Desde el pabellón dorado dando un paseo nos vamos al templo de Ryoan-ji. Este es un gran recinto con jardines, un gran estanque y sobre todo famoso por un jardín de piedras en un estilo llamado kare-sansui. Un letrero en la entrada explica que ese jardín consiste en 15 rocas dejadas con pericia en un lecho de grava blanca. Expresan la iluminación espiritual de Zen Santori y nos revelan enseñanzas infinitas.
Como me he quedado igual que antes busco en internet «Santori». Resulta que es el concepto de iluminación en el budismo zen.
Así que si coloco su traducción donde están esas dos palabras el resultado es: la gallina.
Encuentro más tarde otro letrero con información adicional. Resulta que este templo es de la escuela Myoshinji de la secta Rinzai. Que fue destruido durante la guerra Onin y reconstruido en 1499 y que en su periodo de máximo esplendor llegó a tener más de 23 templos.
El jardín de roca se llama Hojo y simbólicamente representa la naturaleza aunque no hay ni un árbol ni una hierba. También se le llama «el tigrecito cruzando» porque se parece a un tigre cruzando un arroyo de una montaña con su cachorro.
No sé cual me convence más.
Pues allí nos tenías a los iluminados del zen sentados, ensimismados. delante del jardín. Y éramos legión. Bueno «legión de zen» que son menos numerosas que la de los seguidores de club deportivos. Unos 33. Pero entregados, ¿eh?
Antes de entrar hay una pequeña maqueta con las piedras y la grava así te puedes hacer una idea de la situación de la topología y ver donde estarás mejor situado para recibir el «Santori» o ver al tigre.
Dentro del mismo recinto se encuentra una extraña pagoda de la que un letrero informa que ha sido levantada a propuesta del quincuagésimo octavo sacerdote jefe de este templo quien luchó en la campaña de Birmania de la segunda guerra mundial en memoria de sus camaradas muertos en combate. Imagino que a los ingleses y birmanos que estuvieron allí no les hará mucha gracia pues ese fue uno de los peores frentes de guerra por los intentos de los japoneses (invasores) de construir una línea de ferrocarril que llegase a la India.
El jardín del recinto del templo, como todos, está muy cuidado. Cuando florezcan los cerezos será una maravilla. Algunos árboles están cuidados hasta extremos que no te lo creerías.
Éstas son las últimas flores que vimos en Ryoan-ji antes de salir.
Acabamos nuestro recorrido turístico en Ninna-ji. La guía dice de él que fue construido en el 842 y es la sede central de la rama Omura de la escuela budista Shingon. Los edificios actuales son del siglo XVII y que a comienzos abril sus cerezos florecen. ¡Dommage!, que diría un tebeo francés.
Nosotros lo primero que nos encontramos en la entrada sur es una puerta impresionante, Niomon, con sus no menos impresionantes figuras terroríficas, como en otras puertas importantes que hemos visitado antes, ya sea en Kioto o en Nara.
Enfrente aparece la segunda puerta, Chu-mon, y con figuras más impresionantes que las anteriores.
Tras pasar esa puerta descubrimos una fantástica pagoda de cinco pisos. No es tan colorida como otras de Kioto pero es muy armoniosa a pesar de su tamaño.
Y así llegamos al templo principal, Kon-do. Arquitectónicamente es muy importante pues es el edificio más antiguo de un estilo que se utilizó solo en los palacios imperiales.
Otro edifico notable es una torre campanario, bellamente decorada.
En este recinto hay una variedad de cerezos llamada «omuro sakura» que se caracteriza por florecer mucho más tarde que los demás y porque sus ramas nacen muy cerca del suelo. Hay unos 200 ejemplares de este tipo de árbol. El lugar ha sido clasificado como «Sitio de belleza escénica». Pero es demasiado pronto para nosotros.
Para compensar tanta tecnología en algunos retretes nos encontramos otro sin nada de ella pero con instrucciones de utilización muy japonesas. Es el llamado «váter estilo japonés», que volveremos a ver a lo largo del viaje.
07/11/2015 a las 22:40
Francamente, prefiero los jardines florales a los zenistas.
¡Qué envidia! Ojalá contratara la Carmena a un par de jardineros japoneses y echara de los parques a los incívicos ciudadanos
08/11/2015 a las 10:52
Querida Carmen, que la Sra. Carmena está por la reeducación, la reinserción y la recuperación no por echar a los macarras e insociables del paraíso. O de El Retiro.
De todas maneras estoy contigo: ¡qué envidia!
Angel