
Una noche estupenda, de esas que no te enteras que la has pasado hasta que suena el despertador, que en nuestro caso todos los días es a las 7 de la mañana, excepto por necesidades del viaje que puede ser antes.
Así que ya nos hemos recuperado de la mala noche pasada.
NB
Estos camiones no tienen nada que ver con el desayuno que son cisternas que vienen a cargar agua delante del hotel.
El magnífico desayuno también ayuda, pues a las típicas comidas indias le han añadido tortilla y eso a nosotros nos soluciona el problema. Además, hay té en hoja, lo que no es nada frecuente en la India, a pesar de ser un gran productor, vaya, es la primera vez que lo veo en un desayuno y de los pocos en restaurantes o cafeterías.
Hoy tenemos una agenda especial, pues nuestra amiga Smriti es profesora de español en una escuela privada y quiere que les hablemos a sus alumnos, así que allí nos dirigimos.
No conozco ninguna escuela en la India, pero esta debe ser de categoría por la recepción que tiene y la seguridad de la que dispone.
Son unos 16 chicos y chicas de 14 a 16 años a los que Smriti les explica quiénes somos y les entrega distintas preguntas para que nos las hagan.
Dentro de nuestros antecedentes sitúa a Alcañiz en un mapa y aprovechamos para hablarles de la eñe.
La mejor pregunta es de un chico sobre mi edad y le contesto que qué años cree que tengo: “40” es su respuesta.
Me ha dejado de piedra.
Le digo que calcule que si tengo una hija de 52 años cómo puedo yo tener 40, pero el chico estaba tan confundido, o era tan tonto, que no ha sido capaz de responder.
Ha sido muy interesante pues Smriti ha querido demostrarles lo que conocemos de la India, pero también ha quedado claro lo poco que la conocían ellos.
Ya ves que los chicos se sitúan separados de las chicas. No sé si en España harían lo mismo. Espero que no.
Había visto en Google que detrás de este colegio, y al lado del mar, había un templo dedicado a Shiva, pero no lo conocía nadie, ni alumnos, ni profesores, ni el personal administrativo, así que con Google vamos hacia allí y afortunadamente hemos dado con un señor que tenía una casita al lado y nos ha conducido hasta el templo porque si no hubiese sido imposible.
El “Rameshwaran Shiva Temple” es una construcción moderna y pequeñita sin ningún interés artístico, ni turístico, pero sí para nosotros haber conocido aquel entorno de menesterosos que está situado muy cerca de ese estupendo colegio: las dos caras de la India, tan cercanas y tan lejanas.
De todas maneras, aquel era una especie de poblado de pescadores y Marisa ha podido fotografiar unas bonitas barcas de pesca que estaban en las cercanías.
Regresamos al hotel con un taxi, pero otra vez se vuelve a perder el taxista. Parece que damos con los más torpes. A esto se une que esta mañana para ir al colegio también hemos tenido problemas pues nadie nos quería llevar y desconozco el motivo.
Comemos en un restaurante donde después de insistir mucho que los vegetales de Marisa no fuesen picantes y de asegurarnos que no lo serían, pues… imagínatelo.
Breve descanso y con un taxi a Nariman Point y esta vez hemos encontrado uno que además de que nos ha llevado sin problemas tenía una foto que yo creía que era de la Meca y esto me ha dado pie para preguntarle si era musulmán y le digo que me lo imaginaba por la foto: “No es la Meca que es la dargah de Ajmer”. Y claro, cuando le hemos dicho que acabábamos de ir a ver la tumba de Chishti se ha puesto muy contento. Lástima que no hubiese sabido más inglés, pues también nos ha dicho que mañana era fiesta porque había elecciones. Le digo que en España son en domingo: “Si aquí fuesen en domingo no iría nadie a votar”.
No he acabado de entenderlo, pues si tienen fiesta por ello también se podrían quedar en casa.
La Punta de Nariman es donde acaba “Marina Drive”, un bonito y larguísimo paseo marítimo que hoy estaba con mucha gente sentada en el malecón, sobre todo jóvenes y bastantes parejas, algunas de las cuales incluso ponían el brazo por encima, lo cual debe ser un atrevimiento importante.
Conforme se acercaba el momento de la puesta de sol había más y más gente.
Nos ha resultado muy curioso el “skyline” que se contempla desde allí y que no hubiese sido capaz de relacionar con esta ciudad y sí más bien con alguna de China o EE. UU.
Regresamos andando al hotel y compruebo que esta ciudad a veces no parece india, vaya la India que acabamos de visitar.
Y otra novedad: semáforos para peatones en algunos grandes cruces importantes, pero que no siempre respetan esos peatones.
Pasamos al lado de la estación de ferrocarril de Churchgate y entramos para echar una ojeada.
Lo primero que vemos son unos limpiabotas lo que nos sorprende bastante.
Hay mucha, mucha gente y por el tipo de trenes parece que es una estación solo de cercanías.
Los vagones son mucho más anchos de lo habitual, dentro de ellos las filas son de asientes dispuestos en 3+3.
El primer y segundo vagón solo para señoras y dice que las “24 horas” y es que creo que hay vagones donde esa exclusividad es solo en las horas punta, lo que quiere decir que hay mucho sobón.
Además de ese letrero indicándolo hay una figura femenina con los brazos cruzados y con cara de mala leche en la puerta del vagón.
Cuando llega el tren y antes de que se pare, como va con las puertas abiertas, ya hay personal que se lanza para coger asiento.
Camino del hotel pasamos por delante de una estatua de un prócer del que desconozco todo, Gopal Krishna Gokhae, pero del que tengo que investigar su vida pues fue nada menos que el “Founder of the Servants of India Society”.
Luego encontramos una pared que primero nos sorprende porque las poderosas raíces de un ficus la han roto justo donde había una pintada reproduciendo un teclado de ordenador.
Luego esa pared continuaba con pintadas muy reivindicativas y con frases muy interesantes como ”¡Basta! Parad el trabajo infantil” o “Parad ahora el matrimonio infantil”. Y la más divertida: un señor orinando con la inscripción de “Dejad de mear en cualquier sitio”.
La de mejor diseño, pero también terrible: una silueta de niño transformada en una máquina de coser y que dice que “los niños no son máquinas”.
Cerca del hotel un joven está pintando en la calle aunque ya es de noche. Es un sitio por donde no pasa casi nadie y le pedimos permiso para fotografiarlo.
Un día tranquilo y muy interesante que nos ha permitido conocer aspectos diferentes de este país: un colegio que imagino de estudiantes con papás ricos y al lado un poblado pescador pobre, un paseo marítimo adonde vienen a ver la puesta de sol y algunas parejas a abrazarse tímidamente.
Temperatura en Bombay a mitad de noviembre: 32ºC de máxima y 24ºC de mínima. Así todos los días.
PS
Marisa siempre busca aves a las que fotografiar, como nos pasó con el fiasco de los flamencos de Jaipur y hoy ha podido “cazar” en el poblado pescador una garza y una garcilla hindú bautizada como Ardeola grayii que tiene una característica muy curiosa: en invierno los adultos tienen el cuello corto, y en verano su cuello se estira y se hace mucho más largo.
Etiquetas: Bombay, Churchgate, Google, India, Indian Railways, Marina Drive, Mumbai, Nariman Point, Shiva















