53. Japón 2016. Final I.

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Aprendizaje carcelario.
Cuando estuve visitando la cárcel de Abashiri viendo los métodos que empleaban de reinserción pensé lo siguiente:
Un letrero informaba que la cárcel funcionó como una especie de granja agrícola para autoabastecimiento y también para suministrar víveres para otras prisiones del país. Además servía para enseñar el oficio a los internos y que por tanto “cuando eran liberados habían adquirido los suficientes conocimientos del trabajo en explotaciones agrícolas lo que les permitiría mantenerse ellos mismos sin volver a la vida de la delincuencia”.


Y leyendo eso pensaba en los políticos corruptos valencianos, en lo bien que les iría algo semejante. Y también a los «corrompedores». “¿Tú eras concejal de urbanismo? Pues dentro de 10 años serás recogedor de caquis”. Que he leído que ahora están plantando muchos allí en lugar de naranjos. Claro que te podrían contestar que como no piensan devolver el dinero robado, cuando salgan de allí ya no necesitarán delinquir. Así que yo propongo un nuevo enfoque: puesto que ninguno ha devuelto el dinero, ni lo piensa devolver, en lugar de tenerlos en la cárcel a costa del erario público, y teniendo en cuenta el dinero y esfuerzo que cuestan todos esos procesos judiciales bastaría un acuerdo de “no robas más, no devuelves nada y te vas a tu casa, o mejor al Caribe”. Un ahorro para todos. Y no haría falta que aparecieran en las fallas.

Kioto y los disfraces.
Cuando estuvimos en Kioto y a propósito de las jóvenes disfrazadas te dejo la siguiente información que puede ser de tu interés.
Hay una cosa que es más baratita que el disfraz de maiko y que ofrecen las mismas empresas: por unos 6500¥ tienes un “samurai plan”. Imagino que te dejan la espada y tú te dedicas a hacer el capullo delante del fotógrafo.


En mis investigaciones antropológicas sobre el tema del disfraz he descubierto que hay una secta cuyos miembros van recorriendo el planeta disfrazándose de todo lo que encuentran en su camino. Si tú eres uno de ellos y ya tienes en tu haber el disfraz de cofrade de una hermandad de la Semana Santa (estos son una subsecta), plaza del Pilar de Zaragoza, policía autonómico de las autonomías históricas, feria de abril sevillana, bailador de sardana, recreacionista de diversos pelajes,…pues te dejo la web del disfraz de maiko/samurái para que le añadas un toque exótico a tu colección.

Y recuerda que hay que añadirle el IVA, en Japón el 8%.

Semana Santa en Alcañiz.

Semana Santa en Alcañiz.

NB
Sobre la prohibición de no tocar a las maikos.
Es algo sorprendente en un país donde la gente se toca tan poco. Será algo así como si en España se prohibiese tocar a los que van vestidos de toreros.

¿Fashion?
Las chicas japonesas suelen ser muy “fashionist” pero casi todas tienen una particularidad y no me refiero a las piernas torcidas sino a que suelen arrastrar los pies. ¿Por qué? Pues lo descubrí en Mito: se compran los zapatos varias tallas más grandes y como se les salen arrastran los pies. Bueno, lo de los zapatos grandes lo descubrió Marisa, luego yo construí la teoría.
Lo he consultado con mi amigo Hiro y me dice que no. También lo niegan las únicas chicas con las que he tenido la oportunidad de hablar, o sea con las recepcionistas de los hoteles. Pues bien, un dibujo publicitario en Ginza me ha dado la razón: una jovencita se levanta sobre sus puntillas y se le caen los zapatos.


La foto es muy ilustrativa.

Babel.
En este viaje me apareció la versión inglesa por casualidad en mi lectura de las viñetas de El País. ¿Cómo traducirían una de Forges? Veo que escriben “Holy” como respuesta de una abuela a la frase contundente de otra. ¿Cuál sería esa interjección castellana de ese “sagrado” o “santo”?
Sorpresa: “Gensanta”.
¿Nos ocurrirá lo mismo con los originales ingleses? Claro que aunque fuese capaz de leerlo (y entenderlo) en versión original –fuese en la lengua que fuese- sería incapaz de comprender lo de “gensanta”.


¡Maldita torre de Babel y maldita maldición divina!

El fotógrafo que quería ser amado por los tanchos.
Cuando estuvimos en Kushiro viendo las grullas me sorprendió ver a un fotógrafo “de naturaleza” vestido con un atuendo de “anticamuflaje”: no había manera de que pasase inadvertido en cualquier situación de este planeta. Quizás únicamente si se hubiese colocado a la salida de algún geiser.


Pues bien he recordado una situación semejante en el cine: “La espía que me amó”. Es un film de la saga de James Bond de los años 70 protagonizado por Roger Moore. Pues bien, en lo que se llama “la secuencia precréditos” (os recuerdo que los créditos de esta saga son algo espectacular) el agente 007 huye a través de la nieve con un traje amarillo y con una mochila roja en su espalda: para que los malos que lo persiguen no dejen de verlo ni un segundo.
¿Querría quizás también el fotógrafo japonés que los “tanchos” solo se fijasen en él?

PD.
Te dejo el enlace a un vídeo con esos créditos.

Strauss-Kahn en Kushiro.
En el hotel de Kushiro no funcionaba la LAN en la habitación. Lo dije en recepción y subió una de las dos jovencitas que estaban allí.
La primera sorpresa es que como era domingo no me dijera que el lunes ya iría el técnico a arreglarlo. O alguna bordez, que me ha pasado, del tipo de que es un problema de mi ordenador.
La segunda sorpresa fue que cuando entró en la habitación dejó la puerta abierta con la técnica de dejar el pestillo echado e impedir de esta manera que se pudiera cerrar. Si la Sra. Dyallo hubiese hecho lo mismo cuando fue a la habitación del Sr. Strauss-Kahn ahora él seguiría siendo presidente del FMI o quizás de Francia.

Las pintadas.
Siempre me sorprende en mis viajes Japón (lo mismo me sucede en otros países asiáticos) la ausencia de pintadas callejeras y por eso quiero acabar con una observación sobre esta actividad.
En una exposición en el Matadero de Madrid había un letrero con un grafiti pompeyano el cual, por el tono, ya se quejaba de la falta de civismo de sus conciudadanos:
«¡Oh pared, me maravilla que no te hayas hundido bajo el peso de tantas necedades!».


Yo necesitaría una verdadera brigada (o mejor legión) de pintores que recorriesen el suelo patrio, o mejor las paredes y tapias de España colocando este lema (con pintura ecológica).
Pero no siempre los grafitis han sido horribles tipo “Jenny guarra”. En la arquivolta de la iglesia de Escalada hay una pintada que dice: “Alabado sea el SS Sacramento”.


Y más moderno, aunque siga siendo una pintada, la declaración de amor en el mirador de la Magdalena de Guadix.


Y en plan artístico y con el correspondiente permiso municipal las obras de Raer y Dane.

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2 respuestas to “53. Japón 2016. Final I.”

  1. Carmen Says:

    Magníficos tus finales, Ángel. Deberías abrir en el sol una sección diaria de finales.

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