Notas del día.
Esta ciudad, Córdoba, parecía que no me iba a permitir escribir más que algunas líneas, pero ha sido tanta la información recibida que tengo que acabarlo con una serie de notas que he recogido a lo largo del día.
1. El restaurante de la comida no solo tiene un nombre especial y un postre maravilloso, sino que aprovecha las mesas para dejar filosofía pura, que parece que aquello fuera la Atenas de Pericles y no la Argentina de Fernández.
2. Esta mañana, tomando un café en una elegante cafetería, ha aparecido una noticia en la tele con el título en rojo y grandes letras de “URGENTE”: el actual presidente Alberto Fernández no se va a presentar a la reelección.
3. En los jardines que rodean al “Paseo del Buen Pastor” veo a gente con perros que corretean alegremente por el césped; algunos orinan en él y luego rascan furiosamente la hierba. Imagino que por la tarde las mamás traerán a sus gozosos bebés para que gateen por allí y al atardecer las parejas de enamorados se sentarán en el mismo lugar mirándose a los ojos y jurándose amor eterno.
Ítem más: algunas paseaperros recogen los excrementos, pero otras, la mayoría, prefieren dejarlos como abono orgánico en el mismo sitio de la defecación.
4. Veo como un par de perros de diferentes propietarios se encuentran en el césped, se olisquean por todo el cuerpo y con especial interés en el ano y los genitales. Luego a esos perros sus propietarios les darán un beso en el hocico.
Coda: imagínate que luego compartes la “bombilla” de mate con otro que acaba de besar a su perro, el cual acaba de besar el ojete de otro perro, el cual…
¡Vivan las zoonosis!
Y luego dirán de los chinos.
5. A las cafeterías argentinas hay que ir con tiempo y con paciencia. No he visto ningún otro lugar donde tarden tanto tiempo en preparar un café con leche.
Por cierto, en general el café de ese café con leche es flojito, no sé si por la calidad del producto o por el grado de molienda o del tueste.
6. Un exotismo: los rollos etíopes. Vaya, como me imagino que serían unas empanadas salteñas en Adís Abeba.
Están expuestos en una biblioteca de la “Manzana Jesuítica” como ejemplos de los primitivos libros.
7. Antónimo de rollo etíope.
Y como una compensación a lo anterior, nos encontramos también en esa Universidad en una pared la tabla periódica de los elementos.
Y un detalle curioso: en la parte inferior aparece el nombre del que la publicó por primera vez y que le dio nombre, Mendeléyev, y que aquí aparece en ruso: Дми́трий Ива́нович Менделе́ев.
(No sé si la tipografía lo permitirá).
8. El Museo de la Memoria.
En el suelo, una lápida con un mensaje terrible: “Aquí funcionó el CCD y T D2 donde el estado terrorista torturó y asesino militantes populares”.
En la pared, imitando las huellas dactilares, los nombres de los cientos, miles de desaparecidos.
Cuando busco información de este centro me encuentro la de otro en esta misma ciudad, el llamado “La perla”, y al leerla se te ponen los pelos de punta. ¡Qué horror!
“Fue centralmente un lugar de exterminio, porque de los entre 2.200 y 2.500 secuestrados y secuestradas que allí estuvieron, se estima que solo 200 son sobrevivientes. La mayoría del resto aún permanece desaparecida”.
9. Otro antónimo.
Y allí cerca, a lado de tanto sufrimiento, una imagen de “Nuestra Señora de la Peña de Francia”. Ya sabes donde está esa virgen, que está en la Peña de Francia, en Salamanca.
¿Y qué hace aquí? Pues es que fue la primera patrona de “Córdoba de la Nueva Andalucía”.
10. La belleza.
En la catedral, además de las maravillosas pinturas murales, descubrimos unas magníficas representaciones de los cuatro evangelistas en las pechinas de la cúpula con una técnica que vista la fotografía no logramos discernir si son trampantojos o es escultura. De cualquier forma son preciosas.
11. Grafitis.
No todo ha sido belleza y dolor que también nos hemos topado por casualidad con unos grafitis muy bien hechos.
Representaban el cuento de Alicia y curiosamente estaban en unas calles que en aquel momento estaban totalmente desiertas.
Etiquetas: Argentina, Córdoba, Grafiti, Manzana Jesuítica
El sol es... 