56. Bali y Lombok 2015. Final II.

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Paraísos perdidos.
Mi amigo Javier me explicó que una compañera suya de trabajo iba todos los años de vacaciones a Bali y luego les ponía los dientes largos a todos. Le contesté que quizás lo hacía para presumir pues esta isla no me ha parecido el lugar paradisíaco que muestran las revistas y los folletos turísticos. Luego he pensado que algunos de los sitios que hemos visitado, ahora llenos de turistas y con feas construcciones quizás hace solo 5 ó 6 años fuesen realmente esos paraísos perdidos que ahora sí se han perdido como tales paraísos.

 

Rebajas sorprendentes.
En el vuelo de regreso pude ver prensa francesa y encontré un anuncio sorprendente: “del 18 de septiembre al 18 de octubre, 15% de descuento en todos nuestros artículos funerarios”. ¿Qué haces, lo compras antes para aprovechar la oferta? ¿Pero qué compras? A mí solo se me ocurre el ataúd, pero entonces ¿dónde lo guardas? Hombre, si tienes un garaje lo puedes dejar allí y utilizarlo para guardar la ropa de verano, por ejemplo. Pero debe ser un garaje de esos tipo chalet porque si es una plaza en uno de comunidad no creo que a los otros propietarios les haga mucha gracia. Quizás sea la lápida o las flores de plástico. Pero no acabo de ver la oferta.


Además hubo dos detalles que no me gustaron nada: “De pére en fils depuis 75 ans”.
O sea que en 75 años no has tenido tiempo de buscarles otro medio de vida a tus descendientes. Porque yo les digo a mis hijos cuando eran adolescentes : “Si te portas bien tu padre te dejará la funeraria”; no te digo lo que me hubiesen contestado.
Dos: si restas 75 años al actual 2015 te percatas que el “pére”, seguramente ahora “grand pére” o puede ser que usuario de la funeraria, empezó el bisnes en el año 1940: ¡en plena segunda guerra mundial! Un poco buitre, ¿no?, montar el negocio en aquellos años.
Te dejo el enlace por si te piensas morir en Francia esos días y eres un fanático de las ofertas.

No soy un robot.

 


Tengo la costumbre de leer todos los días tres blogs (cuando escriben) de tres amigos. No los leo por amistad sino por lo interesantes que son y porque siendo los tres totalmente diferentes se complementan.
Pues bien, en uno de ellos tras leer un post escribí un comentario. El blog me contestó que tenía que demostrar que yo no era un robot.
Prueba irrefutable: aparecen media docena de fotografías de las que tengo que marcar las que tienen tortillas. Las marco. Parece que no es suficiente. Una nueva serie para que marque las que tienen nombre de calles. Las marco. Más pruebas: con huevos, con pasteles,…
No puedo demostrarle al sistema que no soy un robot. ¿Seré un robot? Porque te aseguro que sé distinguir una fotografía donde hay un huevo de donde hay un pingüino.
¿Seré un humano más tonto que un robot?

Pajas en Bali.
(Si fuese un artículo de wikipedia tendría que escribir aquí «desambiguación»).
Hablé cuando estuvimos en Ubud de un restaurante muy especial llamado “Bali Buda” en el que la “carta” era un periodiquillo donde encontré un curioso artículo con fines conservacionistas sobre la reutilización de las pajitas de plástico.
Parece que en la isla se tiran unos 3 millones de esas pajitas en un año y van a parar especialmente a sus playas. ¿Te parece mucho? Una barbaridad.
Pues busco y encuentro la web de la campaña que hay en marcha para solucionarlo : “The Last Plastic Straw”.
Y si esa cifra es impresionante la que te hace caer de culo es la de USA: con las pajitas utilizadas en ese país se podría dar la vuelta dos veces y media a la tierra. Pero eso es solo de un día. ¡Un día! Parece que usan unos 500 millones diarios. ¡Más de 180 mil millones al año!
Te dejo el enlace por si eres un usuario de ese adminículo y además no quieres morir sepultado por las pajitas.


Pero ¿qué hacen en Bali?
Según ese boletín del restaurante intentan hacer una campaña entre los establecimientos hoteleros para que usen “pajitas reutilizables” (yo no sabía ni que existieran) y dan consejos a los consumidores (los llaman “eco-minded consumers”) diciéndoles cosas como “just Kiss their drink” (no sé el porqué del “Kiss” con mayúsculas, pero el inglés es tan raro…) y claro, que usen pajitas reutilizables de vidrio, acero inoxidable, bambú o papaya.
¿Curioso, no?

Gedeones.
En el hotel de Sembalun había un Corán en el pequeño armario de la habitación. ¿Habrá unos gedeones musulmanes?

Contrastes balineses.
Camino del Pasar Badung en Denpasar encontramos unos maniquíes que sorprenden por su “atrevimiento” en este país. ¿Qué pensaría Monseñor Cañizares?


Contrasta con las cabezas de maniquíes que también vimos en el mismo entorno.

Proverbios.
Y no se trata del libro de la Biblia.
Encuentro un bonito proverbio italiano para mí desconocido, pero que creo que está muy difundido: “Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja”.

Lo gracioso es que lo descubrí a través de un artículo de la Radio Vaticana. Era de una especie de sermón corto (por lo menos en comparación con los que nos hacían sufrir los padres escolapios de mi pueblo en donde, por cierto, acabó el bachillerato hace unos 100 años Ramón J. Sender) del padre David Gutiérrez y del que te dejo el enlace por si te quieres aburrir con sus disertaciones y del que además te puedes descargar el audio, que dado que era de esa radio imagino que sería el soporte original.


Pues bien, el dicho padre aprovecha para acabarlo de esta manera:
“’Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja’. Te invito a que asumas con responsabilidad tus funciones, seas rey o peón, y a que en tu actuación dejes transparentar la fe que te mueve a hacer el bien para ganarte el derecho a ir al Cielo.”
¡No pierden ripio!
Para compensarte te dejo la versión original que es una maravilla:
«Finito il gioco, il re e il pedone tornano nella stessa scatola».

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