Espero que os haya gustado y que después de leerlo tengáis deseos de visitar Sikim y de leer mi próximo viaje. Para acabar quiero compartir con vosotros estos pensamientos finales.
Viajeros y turistas.
Moncho Alpuente decía en un comentario a un libro, que aunque se encuentren en aeropuertos o en lugares de obligado cumplimiento –y creo que él ponía lugares más exóticos pero podría decir también Toledo y el barrio gótico de Barcelona- hay una gran diferencia entre viajeros y turistas. Tendré que indagar más y he escrito alguna reflexión al respecto porque yo no lo veo tan claro. Porque si es por exotismo, ¿hay algo más exótico que ir al Polo Sur en un crucero de esos carísimos? ¿Esos acaudalados son turistas o viajeros? Si es por dificultad y sacrificio, ¿hay algo más dífícil y sacrificado que ir quince días con dos o tres niños pequeños a un apartamento en el levante español? ¿Esos esforzados padres son turistas o viajeros? Y si es por sitios a los que no va nadie podrías irte a pasar tres semanas en julio o agosto a la costa marrón: Móstoles, Fuenlabrada y Alcorcón. Una semana en cada sitio. ¿Conoces a alguien que lo haya hecho? Y tampoco vas a rechazar ir a sitios por el hecho que va todo el mundo. Porque a esos lugares van porque son muy bonitos: ¿No debo ir a Aranjuez o Sitges o en la India al Taj Mahal? Así sigo sin saber si soy turista o viajero, pero los niños de Tashiding lo tenían muy claro: “tourist one photo”.
Recorrido.
¿Volvería a hacer el mismo recorrido? Pues sí. Me quedé sin ver el valle de Chokta en Thanggu pero las condiciones atmosféricas mandan. NJP y Siliguri son etapas necesarias. Todas las demás han tenido interés. Me he quedado con las ganas de hacer un treking y acercarme más al Kanchenjunga pero las condiciones físicas personales también mandan.
Encuentros.
Casi todos han sido gratos. Algunos breves como la pareja belga con la que hablé en Rumtek y algunos más largos, repetidos y gratificantes como los de Elena, Pilar, Robert, Anna y mis amigas de Calcuta, Azucena, Patricia, Juncal y Carmen. También los encuentros y conversaciones con los indios fueron interesantes y siempre aprendí algo nuevo. Y si te encuentras con algún borde, con no recordarlo más ya está solucionado.
Shakira.
En el viaje al valle de Yumthang, el guía lepcha que quería ser músico me preguntó que si conocía a Shakira. Le dije que sí, pero fue sobretodo para no decepcionarlo. Me suena que es una cantante hispanoamericana. A él le gustaba mucho. Le iba a decir que soy más de Ana Belén y Maria del Mar Bonet. En el viaje de NJP a Nueva Delhi oí en mi reproductor de música a la primera en “La muralla” y me reafirmo en lo dicho. Luego oí a Llach. Increíble.
El tren.
Una cita de Amitav Ghosh:
“…le encantaba todo lo relacionado con el ferrocarril, estaciones, locomotoras, guías de horarios, el acre olor de creosota de los coches cama. No había nada que le gustara más que soñar despierto junto a una ventanilla abierta con el viento en la cara.”
Ese podría ser yo.
Calcuta.
Otra cita de Amitav Ghosh:
“Todas las ciudades tienen sus secretos, pero Calcuta, cuya vocación es el exceso, tiene tantos que es más secreta que ninguna.”
Tendré que volver.
CISF.
Expliqué el encuentro con un oficial de la CISF en el aeropuerto de Delhi y la interpretación de las siglas. Pues resulta que no son espías sino que significa “Central Industrial Security Force” y son unos policías del ministerio del interior que se dedican a custodiar centros de transporte e instalaciones nucleares. Si lo vuelvo a ver el año próximo se lo diré, que la policía no es tonta pero algunos son demasiado listos.
El blog.
Una vez leí un artículo de John Updike, del que leíamos en los 70 “Corre conejo, corre”, en el que comentaba a su vez un artículo de otro autor que no recuerdo. Hablaba de la digitalización por Google de varias grandes bibliotecas y de que como a partir de esa “biblioteca universal” en la red, los autores ya no venderían copias de sus obras, sino que se ganarían la vida vendiendo actuaciones personales e informaciones adicionales. En resumen lo que no se puede copiar. A Updike le parecía horrible, pero a mí, que no cobro nada por las copias, me parece fantástico. Ni por las copias ni por los originales. ¿Qué lees mi artículo sobre el viaje al valle de Yumthang y quieres saber más? Pues me invitas a cenar y te lo explico personalmente. Eso sí, tiene que ser invitación para dos, porque voy siempre con mi señora. Que además hace de freno, si no se nos harían las tantas. Por cierto, muchos ya lo sabéis, pero no como carne ni de mamíferos, aves, anfibios ni reptiles. Sí peces y muchos invertebrados como las gambas y los pulpitos, que eso se puede comer aunque sea viernes de cuaresma.
El presupuesto.
Como os dije, en la sala de espera antes de coger el avión de regreso y cuando ya me he gastado todo lo que me tenía que gastar, hago el cálculo del dinero empleado y lo comparo con el presupuestado. ¿Cómo lo hago? Pues eso sería uno de los motivos de invitarme a cenar o incluso un fin de semana en tu casa de campo mientras me enseñas tu cuadra de caballos, porque tengo una técnica muy depurada.
Sikim.
Después de estar allí he seguido aprendiendo cosas sobre este país. Es el menos poblado de la India y el más pequeño después de Delhi y Goa. Los lepchas llamaban a Sikim en su lengua “cielo” y a ellos mismos “el pueblo más querido sobre la madre tierra”.
El gurú Padmasambhava del que he hablado alguna vez se le conoce también como Rinpoche o Rimpoche, que es más fácil para teclearlo en Google.
He leído una historia sobre la familia real sikimesa que es como de la prensa rosa. La dinastía Namgyal gobernó el país durante 332 años con derechos divinos. Sin embargo algunos estudiosos ponen en duda esta afirmación porque Gyurmed Namgyal murió sin descendencia a los 27 años. ¿Le cogió muy joven? Pues no, que ya tenía edad para procrear pero parece que no podía. Para salvar la situación un cura habilidoso declaró que el difunto rey había tenido relaciones ilícitas con una monja la cual estaba embarazada en ese momento y llevaba un vástago del rey en su vientre. La monja dio a luz a un niño el cual fue aceptado como heredero del finado y de esta manera la dinastía fue salvada de la extinción. Y el personal sigue siendo monárquico.
Al final de la historia de Sikim como reino sorprende encontrarte la reivindicación de “un hombre, un voto” en los años setenta del siglo pasado y es que un voto de los lechas o bhutias equivalía al voto de seis nepalíes.
Y así mil historias más.
Sexo y mito en la India.
No solo en el mundo budista hay mitos sobre el sexo, como me explicaron Pilar y Robert. También he leído uno del hinduismo precioso. En una novela de Gita Mehta dice:
“-Los músicos creen que Siva se despertó una mañana después de haber hecho el amor con la diosa toda la noche (y una noche en la vida de los dioses son treinta mil años del tiempo de los seres humanos), y la vio dormida”.
Y para mito el de Vatsayana que se considera la mayor autoridad india en materia de erotismo pues fue el autor del Kama Sutra. Se cree que fue asceta y célibe. ¿No os recuerda a algunos célibes que son consejeros matrimoniales y sexuales? Y no digo más.
Pregunta sin respuesta. (Todavía).
En mi viaje a la India del año pasado escribí en mi viaje a Somnat sobre un ordenador cuántico y como lo descubrí gracias a una conferencia a la que asistí impartida por un investigador español del Instituto Max Planck. He leído una entrevista a ese científico y aprovecho para decir su nombre: Ignacio Cirac. Es que tengo amigos que están convencidos que me invento todas las cosas que digo e incluso uno que cree que me invento hasta el viaje. Por cierto que acababa mi crónica desde ese templo con una pregunta que nadie me ha contestado y que sigue en el aire: “Como los ordenadores cuánticos no son electrónicos (¿o sí que lo son?) y la prohibición del templo era para los ‘dispositivos electrónicos’ ¿se podría entrar con él en el templo?”. Otro problema sería explicar esa diferencia a los cancerberos del templo. Y en gujarati.
Ortografía.
He intentado no cometer ninguna falta ortográfica y utilizar los signos de puntuación de forma que mis escritos fuesen lo mas claros posibles pero como dice José Antonio Millán “…en esta época asistimos a la explosión de la autodifusión del texto: con frecuencia obras generadas por un particular o un profesional se divulgan inmediatamente en páginas web o en formato de correo electrónico. Estos textos no pasarán por el filtro de un especialista en tipografía ni de un corrector, de modo que más vale que estén bien hechos.” En algún caso he intentado hacer una acrobacia con alguna palabra, su ortografía y su situación en la frase y algún lector avispado se ha percatado de ello. De todas maneras vaya mi petición de perdón por los fallos cometidos.
Fotos. (Copio y pego este párrafo del año pasado)
Una selección de fotos de este viaje está en Flickr. Las he escogido en función de los sitios de los que he escrito y pretendo que sean más complementos de las crónicas que fotos bonitas por sí mismas. Las he organizado en una carpeta llamada 2006 India. Para acceder a ellas, pulsar aquí. y después elegid 2006 India. Lo más cómodo es pinchar en “view as slideshow”. Cada foto tiene su descripción que se ve al poner el puntero del ratón encima de ellas. También se puede acceder tecleando http://www.flickr.com/photos/elangel/. De esta manera salen las carpetas pero también todas las fotos. Espero que os gusten y que rellene las carencias de algunas descripciones.
Lectores.
Os agradezco las lecturas así como los comentarios. Esta vez he preguntado a amigos si me habían leído. La respuesta casi unánime ha sido: “sí, te leí el primer día”. Así he descubierto que como hay autores de un solo libro, hay también de un solo día. Yo.
Fronteras.
Definición de “frontera” leída en un periódico de la India: “En geografía política una línea imaginaria entre dos naciones que separan los derechos imaginarios de unos, de los derechos imaginarios de los otros”. A mí me hubiese gustado escribirlo con la palabra “imaginaria” todo en mayúsculas.
Próximo viaje.
Si los hados me siguen siendo favorables a mediados del próximo mes de marzo iré a Turquía a la zona oriental cercana a la frontera con Armenia pasando por mi querido Estambul. Y espero poder seguir contándolo en este blog.
Final triste.
En un restaurante de Calcuta vi grandes letreros por todas las partes que decían que no se servía carne de vacuno. Esto me sugirió este pensamiento:
En la India hay (algunos) hindúes que estarían dispuestos a matar (¿a morir?) antes que comer carne de vaca y (algunos) musulmanes que estarían dispuestos a matar (¿a morir?) antes que comer carne de cerdo. El problema lo tendrán cuando algunos (millones de) indios estén dispuestos a matar (¿a morir?) por comer.
Final poético.
De las canciones de amor de Cándidas (Cha.n.dî Dâs), poeta bengalí del siglo XV:
“Escucha, hermano,
el hombre es la verdad más grande.
Más allá, nada. “
17/01/2007 a las 10:34
Con bastante retraso, debido a mi natural indolencia: gracias AL.
Si enstructivas y divertidas son tus crónicas viajeras, hermosas y magníficas son tus conclusiones.