Como en toda gran obra hay en la Ilíada temas universales tratados de forma implícita o subterránea. Los héroes toman sus decisiones de manera personal a veces con discrepancias frontales con sus pares o sus jefes, pero los dioses infunden en ellos (como una bolsita de té en el agua caliente) sentimientos o deseos concordes o contrarios; tenemos aquí la división entre libre albedrío y determinación desde el inicio.
También sin explicitarlo, pero en muy primer plano, vemos a los humanos preocuparse, sufrir y llorar y a los dioses despreocuparse, reir y ser felices en una dicotomía que llega a nuestros días en los libros de autoayuda, la psicología barata, los programas y textos de los medios «rosas» y la manía cotidiana del sertumismismo.
Cuando los especialistas militares hablan de la Ilíada aparecen muchas veces menciones a los soldados aqueos como hoplitas o miembros de falanges con formación cerrada y alineación. Sin embargo en la lectura de las batallas, quiza por la pasión descriptiva, quizá por el énfasis sobre los capitanes, los soldados se nos aparecen como luchando en formación abierta o como turbas. Las falanges hoplitas parecen ser posteriores en el tiempo, nacen en sociedades más ricas en las que podían mantener un número razonable de «ciudadanos» con su propia panoplia (armadura completa con todas las piezas y colección de armas ordenadamente colocadas dice la RAE). Es un extraordinario general ateniense, Ifícrates, el que mejora sustancialmente el ejército de su época muy posterior, siglo IV A.C. con unos cambios al tiempo más baratos y más eficaces. Cambio de bronce por el lino endurecido en la coraza, calzado mejor y más ligero y cómodo (su padre era zapatero) propuso una especie de botas-sandalias, llamadas ificrátidas en su honor, sin las grebas con refuerzos de bronce, menos seguras, pero más fáciles de quitar y poner, escudo menos pesado y embrazado que deja libre la mano izquierda que puede portar armas arrojadizas, ropa más liviana que permite correr mejor . Los soldados ya no se llaman hoplitas por su pesado escudo (hoplon) sino peltastas por su escudo (pelta) de mimbre forrado de piel con un equipamiento total que les hacia tropas más móviles para hostigar y para retirarse. Ifícrates fué el primer general ateniense que derrotó a los espartanos. Con el tiempo los hoplitas influyeron en los peltastas y al revés.
Robert Graves en su obra «Los mitos griegos» afirma que la guerra de Troya fué una guerra comercial. «Troya controlaba el valioso comercio del Mar Negro en oro, plata, hierro, cinabrio, madera para la construcción de naves, lino, cañamo, pescado seco, aceite y jade chino. Una vez tomada Troya, los griegos pudieron establecer colonias a lo largo de toda la ruta del comercio oriental que llegó a ser tan rica como las de Asia Menor y Sicilia. Al final Atenas, como la principal potencia marítima, fué la que más se benefició del comercio del Mar Negro, especialmente con los baratos precios del grano.» Estoy seguro de que esta afirmación de Graves nos suena a algo en el verano del 2022.
Si se buscan similitudes se encuentran hasta en una playa de nudistas. Es un poco absurdo comparar la guerra de Troya con la de Ucrania, pero similitudes se encuentran. Geopolíticamente como se dice ahora es la misma zona. Troya era la entrada al Helesponto y punto de espera (entonces) de la navegación hacia el Mar Negro porque en el Helesponto hay casi siempre una fuerte corriente hacia el Egeo y había que remar contra corriente o esperar vientos favorables. De Troya a Mariupol se puede ir costeando, sales hacia el norte, pasas el Helesponto (Dardanelos hoy), la Propóntide (hoy mar de Mármara), el Bósforo y ya estás en el Ponto Euxino (Mar Negro de hoy) donde se sitúa la disputada costa de Ucrania. Putin es como Agamenón un invasor. Si a Menelao le han «quitado» a Helena, Putin puede pensar que le han quitado la Crimea de Chejov. Putin no es un héroe aunque hace todo lo posible por parecerlo enseñando abdominales de deidad a una edad superior a la de Príamo. En cuanto a colérico o cruel es un Aquiles de gran tamaño que nos va a pedir rescate para calmarse, aunque es posible que un arquero de su propia lengua le mande una flecha a su talón. Al igual que algunos capitanes de la Ilíada está lleno de fanfarronadas, Putin dijo el 30 de junio con ocasión de la cumbre de la OTAN en Madrid que ver a los líderes del G-7 sin camiseta sería «una vista repugnante». Claro que a él los férreos abdominales y los andares de JohnWayne con el brazo derecho inmóvil junto al arma se los regaló la KGB y eso no tiene mérito, porque en el regalo se incluía una disciplina esclava y un inagotable deseo de eliminar enemigos.
Hermes es el mensajero Argicida porque mató a Argos Panoptes el gigante de los cien ojos. Por esa metáfora se llaman panópticos los diseños carcelarios pensados para que se vea «todo» en las cárceles y las torres altísimas de esos centros como la de Soto del Real adonde van a parar algunos de los españoles ilustres y torpes que delinquen a las claras. Hermes es del grupo de dioses más simpático, es mensajero como Iris y dios de los viajeros, de la astucia, del comercio, de los ladrones y de los mentirosos. Es el Mercurio romano.
Hefesto (el Vulcano latino) era hijo de Zeus, feo y cojo y con problemas graves de piel debido (Wikipedia dixit) a su trabajo con bronce que exigía utilizar arsénico. Estaba casado con Afrodita (la Venus latina) que no le trataba con mucho respeto. Parece que su padre pasaba de él olímpicamente. Velázquez Lo pinta mejor de como lo describen las fuentes antiguas y capta muy bien su cara de sorpresa cuando Apolo acude innecesariamente a visitarle para encizañar.
De los dioses olímpicos mejor no decir nada para que no se enfaden. En Wikipedia están muy bien explicados. Es curioso que los nombres varían, pero que siempre forman una docena, el equipo titular. La docena llega a la Grecia clásica y a nuestros días desde Babilonia. He leído y no me resisto a escribir el porqué se utiliza. Los sabios babilonios contaban señalando con algún dedo de la mano derecha sobre los dedos de la mano izquierda con el pulgar recogido. Cada dedo tiene tres falanges.Tres falanges por cuatro dedos, doce; si además repiten la operación con cada dedo de la mano derecha, doce por cinco hacen sesenta, sistema sexagesimal, que llega hasta hoy en horas, minutos, segundos, grados de ángulos etc. ¿Hay influencers como los sabios babilonios? No creo.
Al menos Posidón, Atenea, Hera, Hermes y Hefesto favorecían a los troyanos. Los demás dioses a los aqueos habitualmente. Zeus juega con el amor, la amistad y el apoyo a todos los bandos y a todos los seres.
Entre los aqueos hay muchos pueblos que aportan combatientes, el catálogo de las naves es el mejor sitio para leer sobre ellos. Simplifico como troyanos aunque hay varios pueblos participantes como aliados de la ciudad de Ilio, casi todos del lado anatolio del «conflicto». Simplificando mucho es una lucha entre las dos orillas, «griegos» contra «turcos», aunque ninguno de ellos existía en la edad de bronce; sin embargo, su enemistad ha perdurado. Los troyanos son llamados también teucros por el nombre de un mítico rey de Troya y de la zona llamada Tróade. Como curiosidad es uno de los pocos sitios en el mundo que se llama hoy igual que hace 3.000 años. Enfrente, en Europa, está Gallípoli también famosa por su batalla.
En la mayor parte de las ocasiones los vencedores despojan de sus armas a los muertos, signo de que son valiosas. Otra prueba es que en cuanto pueden los guerreros, incluso los jefes heróicos, se arrojan piedras de tamaños variados, que son más baratas. Casi siempre matan con la pica en la frente o en la tetilla y no les importa matar por la espalda. Todavía no son caballeros. En la guerra actual tampoco.
La moharra es la punta de la lanza. Hay lanzas y picas que tienen más de una moharra.
Golpearse los lozanos muslos con las palmas de las manos es un gesto que indica una profunda tristeza y desolación. ¡Cómo cambian los, en apariencia, inmutables gestos! Hoy se llevan mucho más los gestos originarios de la NBA.
Los animalistas a la violeta deberíamos ser algo más humildes. A Héctor, el mayor héroe troyano, Homero lo retrata en su sintética descripción funeral como «domador de caballos». Eso sí es un gran elogio. los elogios actuales podrían ser del estilo de «protector de gatos». Por cierto, un estudio del Museo Regionale di Scienze Naturali de Turín, sostiene que «el gato doméstico, Felis catus, se considera como una de las amenazas más graves para la conservación de la vida salvaje». Es el segundo depredador después de los humanos. A más gatos menos aves pequeñas.
Hay mucha voz interior en La Ilíada que no entra en el resumen.
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