Los esclavos.
La esclavitud en Bali se acabó en 1830, hasta entonces y durante dos siglos los dirigentes balineses, o sea los rajás, estuvieron vendiendo a sus mejores súbditos para financiar su ardor guerrero. Claro que luego en 1906 los descendientes de esos esclavistas se autoinmolaron (en balinés se llama a ese acto “puputan”) frente a los holandeses y ahora son recordados como héroes. Hombre, a mí no me parece mal que un dirigente político (aunque lo sea por la gracia de Dios o de Visnú) se suicide cuando se vea perdido (“antes muerto que prisionero o deshonrado”) pero es que en ese “puputan” murieron unas mil personas por seguir a su señor.
Pero lo dicho, ahora tienen una preciosa plaza en Denpasar y un magnífico monumento con tres personajes: el rajá, su mujer (tenían un montón) y un desconocido.
Espeluznante.
Iba a viajar a una ciudad desconocida y busco información del hotel donde me iba a alojar:
Encuentro un comentario con un título acojonante:
“Encantador, de una manera espeluznante”.
El resto es también impresionante:
“Como viajar 35 años atrás en el tiempo! el Pirita SPA es un enorme edificio de hormigón con reminiscencias de «buenos tiempos» días soviéticos. Durante nuestra estancia de 1 noche estaba prácticamente vacío, que por supuesto sólo intensifica aún más los efectos de terror durante largo tiempo, pasillos largos y la sombría personnell femenina (aunque los trabajadores de recepción y la sal de cámara eran bienvenidas excepciones a la regla! ).
De todos modos, nos lo pasamos muy bien allí, y el mar (Golfo de Finlandia) a menos de 100 metros de nuestro balcón que tocaba música de fondo (si te gusta el sonido de las olas rompiendo, asegúrate de hacer la reserva de una habitación en el ala B del edificio). Muy rara vez he probado así como café sin sabor, ya que hicieron, pero en general, quizás el próximo verano – la playa parecía agradable incluso en invierno”.
Te dejo el enlace por si quieres leer la versión original.
Shangrila.
Estando en el valle de Sembalun, al que la guía definía como un “Shangrila “, pensé que los “Shangrilas” no aparecen en las guías de viaje y si lo hacen dejan de serlo.
Fotografía.
En este viaje leí un artículo en un periódico en el vuelo de Madrid a Ámsterdam que trataba de una polémica que yo desconocía entre “World Press Photo”, famosa organización holandesa dedicada a eso, a la fotografía y la dirección de un festival de fotografía de Perpiñán, el prestigioso “Visa pour l’image”.
Una frase de Jean François Leroy, su director me encantó y reconfortó pues me siento identificado con ella. “Estoy harto de ver imágenes donde son precisas 15000 palabras para saber qué representan”.
No se podría decir mejor.
Los responsables de muchas exposiciones y de algún museo de arte contemporáneo no deben estar de acuerdo con esta aseveración.
Los gallos de pelea.
El dueño de un gallo de pelea en Ubud me explicó que si el suyo mataba al del contrincante, el dueño del fallecido además de pagarle un montón de dinero le tenía que entregar el cadáver y él se lo comía. Y yo me preguntaba luego a qué sabría un pollo de esos.
En primer lugar no sé si les dan drogas como a los ciclistas y puede que con el pollo a la chilindrón tengas un viaje que ni los del Dr. Leary.
En segundo lugar un pollo de esos no lleva la vida, imagino, que lleva uno de granja que ni se mueve de la jaula. Pienso que estos correrán todos los días y harán algún tipo especial de ejercicios gimnásticos. Así que es posible que su carne sea más dura que el pie de Cristo.
Colofón: seguro que invitan en tan magno acontecimiento a la familia política.
Lanzarote vs. Bali.
Después de estar en Bali, pero antes de publicar las crónicas del viaje, estuve unos días en Lanzarote y llegué a la conclusión que es el “antónimo” de Bali, si se puede utilizar ese concepto en este caso.
En Bali solo hay extranjeros jóvenes, muy jóvenes. En Lanzarote somos legión los mayores. Legión y mayoría absoluta.
Y además de la gente está el paisaje: en Bali todos son árboles y campos verdes. En Lanzarote no hay ni un campo verde y hay tan pocos árboles como flacos, porque en Bali solo hay gente delgada y en Lanzarote a los delgados les hacen un descuento en las tiendas. Ves pasar a un gordo tras otro, a una gorda tras otra gorda, más gorda que la anterior. Ves familias enteras obesas. Y encima las tarifas con pulserita colaboran a esa plaga: ¿Quién se puede sustraer a un par de huevos fritos tras otro para desayunar después de seis porciones de panceta tostadita, tostadita? ¿Y las salchichas y las patatas fritas y las alitas de pollo crujientes? ¿Y las montañas de mouse? Pasteles mil se ofrecen a tu vista. Y como esas en tierra son casi de moros, añade a todo lo dulce sabrosos higos secos (comida de pobres en los cincuenta) y deliciosos dátiles dulces, dulces.
Y viendo tantos y tantas gordos y gordas (como dicen los partidos de izquierda, a menos que no sea políticamente correcto) me pregunto si no ocurrirá con ellos como sucedía con los gays en los 60 y 70. Me preguntaba porqué había tantos homosexuales en Sitges y alguien me explicó que había una guía donde se citaban los lugares donde los de esa orientación sexual eran bien recibidos. Pues quizás también hay una guía para gordos y Tenerife esté con 5 estrellas, porque sino no se explica.
El sexto mandamiento.
La oficina de cambio de Denpasar donde solo había chicas, me hizo recordar las clases del instituto de Teruel: de 1º a 4º clases separadas, 5º y 6º y Preu mixtas. ¡Qué adelanto! Pues no del todo, porque en clase de religión de 6º, mi curso, y no es un chiste, cuando tocaba explicar el sexto mandamiento teníamos las clases separadas. Y en gimnasia. ¡Por supuesto!
Para desconocedores de los mandamientos el sexto dice (o decía): «No cometerás actos impuros».
Tiene diversas fuentes. Una del Éxodo: «No cometerás adulterio» y otra del evangelista San Mateo: «Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón».
También encuentro una explicación de una web del Opus Dei:
“Dios es amor, y su amor es fecundo. De esta fecundidad ha querido que participe la persona humana, asociando la generación a un específico acto de amor entre un hombre y una mujer.”
La verdad es que no logro entender la relación entre la fecundidad del amor de Dios y los actos “impuros”. También en la misma web relaciona este mandamiento con “evitar el ocio”.
La verdad es que los padres escolapios no hilaban tan fino.
NB
En la crónica donde escribí sobre el Pasar Badug cité a Monseñor Cañizares firme defensor de este mandamiento. ¿Sabes cuál es su título oficial? “Cardenal Presbítero de San Pancracio extramuros Arzobispo de Valencia”.
Quignard.
Acabo con una frase de este autor.
“…parce que la fin des temps est chaque minute de chaque jour”.
El próximo viaje a Japón. De nuevo.
Etiquetas: Bali
29/06/2016 a las 15:54
Bueno, pues se acabó.
No puedo decir que me encanta que viajéis porque significa que estáis lejos, pero sí puedo decir el placer que experimento por las mañanas cuando suena en el teléfono el anuncio de la entrada del día en mi correo.
Gracias a los viajeros tanto por los textos (que son como una animada conversación con AL) como por las fotos (que son una maravillosa muestra de la ternura y arte de Marisa) y, como no, al Editor, que cuida y mima la entrega de ese abrazo mañanero que significa la lectura de estos relatos.
Os echaré de menos.
02/07/2016 a las 18:53
Marisa, leo tu comentario y me dan ganas de coger el primer vuelo que encuentre con dirección a…vaya, a cualquier parte. Ahora estoy escribiendo el último viaje a Japón y espero poderlo publicarlo en breve.
Muchas, muchas gracias.