65. Hong Kong-Macao-Shanghái. 2018. Notas finales. II.

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¡Vivan los novios!

Nos encontramos a muchos novios en nuestros viajes. Vaya, quiero decir a recién casados en trance de hacerse las fotografías típicas e inútiles de las bodas. No, no de las bodas directamente sino de los posados que se realizan antes o después de ellas.

Ya sabes, un fotógrafo a veces solo, pero generalmente con un equipo que le ayuda con las luces, el maquillaje o el equipo en general. Y como buscan sitios bonitos de esos que también  nos gusta ver a los turistas pues allí nos encontramos.

Y Marisa, a regañadientes en muchos casos, aprovecha la situación para dedicarles también una sesión.

Y las novias suelen ser guapas y los novios atractivos, pero menos, con momentos espléndidos como en Galle con la fotografía que titulamos   “The false bride”, dado que era una modelo en una sesión fotográfica.

Pero a veces surgen sorpresas que se apartan del esquema esperado. Y eso nos pasó en Macao cuando al final de nuestro último día nos encontramos con una pareja obesa de novios.

¿Y es que los gordos no pueden casarse? Pues claro que sí, y la prueba era aquella pareja, que espero que sean muy felices.

Sobre el juego y los casinos de Macao.

Al poco de empezar trabajar en mi compañía me presentaron como “un técnico” al propietario de una compañía de Tarragona donde iba a cooperar con ellos  y entonces aquel elegante y poderoso señor me dijo lo siguiente: “¿Sabe usted que hay tres formas de arruinarse? Con las mujeres es la más agradable,  con el juego es la más rápida y con los técnicos es la más segura”.

Nunca lo olvidaré.

Sobre la lealtad.

Cuando estuvimos en el Senado de Macao escribí sobre el nombre oficial del edifico, “Edifício do Leal Senado”, y de donde procedía ese título de “Leal”.

Te lo refresco.
La unificación de la península se realizó entre 1580 y 1640 reinando en España los Austrias.  Así las colonias portuguesas pasaron a depender de España, como recuerdo en mi viaje a Diu donde en su fuerte había cañones con el escudo español.
Pero en Macao se negaron a reconocer la soberanía española. Claro que esa plaza estaba tan lejos y en aquellos momentos la monarquía española tenía tantos problemas en Europa que no hicieron nada por remediar esa rebeldía. Vaya, no sé si incluso se enteraron en la corte madrileña.

Por ello al recuperar  la soberanía el rey  D. João IV, en 1654,le dio el nombre oficial de «Cidade do Santo Nome de Deus de Macau, Não Há Outra Mais Leal», que menos mal que lo han abreviado porque si no sería un tormento escribir tu dirección en los formularios.

El título de “Leal Senado”  fue otorgado por el rey D. João VI en 1810, como recompensa por la victoria de la batalla de “Boca do Tigre” contra los piratas chinos.

Pero quienes no tuvieron en cuenta esa lealtad fueron los holandeses quienes en 1622 atacaron Macao  en lo que parece un extensión de la guerra de Flandes entre España y las “Provincias Unidas” o quizás de la guerra luso-neerlandesa, conflicto del siglo XVII de la que los padres escolapios nunca nos hablaron en el colegio y en la que los holandeses atacaban la colonias portuguesas de ultramar.

Fuera de una manera u otra los holandeses se enteraron de que Macao estaba desprotegida de hombres, pues parte de sus habitantes habían sido reclutados por el emperador chino y parte estaban comerciando en el continente, así que atacaron la ciudad con una armada importante.

Pero dada la pericia artillera de un jesuita y otros hechos estratégicos y fortuitos los macaenses vencieron a los atacantes.

Y acabo con una cita de una crónica de aquel momento:  “Y acto seguido los defensores, aun siendo muy inferiores en número, salieron de sus defensas, invocando a la Virgen María y a Santiago Apóstol rompieron el asedio y se abalanzaron contra los atacantes, obligando a huir a los herejes que corrieron a refugiarse en sus barcos…”.

Y es que no hay nada peor que ser hereje y tener enfrente  a Santiago Apóstol.

Los portugueses llaman ese periodo la “ocupação filipina”. Claro que no por filipinos, sino por los “felipes”.

Seducir con el inglés.

En mi ignorancia del idioma inglés y en la búsqueda del significado de algunas palabras me he topado con una de la que quiero hacerte partícipe, pues te puede resolver alguna, o muchas, situaciones sentimentales.

Forlorn: triste, desolado.  (Se pronuncia “foloon”).

Si lo unes a “slightly” (“eslaittly”), como estaba en mi guía para describir un jardín, “algo triste”, “algo desolado”, pero que tú puedes utilizar  para una conquista romántica.

Prueba a decir en voz  tenue: “I am slightly forlon”.

¡Impresionante!

Viajar como Michael York.

Encuentro un una “vieja” (¡de 1999!) revista de British Airways una entrevista que le hacen a Michael York sobre sus viajes.

Los jóvenes no tendréis ni idea de quien fue ese actor, pero a los de mi edad lo recordaremos siempre como el joven estudiante de “Cabaret” con Liza Minnelli. ¿Qué habrá sido de ella?

Te dejo el enlace a su tráiler.

Y mejor todavía:  intenta verla de nuevo.

Volviendo al concepto del viaje de ese actor. Te dejo parte de la entrevista por si te puede ayudar con tu equipaje.

Le preguntan por el suyo después de decir que le gusta “la aventura de viajar”.

-“Qué prendas considera esenciales para llevar?

-Los niquis están aceptados ahora en todo el mundo. (Entiendo por esa contestación que lleva sobre todo esa prenda, o sea, como muchos jóvenes. Una vez me encontré a un joven madrileño, creo que en Birmania que llevaba la maleta llena de ellos y no los lavaba: los iba tirando conforme se le quedaban sucios. No sé si el Sr. York hace lo mismo. O hacía, pues ahora tiene 76 años).

-Si tiene que  seleccionar la ropa solamente de un diseñador ¿de quién lo haría?

Giorgio Armani, un viejo amigo y un genio. (Ya ves, a mí me pondrían en un brete si me hacen esa pregunta).

-¿Lleva siempre ropa elegante por si hubiese una fiesta elegante en perspectiva? (Y aquí perdona por mi repetición de “elegante” pero es que no conocía la traducción de “smart clothes” y Google le llama “ropa elegante”. Yo creía que lo “smart” se refería a lo del “internet de las cosas” y ya me parecía que eso en 1999 era una premonición).

-Sí. No hay nada más aburrido (?) que tener que alquilar un esmoquin, como me sucedió recientemente en Moscú.

Y esta última respuesta ya me coloca en otro universo paralelo al de Mr. York.  En mi maleta de 50x35x23 no sé cómo podría colocar los niquis y el “tuxedo”. Claro que los actores son gente  algo excéntrica y quizás no lleve ni ropa interior ni calcetines.

Y además de sobre el equipaje también le preguntan sobre cosas del vuelo. No olvides que es una entrevista para una compañía aérea.

“-¿Qué libro lleva?

-Antes acostumbraba a leer novelas en los viajes largos, pero ahora veo una peli detrás de otra.  (Vaya, como mi nieto Mario).

-Si tuviese que escoger un solo autor para cada viaje que hiciese, ¿cuál sería?

-‘Shakespeare, of course’”.

Y esta respuesta, con el autor y el final de “of course”, ya me dejan totalmente en ese otro universo paralelo. Vaya, de los que nunca se encuentran.  Una vez le preguntaron a García Márquez algo parecido y contestó, creo, que la Enciclopedia Británica.

Y termino.

“-¿Tiene alguna superstición para viajar o lleva algún amuleto de buena suerte?

-Llevo siempre un antiguo medallón de San Cristóbal en mi maletín, aunque ya sé que ha sido ‘degradado’”. (Imagino que se refiere al hecho de que ese santo fue descanonizado).

Espero que estos consejos de Mr York te ayuden cuando hagas la maleta.

 

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