¿Por qué hemos venido aquí? La guía dice que es el emplazamiento de un templo sagrado, que tiene algunas de las mejores vistas de los campos de arroz y que sobre todo está aquí el Taman Tirta Gangga, del que hablaré mas tarde. Aunque también dice que es un “relajante lugar para detenerse una hora”. ¡Cómo son los de la guía! Ellos recomiendan una hora y nosotros vamos a estar dos días. Y seguro que se nos hace corto.
Así que esta mañana madrugamos mucho pues esa fue la recomendación de la dueña del hotel: muy temprano o al final de la tarde son los mejores momentos para visitar Taman Tirta Gangga y así evitar la cantidad de gente que viene a visitar el “palacio del agua”. Lo que no me dijo ella, pero sí la doméstica que atiende el restaurante, es que en esas primeras y últimas horas no se cobra la entrada pues no hay nadie en la taquilla, pero el recinto está abierto las 24 horas y nuestro hotelito está enfrente mismo de la entrada: solo hay que atravesar la carretera.
Cuando hemos llegado éramos los únicos. Vaya, nos había precedido una señora mayor occidental pero que se ha ido enseguida. Luego ha aparecido otra de las mismas características que ha ido directa a las piscinas y ha regresado a los 15 minutos. Porque este conjunto se compone de una serie de estanques con fuentes manando incesantemente, o sea las 24 horas del día, y con un par de piscinas donde se baña el personal. Y, por lo que he sabido, los del lugar lo hacen o bien a horas tempranas o al final del día. Porque sin ser caro, tampoco es barato: 20 mil la entrada y además 10 mil si quieres bañarte. Cuando hemos salido ya estaba abierta la taquilla y como he visto un letrero que decía “Foto Pre Wedd RP 500.000” le he preguntado al taquillero si eso era para los que vienen a hacerse un reportaje fotográfico el día de la boda. Que sí. Imagino que con ese entrada podrán hacerlo todos los ayudantes del fotógrafo. Lo que no sé cómo solucionarán el problema del personal que esté de visita turística. Lo de “Pre” me hace pensar que aquí el reportaje se lo hacen antes de la boda. Quizás en España sea también de esta manera. Pero como no estoy puesto en el tema de “bodas, bautizos y comuniones” y como al único acto social al que he acudido últimamente han dio a entierros y funerales y en ellos no se hacen fotografías, no sé si será aquí también “pre”.
Total que entramos y aquello es una maravilla.
Taman Tirta Gangga.
Tirta Gangga significa “agua del Ganges” y taman” “jardín” y aunque el nombre se refiere estrictamente a ese “Jardín del agua”, la gente llama Tirta Gangga a toda el área circundante.
Fue construido en el 1948 por el rajá de Karangasem, Anak Agung Agung Anglurah Ketut Karangasem. Así que si te parece difícil acordarte de la lista de los borbones imagínate la de los rajás de Karangasem. Realmente este fue el último pues reinó desde 1908 hasta 1950 (murió en 1966) cuando este principado se unificó con Indonesia como estado. Este rajá había construido otro “Palacio del agua” en Ujung pero fue destruido por la erupción del volcán Gunung Aung en 1963 y acabado de rematar por el terremoto de 1973. En la época de la colonización holandesa (ya sabes, las Indias Orientales Neerlandesas o Nederlands-Oost-Indië) se le conocía como Waterpaleis. La erupción también afectó gravemente a este de Tirta Gangga pero fue reconstruido a lo largo de los años.
El también llamado “Palacio del agua” de Tirta Gangga es un terreno de una hectárea con estanques, piscinas, fuentes, estatuas, algún puente y jardines que forman un conjunto de los que te quedas con la boca abierta la primera vez que entras en él, sobre todo si los haces a las 6 de la mañana. La pieza más famosa y significativa es una fuente de 11 pisos de altura.
Realmente fue una locura del rajá y es que acostumbrado a fuentes ornamentales que no funcionan como las de La Granja, que aunque realmente son espectaculares solo puedes verlas con los chorros del agua en dos o tres ocasiones al año y además las ponen en marcha una detrás de otra, pues esto es increíble.
Según como lo mires esto puede resultar kitsch pero a nosotros nos ha encantado, aunque también ha contribuido a esa sensación el hecho de estar solos. Hace muchos años, en nuestro primer o segundo viaje a la India vimos el Taj Mahal sin nadie entre la puerta de la entrada y el mausoleo. Te lo puedes creer. Hombre, esto no es el Taj Mahal pero también teníamos un sensación parecida. Y por supuesto Marisa ha hecho un reportaje entero.
Por un problema de estatura yo he tenido que hacerle un par de fotografías a un monstruo y me ha surgido la siguiente duda: cuando se fotografía a una persona la regla general es que debe enfocarse a los ojos, pero cuando se fotografía a un monstruo ¿dónde bebe enfocarse?
Ha resultado una visita muy interesante.
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