11. Chipre 2018. 7 de octubre, domingo. Quinto día de viaje. Nicosia. Segunda parte.

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Empiezo donde acabé mi anterior crónica: la maravilla de Nicosia, la catedral de Santa Sofía, ahora “Selimiye Camii” o mezquita Selimiye.
En la entrada un letrero dice al lado del nombre: 1208-1326. Son las fechas de la colocación de la primera piedra y la de la consagración como catedral, o sea 118 años. Y hay gente a la que le parece que lo de la Sagrada Familia de Barcelona tarda mucho.
Esta gran iglesia gótica parece que fue construida sobre otra iglesia bizantina, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo.


Durante la época de los Lusignan se coronó aquí a los reyes de Chipre. Sufrió grandes daños cuando las incursiones de los genoveses y también por un gran terremoto en el siglo XV. Más tarde los venecianos repararon los daños y convirtieron a esta iglesia en el centro de Nicosia cuando construyeron las murallas. Si buscas en Google Maps con “nicosia old city” verás que la “Selimiye Camii” está casi en el centro del círculo amurallado.


Cuando los otomanos sitiaron la ciudad la catedral sirvió de refugio a muchos cristianos; al final la ciudad cayó y el obispo dio el último sermón exhortando a los feligreses a pedir la ayuda divina. Esto no fue suficiente y los otomanos rompieron la puerta, mataron al obispo y a unos cuantos más, destrozaron los ornamentos religiosos, el mobiliario, el coro y…vaya todo lo que pudieron.
Pero he aquí que querían reutilizar la catedral como mezquita rápidamente para el rezo del primer viernes, así que limpiaron su interior según las normas coránicas y estuvo dispuesta para ese evento. Más tarde, a lo largo del año, añadieron dos minaretes así como el mihrab y el mimbar, con lo que la convirtieron en la mezquita que hoy podemos contemplar.
He leído que el imán que dirige el rezo del viernes sube al mimbar (ya sabes, esa especie de púlpito de las mezquitas) con una espada en la mano, recordando que esta ciudad fue obtenida por conquista. Espero que eso fuese en tiempos pretéritos.


Y ahora, en el tiempo presente lo que te encuentras es una maravilla gótica cuyos añadidos islámicos exteriores no molestan y aunque el interior estaría mejor sin ellos, la iconoclastia musulmana ha dejado una gran nave vacía de todo adorno y eso le da un toque especial.


Además no son nada estrictos en lo referente a lo de cubrirse la cabeza o las piernas y puedes deambular tranquilamente, fuera de las horas de rezo, y hacer fotos mil.


Y aquí se acaba el recorrido “guiado” con un corto paseo hasta el lugar de paso peatonal de la línea verde. Nosotros decidimos no atravesarlo y seguir visitando la parte norte de la ciudad. Así damos con otro “Han”, el “Kumarcilar Inn”, este pequeño, pero en fase final de restauración. Cuando lo inauguren será un sitio muy agradable.
He buscado información en internet y lo que he encontrado han sido ruinas del antiguo han, pero algunas de las fotografías eran muy recientes, lo que quiere decir que su recuperación ha sido de hace muy poco tiempo.


Regresamos de nuevo al Büyük Han para verlo detenidamente, así como a la iglesia de San Nicolás donde descubrimos una lápida con la dormición de la virgen. Parece que ha sobrevivido a todos los avatares de la ciudad.


Y de nuevo a la mezquita pero entonces es la hora del rezo del mediodía y debemos esperar un rato para la visita. Entonces se acerca un pope ortodoxo de 1,9 m y 140 kg acompañado de una señora. Llega a la puerta, lee el letrero donde dice que no se puede entrar como turista y se da media vuelta. Hubiese sido una foto increíble haberlo “cogido” (en Méjico fotografiado) dentro de la mezquita, pero se ha ido.


En la espera damos una vuelta por el exterior y es todo muy interesante. Y lo mismo el interior donde han quedado algunos rezadores rezagados. Y como en otras mezquitas algunos fieles que reposan largos en el alfombrado suelo. Es algo que me sorprende en una religión normalmente rigorista. Me pregunto qué pasaría si en lugar de fieles varones tumbados hubiese señoras.


En busca del nuevo destino turístico pasamos por la parte comercial donde hay divertidos escaparates y alguna pintada curiosa y una calle totalmente cubierta de paraguas.


La guía recomienda visitar el barrio de Arabahmet y hacia allí vamos. En el camino un gracioso anuncio de no aparcar en los lugares destinados a inválidos.


Este era un barrio predominantemente armenio hasta las luchas de 1963 cuando abandonaron gran parte de ese entorno. Además la línea verde pasa a través de él, lo que complica todavía más su habitabilidad. Ahora lo que te encuentras es un conjunto de casas magníficas, algunas restauradas y otras medio abandonadas y una pequeña mezquita que tiene el nombre del barrio. Muy fotogénicas todas.
En uno de esos edificios un letrero de la “American University of Cyprus”, AUC, con el lema de “Scientia Potentia Est”, entre dos leones rampantes.


Acabamos la visita en la iglesia armenia, un complejo que está en fase de restauración, aunque la iglesia misma parece ya acabada. Muy bonito todo el conjunto.


Regresamos al Buyuk Han, donde está el restaurante de la comida, todo muy turístico, pero encantador. Antes de comer una demostración de cómo se elabora el postre que nos van a servir. Muy interesante.


Y la comida como la de todos los días: brocheta de pollo, dos trozos de carne picada de cordero, arroz, ensalada y patatas fritas.
Nicosia realmente merece la pena.

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Una respuesta to “11. Chipre 2018. 7 de octubre, domingo. Quinto día de viaje. Nicosia. Segunda parte.”

  1. Luigi Says:

    que buena pinta tiene esta ciudad, desconocida para tantos…

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