La ida y la vuelta.
Parece que cuando vas a hacer un viaje te va a costar lo mismo la ida que la vuelta. Eso es lo habitual aunque a veces hay pequeñas diferencias. La pareja turca que encontramos en la isla de Akdamar nos enseñó que no siempre es así.
Fueron a visitar las pirámides en Egipto e hicieron el viaje en camello. La verdad es que yo estuve hace muchos años y que fui desde donde me dejó el autobús urbano hasta las pirámides a pie pero no sé donde te dejan ahora. El caso es que ellos pagaron 5$ para llegar hasta allí y cuando quisieron regresar les pidieron 100$. Lo malo es que un camello no es como un coche que te metes dentro y le organizas un bronca al pillo, porque ¿has probado a subirte tú solo a un camello si el camellero no quiere?
El peligro.
La guía de Turquía dice que si paseas por las murallas de Diyarbakir que lo hagas en grupo porque son peligrosas. Cuando paseamos por las calles cercanas a la iglesia caldea de esa ciudad nos advirtieron varias veces que nos iban a robar el bolso y la cámara fotográfica, que los ocultásemos.
Y realmente no tienes ninguna sensación de peligro pero ¿cómo sabes si es peligroso o no? A nosotros nos avisaron 6 veces en 50 m y al final acabas creyendo que sí, que es peligroso. Aunque no lo sea. Que no lo es.
Bahçesaray.
Cuando íbamos a Bahçesaray un kurdo me explicó que ese pueblo en su idioma se llamaba Mikis.
“Bahçesaray” en turco significa “jardín del palacio” o quizás “palacio jardín”.
“Mikis” resulta que no es de origen kurdo sino armenio. Se llamaba antes Müküs, derivado de una palabra armenia que significaba “el lugar de la magia”.
Qué bonito todo, ¿no? Pues parece que no: era un nombre de la época de Urartu correspondiente a una tribu que vivía allí. Total, que los nacionalistas no sé que origen de todos ellos reclamarán. Que lo reclamarán como suyo. Seguro.
Al conocimiento por la pasta.
Los billetes de 10 liras turcas están dedicados por un lado a Atatürk, (que en este país es como el Dalai Lama entre los tibetanos, o como el Generalísimo Franco en España entre el 1939 y 1975), y por el otro lado a Cahit Arf, un matemático turco fallecido en 1997. Pues bien al lado de su fotografía está la fórmula matemática que le hizo famoso. Imagino.
Y me ha parecido una cosa muy instructiva sobre todo para la relación abuelo-nieto.
Imagínate que los billetes de 5€ tienen por un lado la tabla de multiplicar. Por ejemplo unos la del dos, otros la del tres, y así sucesivamente. Entonces tú le dices a tus nietos: “cuando te sepas la tabla de tal número te daré ese billete”. Los de 10€ podrían llevar otra cosa un poco más complicada hasta llegar a los de 100 con la tabla periódica.
De 200 y 500€ no conviene darles a los nietos.
Así aprenderían matemáticas y otras materias y sabrían que la ciencia proporciona felicidad.
Consejos financieros.
Además de tener en cuenta lo de los cheques de viaje de AMEX que expliqué al comienzo del viaje, os quiero contar el resultado de mis investigaciones sobre el pago con tarjetas bancarias.
Hace un par de años, o menos, salió una nueva normativa por la que te cobran una comisión cuando haces una transacción, vaya una compra, con tu tarjeta cuando lo haces con una moneda diferente del euro. Entonces los bancos se apresuraron a enviarte las nuevas comisiones que antes eran cero. Y lo hicieron en un articulado de esos de letra pequeñita y muy junta que no se lee nadie. Por mi investigación entre amigos y conocidos todos la tiramos a la basura sin leerla.
Algunos bancos nos enviaron una corta comunicación con el resumen de esas modificaciones. Como pensaba ir a Japón y pagar casi todo con tarjeta de crédito el tema me interesaba. En la India no suelo pagar con tarjeta, muchas veces por que hay que hacerlo en metálico y otras porque te cobran la comisión que les cobran a ellos los bancos.
Estas son mis conclusiones:
A. Llama por teléfono para preguntar las comisiones y que te digan la página web donde están. Que eso es lo que vale, no le que te digan por teléfono.
B. No te fíes del resumen en papel que te han enviado.
C. A algunos “gestores personales” de los bancos no les han preguntado nunca acerca de este tema y no lo saben. Mejor que confiesen su ignorancia que no que te lo digan a ojo.
D. Pregunta la comisión en el caso de la de crédito y la de débito.
En mi caso: un banco me cobra 1,5% de cada transacción en la tarjeta de crédito y 0% en la de débito. Una caja me cobra un 2% en la de crédito. No tengo de débito. Otro banco me cobra un 1% de comisión (lo que me habían comunicado en el resumen de la normativa) más un 4% en cada transacción: ¡un 5%! ¿Qué un 5% es poco? Pues depende de la cantidad que te gastes. Como dicen los usuarios del Nespresso: “si solo tomo dos cafés al día…aunque cueste a dos mil euros el kilo…”.
Pero en un viaje de un mes a Japón un 5% puede ser una pasta. Y si es otro país que hacen como en la India y te cobran otro 5 ó 7% adicional…
Así que infórmate.
Más ahorros.
Cuando estuve en la Gran Mezquita de Bitlis comprobé que en los relojes de pared que había diseminados por allí todos tenían la “hora antigua” o sea la de antesdeayer en que se cambió a “horario de verano”. Y me pregunto que qué pasa en las religiones como el islam o como las órdenes monásticas cristianas que tienen horas fijas para el rezo. Imagino que esa exactitud es para que sus dioses, perdón su dios, que son monoteístas, estén preparados para ese momento en que los fieles les invocan, pero ¿qué pasa cuando ocurre un fenómeno como éste llamado “daylight save time”?. Pues que esperan que sea a una hora y el personal lo hace a otra. O quizás como en esa mezquita no cambian la hora y siguen haciéndolo a la hora antigua.
Viendo esto he pensado que si toda Europa, o todo el mundo, hiciesen el cambio de hora y en España no y el Sr. Rodriguez hubiese decidido incorporarse a esa práctica mundial y que mi país también se cambiase la hora, seguro que en Madrid y Valencia y Murcia hubiesen dicho que ellos seguirían con la hora antigua. Y el Sr. Aznar a que él no tiene que decirle nadie cuando debe cambiar la hora (excepto que se lo diga su amigo el Sr. Bush).
El turco.
He descubierto que el turco también tiene “faux amis”.
He estado todos mis viajes viendo el letrero de “Prohibido fumar” que en turco es “Sigara içilmez” y claro yo traducía: “Sigara” es “cigarrillo” e “içilmez” “prohibido”. Pues en este viaje descubro que “Sigara” es “no” e “içilmez” “fumar”.
Creo que el turco será el idioma con el “no” más largo de todos.
(Por si las flais: hay otros “no”.O sea que si quieres decir “no” a alguien, creo que deberías evitar decir “sigara”, y mejor utilizar “hayır” o”yok”).
El inglés.
De un hotel dice la guía que sus habitaciones son “spruce”. Ni idea pero puede ser algo importante para escogerlo o no. Lo busco en el diccionario y me quedo de piedra: “spruce = pícea, abeto falso”. En una segunda acepción dice que es el adjetivo “cuidado, pulcro”. No sé si hay muchos casos que el cambio de sustantivo a adjetivo implique un cambio tan drástico de significado.
El castellano.
En el retrete de señores de Hontanares –una cafetería de Madrid- una pintada en la puerta dice: “Rajoy Papaconas”. Como allí hay varios escritos de diferente signo político no sé si es un piropo o un insulto pues es la primera vez que leo esa palabra.
Yo estoy en contra de todas las pintadas y en especial de las que signifiquen un insulto pero desconociendo el significado de “papaconas” no sé si es algo negativo o un piropo.
Y aunque lo busco en Google sigo sin saberlo.
Las lenguas muertas.
Cuando empecé a escribir estas crónicas me encontré que cada vez que escribía anatolio el “word” me lo marcaba como un error así que lo busqué en el DRAE. Está bien como gentilicio así que utilicé la opción de “Agregar al diccionario”, pero además leí otra acepción que quiero compartir contigo, paciente lector: “Se dice de un grupo o familia de lenguas asiáticas indoeuropeas, hoy extintas, que comprende el hitita, el licio, el lidio y el luvita”. En mi vida no había oído hablar del luvita. Tendré que investigar.
Pero esto me llevó a otra reflexión: la utilidad de hablar las lenguas muertas.
¿Conoces el episodio de la Transfiguración de Cristo? Además es un cuadro de Rafael que está en el Vaticano y del que Mark Twain en su viaje por Italia dijo que “Creo que jamás recordaré ninguna de las cosas que vi allí, (en el Vaticano) a excepción de las momias y “La Transfiguración”. O sea que solo por eso ya deberías conocerlo y además es muy importante dentro del mundo cristiano y también es una obra muy importante en cuanto a la expresión de Cristo como sanador , pero como me leen algunos que lo han olvidado os “refresco” la historia. Jesús se va de excursión con Pedro, Juan y Santiago a una montaña (qué montaña era está en discusión) y se pone a rezar. Entonces su cara cambia de aspecto y su ropa resplandece. O sea que se “transfigura”. Sus discípulos ven todo esto y que además está charlando con Moisés y Elías. Luego viene la famosa frase, que eso sí ya la recodaréis todos, de Pedro de a Jesús: «Maestro, hagamos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». (Por lo visto a Pedro le iba lo del vivaquear). El resto ya no tiene más interés para esta disertación aunque no sabemos que pasó con Elías y Moisés. Y todo esto viene a cuento de que en qué lengua tienes que hablar cuando te encuentras con un personaje de la antigüedad. Jesús hablaba arameo pero ¿y Elías y Moisés?
Ya escribí el sentimiento de ternura y admiración que me produce el ver a grupos religiosos y culturales a punto de extinguirse por la presión (y a veces persecución) de las etnias y religiones dominantes. Así los cristianos de Midyat o Mardin que hablan el arameo. Pero es que esa gente podrían ponerse a hablar con los santos bíblicos si se les aparecieran, que también sería una putada que a un arameo de ahora se le apareciera Santa Gema Galgani, famosa santa de mi niñez, pero que debía hablar solo italiano.
Palabras que dan miedo.
A mí hay algunas palabras que me dan miedo. Por ejemplo ancestral, inmemorial e inconmensurable. Las tres las suelen utilizar mucho los nacionalistas, los patriotas y los fanáticos religiosos para defender sus ideas. (También me dan miedo esas palabras).
Una vez leí a Javier Marías que hablando sobre uno de los nacionalismos españoles –quiero decir que viven aquí y tienen el DNI español, pero es una manera de describirlos porque son españoles pero no quieren serlo- que argumentaban que son un pueblo que se remonta a tiempos inmemoriales. Y Marías decía algo así como que eso les pasa a todos los pueblos y que además no hay memoria de los tiempos inmemoriales.
El poder de la metonimia.
He descubierto el significado de “doner kebap”, palabras que son frecuentes ahora en toda la geografía española gracias a varias franquicias de este tipo de comida.
“Döner” significa “giratorio” y “kebap” “brocheta”. Pero lo curioso es que en España oyes la expresión de “me voy a comer un doner”. O sea “voy a comerme un giratorio”. Insisto en que aquí “döner” –con la o con diéresis- es un adjetivo y los adjetivos no son comestibles y si lo fueran no calmarían el hambre, aunque quizás diesen algún tipo de alegría espiritual.
Me ha recordado lo común que es decir “tengo un MP3” –y creo que ya he escrito de esto- siendo como es el MP3 un estándar de compresión de la música digital.
¿Quién tiene u oye un estándar? ¿Quién se come un giratorio?
Por cierto que mientras escribo estos pensamientos estoy oyendo en mi “MP3” el maravilloso John Coltrane. Y en WMA.
Mañana “Final, última.”
13/11/2011 a las 20:00
Marisa, la primera foto de esta entrada quita la respiración.