Instrucciones asesinas.
En la playa de Weligama encontramos una especie de coco muy interesante que la dueña del hotel me dijo que se llamaba “karuru” y me insistió en que no me lo comiese. Busqué información en la web y no encontré nada.
En el hotel de Colombo vuelvo a preguntar y me dicen que se llama “kaduru”. Lo busco y efectivamente aparece en un sitio que se llama “Los plantas venenosas de Sri Lanka”. Te dejo el enlace por si te quieres descargar el archivo en pdf. Así me entero de que hay varias clases de “kaduru” y el mío es el “Diya kaduru” o sea “Cerbera manghas”. Lo curioso es que esta web además de explicarte como morirás con cada uno de los vegetales también te dice si es aconsejable para homicidios o para suicidios. O para ambos. El mío solo sirve para suicidios. Imagino que es porque hacerle comer eso a alguien que no quiere debe ser imposible. No como en el Padrino III con los dulces que se come el fantástico Eli Wallach y que le da Connie Corleone, que en realidad es también una Coppola. ¿Recuerdas el nombre del dulce?. «Cannoli» (aquí canutillos).
Más información para suicidas y homicidas: en ese documento te dice la dosis fatal.
También he leído que el nombre científico se lo pusieron en honor de Cerbero, el perro de la mitología, imagino que para dar miedo. Pero dada la poca divulgación de los nombres científicos creo que Linneo se pasó: ¿te imaginas a un habitante de esa parte del mundo, o sea islas y costas del océano Índico, que se sepa el nombre científico y que además conozca la mitología griega? Pues solo le dará miedo a los investigadores botánicos.
Y lo más excéntrico: en Madagascar se utilizaba en rituales para envenenar a reyes y reinas y también para determinar la culpabilidad o inocencia en los casos de brujería, lo que se llama la prueba de ordalía. (Jamás pensé que pudiese llegar a utilizar esta palabra. Ya la puedo tachar de mi lista de palabras imposibles de escribir).
Marisa me dice que lo tiremos pero creo que me lo llevaré a casa, así que cuando vengas a verme te enseñaré el “kaduru” que ahora, espero, ya ha debido perder todo su poder maléfico.
10/04/2015 a las 09:13
¿Has venido de verdad cargado con ese melón?
10/04/2015 a las 09:26
Marisa, es que no es un «melón», la foto lo magnifica: es un coquito de unos 8 cm de diámetro.
10/04/2015 a las 11:15
Gracias por la aclaración, yo he pensado lo mismo que Marisa.
Ángel, gracias por tu buen vocabulario. Puedes seguir y contribuir en la sección «palabras moribundas»del programa «No es un día cualquiera» de Pepa Fernández en RNE