Hoy va a ser un día fresquito. Anuncian 20ºC de máxima pero con sensación de 18 y lluvia. Hay que abrigarse a mitad de abril.
Como todos los días pasamos por delante de un gran escaparate donde venden fritos de los que la mayoría desconocemos su origen. Nos parece que son de animales y en algunos casos se ven una patas. Quizás sean de pollo o de gallina pues al personal parece que les encanta ese manjar.
La vendedora debe considerarnos unos excéntricos pues casi siempre fotografiamos el conjunto y no compramos nada. Aunque está muy a la vista todo está separado del público por un vidrio y los que compran solo meten la mano por una ventanilla para recoger el pedido. Afortunadamente, porqué luego compruebo en la foto tomada que con la otra mano sostiene un cigarrillo.
Tengo que decir que no todos los puestos de comida son tan asépticos como este, a pesar del material que comercializan.
En Nanjing Rd volvemos a ver a grupos bailando y a una señora que debe haber acabado su ejercicio de esgrima oriental y estaba hablando con otras dos. Componen un sorprendente conjunto.
Voy a cambiar al mismo banco que la primera vez y ahora ya me sé todo el procedimiento, así que relleno el formulario, me dan un número y cuando me toca la amable empleada me dice que he equivocado el día y ella no puede hacer la corrección y por tanto debo volver a rellenar un nuevo formulario por completo. Y tiene que fotocopiar o fotografiar todo. Y solo por un puñado, pequeño, de euros.
Estudiando al personal del metro me percato de que ningún hombre lleva el pelo largo y menos melena.
Hoy vamos a visitar Xintiandi del que la guía dice que ha sido el icono de Shanghái desde hace una década. Un conjunto de tiendas y lugares de entretenimiento en callejones con casas tradicionales llamados “longtang”. Lo más interesante son las casas llamadas “shikumen”, edificios de dos o tres alturas con una entrada de piedra. En una de estas es donde tuvo lugar el primer congreso de partido comunista chino, CCP.
Por cierto que Xintiandi, escrito en pinyin “Xīntiāndì” y en shanghainés “Shintidi”, significa “Nuevo Cielo y Tierra”. Que parece una urbanización de nuevos ricos de la sierra madrileña.
Y este barrio forma parte de la “French Concession”.
Al salir del metro vemos un grupo de casas de aspecto homogéneo que forman como una urbanización. Un letrero dice que es un “Conjunto Residencial Modelo”, según lo declara el ayuntamiento de esta ciudad.
NB.
“Conjunto Residencial Modelo”. Esta es la un poco forzada traducción que he elegido para el “Model Quarter”.
Al lado de ese letrero informativo, otro con un directorio en chino e inglés de la situación de las zonas y servicios comunes. Así está el “punto de reciclaje de pilas”, el lugar donde echar la basura, el lavadero, un centro de día para el cuidado de adultos (imagino que se referirá a los abuelos cuando dice en inglés “adults”) y entre otros un “baño para hombres”. Curiosamente no aparece nada de las mujeres. Y así vemos a un señor con una bacinilla en la mano que parece que va descargarla al servicio común. Total que no me queda claro si las casas disponen de cuarto de baño o no, pero visto lo bien que está todo imagino que sí.
O sea que es un barrio como el de ayer, pero arreglado.
Ha sido una visita muy interesante donde además hemos podido comprobar la falta de pudor al tender la ropa y que todo el mundo sepa cómo son tus calzoncillos. Vaya, eso puede ser una sorpresa el primer día, pero lo dejará de ser en cuanto los hayas tendido 10 años seguidos. O aparezcas con unos “fantasy underwear”.
Lo que no sé qué harán con los calcetines con tomates.
Acabo de escribirlo y me doy cuenta de que quizás ni mis hijos conozcan esa acepción de “tomate”.
Antes los calcetines se agujereaban, aparecían los tomates, y se zurcían una y otra vez. Ahora los tiran antes de que eso suceda.
Salimos del “barrio modelo” pero no sabemos dónde está Xintiandi exactamente así que se lo pregunto a ciudadano que encuentro por allí y me responde con la mejor respuesta que puedes esperar en un momento como este: “sígueme”. Y nos lleva al centro de Xintiandi.
Y como es un barrio elegante el primer letrero es de esa clase: “Lleva tu mascota por esta plaza con un carrito para mascotas. Están disponibles para alquilar en tal sitio”. Que no sé si es una obligación o una sugerencia para que parezcas más elegante.
Hay algunas callejuelas que suelen corresponder con la parte posterior de los restaurantes y hemos debido coincidir con el descanso del personal de la mitad de la mañana pues salen muchos jóvenes vestidos de cocineros y todos fuman como locos. Esta es una característica de casi todos de esta profesión y no solamente de los de este barrio, siempre ves cocineros en la calle fumando. Y hoy además todos colgados del móvil. Imagino que ya hablarán bastante entre ellos en la cocina, porque hoy no se dirigen una palabra, ni se miran: solo el teléfono y el tabaco.
Una bonita escultura situada en una plaza tiene por precioso título “Fortuna, Prosperidad y Longevidad”. Eso es un título sugerente y no el clásico en la escultura actual tipo “Planos 74” o “Forms 127”.
Como he escrito al describir la zona, este es un lugar dedicado al ocio e imagino que por la noche estará a rebosar pero ahora, que además es un día lluvioso, está bastante tranquilo.
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