Salimos de Higashi Hongan-ji y en el camino de nuestro próximo destino nos encontramos con algo que también será una constante de todo el viaje y que no dejará de sorprendernos: unas macetas y jardineras con flores en la puerta de una casa. Y la pregunta que me haré a lo largo de todo el mes: ¿cuánto tiempo durarían en España –incluidas las nacionalidades históricas- en desaparecer o ser cortadas o masacradas las flores y tiestos?
Vamos a visitar el templo de Nishi Hongan-ji, pero en el camino nos topamos con otro más pequeño y tan poco importante a los ojos de nuestra guía que ni siquiera lo menciona, pero es que hay tantas cosas para ver en Kioto…Se llama Kosho-ji y nos ha llamado la atención porque en su patio hay unos preciosos árboles floridos. Como todavía no es la época de los cerezos imagino que serán ciruelos que florecen mucho antes. Sean la especie que sean son una maravilla y hay algún experto fotógrafo debajo de ellos y con mascarilla higiénica. Otra de las constantes de las gentes de este país y a la que nos acostumbraremos a ver con frecuencia.
Marisa rápidamente se trasforma en un fotógrafo más pues aquellas flores y en aquel entorno son una maravilla.
Este templo tiene una magnífica puerta llamada Sanmon y comparte el foso y las murallas con el de Nishi Hongan-ji, por lo que muchos visitantes -entre otros seguramente los redactores de mi guía- creen que son el mismo recinto. Error: parece que hay una gran diferencia, no por la topología sino por las doctrinas que se imparten en ambos, pero me temo que has de ser un fiel seguidor de las doctrinas de la escuela Jodo Shin-shu para distinguirlas.
Como en nuestra anterior visita aquí hay dos edificios el “Goei-do Hall” y el más pequeño “Amida-do” y ambos de comienzos del siglo XX. El aspecto exterior es semejante al de Higashi Hongan-ji pero menos espectacular.
Y también como en el anterior nos encontramos con un bonito “temizuya” con “hisyakus”.
De allí nos vamos al cercano Nishi Hongan-ji. Magnífica puerta de entrada y en el patio dos estructuras como las anteriores: “Goei-do Hall” y “Amida-do”.
Este templo fue construido en 1591 como el cuartel general de la escuela budista “Jodo Shin-shu” por el poderoso Toyotomi Hideyoshi , sogún en aquel momento. El siguiente sogún, el no menos poderoso Tokugawa Ieyasu creyó que el poder de este lugar podría ser una amenaza para sus intereses y construyó al lado Higashi Hongan-ji en 1602, significando “higashi” el este pues así está situado con respecto al anterior. A partir de entonces al original Hogan-ji se le llamó Nishi Hongan-ji, significando “nishi” oeste, como habrás imaginado.
La guía dice que ahora es el cuartel general de la escuela “Jodo Shin-shu” con más de 10 mil templos (muchos me parecen) y 12 millones de seguidores en todo el mundo. Como dirían en mi pueblo: ¡jodo! Y perdón por el chiste.
Tienen una bonita página en la red de la que te dejo el enlace. Y está al día porque acaba de ser renovada, no como las de los ayuntamientos españoles que tienen la información de las fiestas patronales de hace 8 años. Esta de junio del 2015.
Te adelanto que en España no tienen sucursal; imagino que si algún día se instalan aquí tendrán que cambiar el nombre. Hace años, de un producto de software del que iba a ser responsable, pedí antes del anuncio que se le cambiase de nombre por lo menos en España: se le iba a llamar ANO, “Automated Network Operation”. Lo entendieron rápidamente cuando les expliqué que en español “ano means the hole of the ass”. Le llamaron AON, “Automated Operation Network”. Estuve a punto de decirles que en español “aon means the female sex organ”, pero me contuve pues quizás no hubiesen entendido el chiste.
Piensa en el siguiente diálogo:
-Oyes Carmenrosario, que me he apuntado a la escuela “jodo”.
-Pues llegas tarde Borjantonio, porque yo ya estoy haciendo prácticas en la escuela “dildo”.
Vaya, que lo cambiarán.
Volvamos al Nishi Hongan-ji. Lo primero que te sorprende es el tamaño del recinto. Es un cuadrado de unos 300 metros de lado con diferentes edificaciones en su interior de las que destacan el “Goei-do Hall” y el “Amida-do”, como en los anteriores. Pero que aquí son prácticamente iguales y también están unidos por un corredor cubierto. Enfrente de cada uno de ellos hay una puerta con el mismo nombre.
Y también aquí nos encontramos con escolares en visita cultural.
El interior del gran salón vuelve a tener una mezcla de lujo y sobriedad que se ve en muchos monumentos japoneses. Dices: “¡qué sencillo y cuánta pasta han metido aquí!”. O sea que la austeridad es debida al zen no a la falta de recursos.
Vemos un libro, no sé si de rezos o de información todo escrito en braille.
Estando en nuestra visita turística aparece un gran grupo uniformado de escolares, pero estos mayorcitos. Se sientan-arrodillan en el suelo de la gran sala, con un grupo diferente sentados en la parte izquierda y que imagino que son los profesores. Y tiene lugar una ceremonia de la que no logro entender su significado pues a pesar de que intenté encontrar un interlocutor entre los estudiantes que me lo explicase no lo logré. Sí conseguí que uno me escribiese el nombre del centro: “Ryukoku Toyama High school” . Y como me vio poco ducho en temas japoneses añadió: “in Toyama prefecture”. Por si te interesa enviar a un hijo o nieto a esta escuela te diré que los alumnos parecían muy ordenados y los profesores eficientes pero no he encontrado más que una página en internet de este centro y está solo en japonés. Por si acaso te dejo el enlace.
En el exterior una colección de calzado demuestra la organización de esta sociedad.
Y como buenos japoneses les encanta fotografiarse en grupo y como mejores japoneses lo hacen de manera muy organizada: nada de autorretratos con el teléfono: un profesional y un grupo de azafatas que dirigen a cada grupo.
Desde allí vamos a To-ji, otro conjunto de templos y edificios construidos a partir del siglo VII aunque la mayoría son de fechas posteriores debido a su destrucción por el fuego en diferentes épocas o por las luchas de siglo XV, por lo que la mayoría son del siglo XVII.
Una de las construcciones más notables es una pagoda de cinco pisos, que ha sido destruida por el fuego cinco veces y cuya última reconstrucción es de 1643. Es la más alta de Japón con 57 metros de altura.
Este templo tiene una web que da un poco de miedo, aunque es visualmente excelente.
Es de las que nada más entrar te da la bienvenida al “mundo místico del budismo esotérico” y con una música de fondo que quizás intente ser relajante pero que a mí lo que me produce es desasosiego. Y como diseño no hay otra igual: las diferentes opciones están en vertical seguramente porque así está en japonés.
La primera opción se llama “Frequently asked questions”, vaya el típico “FAQ”. Y así es pues cada párrafo comienza con una “Q.” al que sigue otro que comienza por “A.”. Todo muy claro si no fuese porque excepto las cus y las aes todo está en japonés.
Total que una web estupenda, con un buen diseño y mucha información. ¡Lástima no saber japonés! Para pasar al inglés hay que pulsar sobre la palabra «Welcome» y te permite selecionar inglés y cuatro idiomas de caracteres ideográficos. En inglés la información es claramente mucho menor.
Visitamos una habitación llena de figuras budistas y de preciosos mándalas pero no se podían fotografiar así que el único documento gráfico fue una bonita caja de cerillas.
Para acabar el recorrido turístico encontramos dos cosas sorprendentes: un moderno edificio de oficinas que está rodeado de una especie de camino hecho de trozos azules de vidrio y más tarde un aparcamiento de bicis de dos pisos.