempre con familias indias. Así hoy la primera parada ha sido en un jardín de orquídeas y no ha merecido la pena pues por la época del año que es hay muy pocas en flor. Sí que he descubierto una llamada la “orquídea del bambú” (Arundina graminifolia) por su semejanza con esa caña. Os recuerdo que el bambú es una gramínea. Un poco grande pero gramínea.
En este centro un panel explica que en este estado hay 142 géneros de orquídeas y 600 especies, siguiendo en la clasificación Sikim con 450 y Meghalaya con 325.

Y como en otros viajes cuando están arreglando las carreteras el trabajo duro de menudeo lo hacen las mujeres porque el de grandes movimientos de tierra con maquinaria pesada lo hacen los hombres siempre bajo el control del Border Road Organization (BRO) del que volvemos a encontrar sus letreros en todas las carreteras de montaña bien dando sabios consejos, algunos con moraleja (y con rima) como “la velocidad es como una navaja que puede cortarte la vida”(“Speed is a knife, cuts the life”), o bien con declaraciones de autopropaganda de lo bien que lo hacen y de cómo se preocupan por el bienestar de todos.
14/03/2014 a las 10:41
Lindísimas fotos y que bien se os ve!!
(el entomófobo me lo imagino?? jejeje)
23/03/2014 a las 19:18
¡Has acertado!