14. Día 9. Chipre 2018. 9 de octubre, martes. Séptimo día de viaje. Crucero.

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El día de hoy se llama según el folleto: “- KYRENIA – PLAYAS DE CHIPRE”.
Y su descripción: “Salida en barco tradicional de madera desde el puerto de Kyrenia para visitar las playas de Chipre. Dependiendo de las condiciones climáticas desembarcaremos en Escape Beach en el oeste o Acapulco Beach en el este. Almuerzo con productos típicos del país. Tiempo libre para tomar un baño o relajarse tomando el sol. Regreso al hotel, cena y alojamiento”.
Nos llevan al puerto de Girne y antes de salir de excursión tenemos un ratito para pasear por allí.

Es un puerto pequeño, una joya, pero demasiado turistizado. Todo lleno de restaurantes y servicios de cruceros y excursiones y actividades diversas. Quizás por ser por la mañana los camareros no están agresivos ofreciendo sus productos.

Se nubla y al subir al barco tenemos un chaparrón.
El barco es un falso velero bastante grande.
Al salir podemos comprobar las magníficas murallas de esta ciudad.


No dirigimos hacia el norte bordeando la costa y al llegar a una pequeña cala, fondeamos y baño.


Cerca de nosotros otro barco semejante. La diferencia es que en el nuestro, después de la comida, un grupo se ha puesto a cantar canciones tradicionales. Afortunadamente no estamos en Navidad, porque hubiese sido horrible con “Pero mira como beben los peces en el río” y “noche de paz”. Para compensar en otro barco con turistas han hecho lanzamiento de espuma en la cubierta superior de ese barco. Nosotros nos hemos librado de semejante tontada.


Regreso a Girne y tiempo libre para las últimas (o primeras) compras.


No ha estado mal la excursión, pero con la mitad del tiempo hubiese bastado.
En el puerto el personal aprovecha para ver el atardecer.


En la zona de restaurantes del puerto un letrero encima de una caja de madera con una ranura, vaya un cepillo, pero que en lugar de pedir por la salvación de las almas (¿realmente se necesita dinero para salvar a las almas?) aquí lo hacían por algo mucho más terrenal: “Please help cats and dogs for food”. El donativo era un euro. Y estaba solo en inglés. ¿Por qué no en turco? Solo les faltaba la coletilla de “es mejor pedir que robar”. O morder.


Cuando entrábamos en el puerto en una pasarela había una pareja elegantemente vestida en sesión fotográfica. Ella llevaba unos zapatos imposibles. Los volvemos a encontrar en una callejuela y compruebo que aquella pobre joven si se cae se parte una pierna. ¿Por qué las mujeres (muchas de ellas) son capaces de sufrir atroces tormentos y males sin fin en su estructura ósea con esos elementos de tortura? Lo sé, pero me da vergüenza escribirlo.


Regreso al hotel. Después salimos a dar una vuelta por las cercanías, pues al pasar con el autobús habíamos visto un cementerio en buen estado y otro destrozado. Le había preguntado al guía por ellos y me contó que el segundo era de los grecochipriotas y que como no lo mantenían se había deteriorado. Pero lo que vimos es que había sido destrozado por la mano del hombre. Más, diría que por la mano del hombre «enemigo».


Están casi todas la cruces rotas y algunas tumbas (todas en tierra) reventadas. Así que no sé si es que se llevaron los restos los grecochipriotas o fue una profanación después de la partición.


En muchas cruces queda un hueco donde debía estar la fotografía del difunto. Tampoco sé si se lo llevó la familia o fue vandalismo, aunque me temo que sería lo segundo pues en algún caso queda la fotografía pero picada.


Da mucha tristeza. Lo extraño es que no lo limpien o lo vallen para que no se vea.


Mañana nos iremos a las 5 de la mañana, así que nos espera un gran madrugón.

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2 respuestas to “14. Día 9. Chipre 2018. 9 de octubre, martes. Séptimo día de viaje. Crucero.”

  1. Luigi Says:

    los nubarrones al fondo del castillo parecen un lienzo, increíble!
    y la del atardecer, magnífica.

    muy bueno el comentario de los super tacones rascacielos jejeje

  2. alelsoles Says:

    Y es que cuando veo esos tipos de tacones casi me duele la espalda, la mía, y pienso en esa señorita dentro de unos años cuando tenga que atiborrarse de ibuprofeno.

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