
Fotos.
Había leído en una revista de fotografía de hace unos años que «La India es un destino increíble para cualquier fotógrafo documental o de viajes. Es un lugar loco, fascinante y agotador, un mundo aparte repleto de contrastes y rarezas. Además, a la gente no le importa salir en fotos, pero es complicado conseguir fotos originales. De todas formas, yo no me esfuerzo conscientemente en ser diferente al resto de fotógrafos, en todas partes hay escenas fantásticas que no ha retratado nadie, incluso en la India».
Coincido totalmente con este autor: “un destino increíble para cualquier fotógrafo”, “es un lugar loco, fascinante y agotador, un mundo aparte repleto de contrastes y rarezas”.
Y como dice no hay que esforzarse para ser diferente. Eso hacemos nosotros.
Vaya, la fotógrafa es Marisa, aunque yo sea el que llevo la mochila con el equipo y el que a veces hable con el personal para que permitan ser retratados, aunque la mayoría de las veces parta de ellos la petición del retrato.
En este viaje hemos hecho en total 15843 fotos, pero como algunas están en dos formatos, JPEG y RAW, son realmente 8960 fotos diferentes además de 72 vídeos.
Todas esas fotos están ya debidamente etiquetadas.
Comida aérea.
La línea aérea qatarí tiene un montón de opciones para la elección de comida, aunque en este viaje de los 4 vuelos solo uno era de Qatar Airways, los otros dos de Índigo y el último de Iberia.
Estas son las 14 opciones: hindú, baja en colesterol, baja en sal, baja en calorías sin lactosa, solo vegetales crudos, jaina (o sea siguiendo los principios de esa religión), ovolactovegetariana, vegetariana, vegetariana oriental, vegetariana asiática, dieta blanda, para diabéticos y solo frutas.
Y cosa curiosa es que dentro de todas esas maneras no incluyen la “kosher” que sí suele aparecer en casi todas las líneas aéreas. ¿Es que los judíos nunca viajan con ellos?
(La foto no es la comida del avión, que no cabría en la bandejita, sino de un restaurante coreano).
La violencia en el fútbol.
Siempre que se publican noticias relacionadas con la violencia en el fútbol parece que son de sitios violentos como los famosos hinchas argentinos, “la barra”, o con ebrios aficionados europeos sean británicos o alemanes, o bien en lugares de violencia ciudadana como algunos cinturones industriales de grandes ciudades, pero en mi pueblo, de natural pacífico, ocurrió una situación también de ese estilo, pero como en plan chusco:
«Me llamó viejo de mierda y soy viejo. Yo reconozco que le dije negro de mierda, pero porque es negro, sin ánimo de racismo, cuando él no reconoce las amenazas de muerte. A mi mujer la llamó zorra de mierda. Ellos en ningún momento lo han reconocido».
La noticia completa en este enlace.
La foto no es obviamente de ese partido, que es de una exposición en Wellington sobre la batalla de Gallipoli.
Mejor el amor que el fútbol.
Mientras en mi pueblo había violencia en el campo de fútbol “una ballena jorobada macho recorrió 13.000 kilómetros para aparearse”.
Eso es lo que tiene de bueno que los cetáceos no jueguen al fútbol, que piensan más en el amor, claro que Venus O’Hara a la que la noticia del periódico la define como “profesional de la audacia, divulgadora sexual, youtuber, escritora, modelo fetichista, probadora y diseñadora de juguetes eróticos” (no se ha buscado mala profesión) y que “es una mujer cordial, apasionada y ocurrente” dice en la entrevista que “Los orgasmos son poderosos, permiten canalizar la energía del universo y, en cierto sentido, enchufarse a Dios”.
Pues en este caso ni te digo: directo al cielo de las ballenas.
Discapacidad.
En la estación de Bombay leo la palabra «divyang» en una taquilla para billetes como si tuviesen alguna preferencia y pensando que se puede referir a «senior citizen», o sea a mí, lo busco: “en hindi, es un término usado para referirse a las personas con discapacidad”, pero ”el término Divyang, en español, significa ‘alguien con una parte del cuerpo divina’».
Mucha voltereta lingüística me parece, pero es que “fue acuñado por el actual Primer Ministro de la India, Sr. Narendra Modi, y ahora es el término usado para describir a las personas con discapacidad en el discurso oficial y legal”.
Lo que no sé es como se lo tomarán los que hacen cola para sacar los billetes si solo conocen el término en su significado de diccionario y no en el legal: “Oye que me cuelo porque es que tengo una parte del cuerpo divina”.
Contestación probable: “Pues si te cuelas yo te voy a meter por el culo una parte de mi cuerpo que también es divina”.
“El Rey concede a la infanta Sofía la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, su primera condecoración.
Felipe VI ha otorgado la condecoración a su hija menor al cumplir los 18 años. Una distinción que reconoce los méritos en el servicio a España.”
Es lo que tiene ser rey, que no les importa hacer el ridículo, porque si con una hija hace eso cuando tenga nietos los nombrará archimandritas del Imperio Medio. Por lo menos.
¿Qué ha hecho esa joven “en el servicio a España”?
Mejor todavía: ¿cómo puede haber monárquicos en España?
PS
Se me ocurre que sus majestades podrían hacer como los padres ejemplares y regalarles a sus hijas un reloj como si hubiesen hecho la primera comunión, claro que en lugar de un Casio sería un “Breguet Pointe D’or sur la mer” o algo así.
Y ahora me pregunto: ¿habrán hecho la primera comunión?
Noticia profana.
Encuentro el precio de consumiciones en el Taj Mahal de Bombay: una botella de vino viura Campo Viejo que cuesta en España menos de 4€ la botella, aquí, o sea allí, unos 50€ y hay que añadir los impuestos.
Vaya, que hay que ser de casa real, condecorado o no, para beber vino en ese maravilloso hotel.
La India, siempre la India.
Busco información sobre la ceremonia de las barquitas flotantes con luces que vimos en Udaipur y encuentro esta curiosa explicación: “Se cree que las luces en el agua y bajo los árboles ayudan a los peces, insectos y aves que las ven a alcanzar la salvación”.
No creo que las sardinas que pescan con el arte de llevar potentes focos de luz piensen lo mismo.





