El sol es…

En Buenos Aires hay un café que es el más famoso de todos, el que debes visitar, como en Oporto el Majestic: el Café Tortoni.

La guía dice que es una parada obligatoria para cualquier visitante de la ciudad, que pidas unos churros y un chocolate caliente y que te olvides de los desorbitados precios.

Allí vamos y hay una cola de unas 40 personas, pero es que esto no es como en un restaurante que los clientes acaban de comer y se van, que aquí pueden estar rato y rato, especialmente si han tenido que hacer una larga cola, así que desistimos (como hicimos en el Majestic de Oporto) y en el camino de regreso hacia el apartamento damos con otro, “London City”, del que también había leído que era muy interesante y es que en este otro había escrito Cortázar, como lo dejó reflejado en su primera obra, “Los Premios”.

Allí sí tenemos sitio y realmente es un lugar que merece la pena.

En la mesa de al lado de la nuestra una pareja mayor nos oye hablar y nos pregunta que de dónde somos y resulta que ella es gallega (no me he enterado si gallega, gallega o hija de gallegos) y parece que él también, y encima conoce Zaragoza: “No hay tierra en el mundo que sea como esa”.

Un poco exagerado, ¿no?

Pues no todo el mundo le parecía tan bueno, pues ha hablado mal de los franceses y de los ingleses. Y por supuesto de que la situación aquí estaba muy mal y que muchos se querrían ir a Europa, al revés de lo que pasó hace unos años.

En esa cafetería descubro, tarde, una forma mucho más favorable de cambio y que describo por si vienes: un euro a 520 pesos. Y es que al darte el tique del importe te lo dan en pesos, euros y dólares blue.  Les pregunto y me dicen que sí, que puedo pagar en euros y que me devolverán el cambio en pesos a esa tasa.

Regresamos dando un paseo y pasando por delante de la Casa Rosada que está muy bien a estas horas ya nocturnas.

Un día muy interesante.

Mañana parece que lloverá un poquito.

Notas del día.

En la visita al Palacio Barolo encontramos a un sevillano mayor que lleva 3 meses aquí: ha venido para bailar el tango y es profesor. No, no profesor de tango, que es maestro en Sevilla.

Como dicen que dijo “El Gallo” (que no lo dijo): “Es que hay gente pa´to”.

España.

Hoy hemos tenido un baño de españolismo, especialmente de cocina.

Primero cerca del palacio Barolo un letrero en la puerta de un restaurante: “Pata de cordero a la segoviana. Cochinillo al estilo Cándido”.

Y una tienda donde venden turrón español “El Almendro”.  No lo hemos comprado, pero me ha dado una alegría.

Luego otro: “Favada asturiana (sic). Cazuela de cordero a la española”. 

Y un pasquín de un espectáculo también nacional: “Romerías españolas. Humor, coplas, zarzuela y flamenco”.

Y allí en una pared cinco lápidas que son todas de recuerdos españoles: «Homenaje de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires a los caídos, exiliados y represaliados en defensa de la II República Española, en su 75º aniversario (1931-2006)».

¿Por qué allí? Pues porque en 1936 los republicanos se reunían en el bar Iberia que estaba en ese lugar.

Grafitis.

Hoy también ha sido un día de interesantes grafitis.

Este sobre una puerta tapiada, o mejor “tableteada” al lado de unos pasquines pegados en unas elegantes columnas de “Maricoteca.org”: “NO ME BAÑO”.

En la fachada de un rascacielos y vista desde la terraza del Barolo: Evita con un micrófono.

Y por su situación me temo que este solo se podía ver desde lugares como este.

Y como siempre, los de contenido político: “Memoria es la patria que soñamos”.

Y por supuesto con un recordatorio a los 30.000 desaparecidos.

Y poético, aunque político: “Que el silencio se convierta en carnaval”.

Y uno muy, muy argentino: “VENDO MI EGO”

Etiquetas: Argentina, Buenos Aires, Café Tortoni, Casa Rosada, España, Grafiti, London City, Palacio Barolo

This entry was posted on 09/04/2024 at 07:06 and is filed under Amor a viajar, Argentina 2023 1/2. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. Both comments and pings are currently closed.